En UPRESS empezamos una serie de especiales que recorrerán el intenso, pero lleno de aprendizaje 2020, a lo largo de la semana abordaremos los hitos más importantes que marcaron la vida de la comunidad universitaria durante este periodo.
El 2020 inició bajo una estela de euforia, pues el AztechSat-1, el primer nanosatélite mexicano desarrollado y construido por estudiantes y profesores de esta casa de estudios era puesto en órbita el 19 de febrero, sin lugar a dudas el poder recordar cómo este pequeño gigante lograba conquistar el espacio vuelve a llenar de júbilo a los que ahora ya son parte de la nueva era espacial mexicana.
En el marco de este evento, el Rector, Emilio Baños Ardavín, reconoció que el desarrollo del nanosatélite no habría sido posible sin un espíritu genuino de colaboración que caracteriza a la comunidad universitaria de la UPAEP.
“Un reconocimiento a esa voluntad institucional, pero que no se entiende sin esa perspectiva, sin ese liderazgo que cada una de las personas ejerce en cada una de sus funciones, pero más de ello, generar las condiciones y empatía para apostarle al talento de nuestras juventudes y hacer notar que es posible cristalizar sueños de este calibre”, fue parte de su mensaje en este hecho que quedará marcado en la historia de la universidad y del país.
Fue tal la el entusiasmo por el AztechSat-1 que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes los homenajeó con la cancelación de la estampilla postal conmemorativa al lanzamiento del Nanosatélite, además Javier Jiménez Espriú, Secretario de esta Secretaría en ese momento, señaló que (el AztecSat-1) “Será una pequeña ventana hacia el sueño de un país, como el nuestro, mediante el cual otras naciones, quizá con un desarrollo similar o menos desarrolladas estarán en posibilidades de llevar a cabo”.
El 26 de febrero la violencia de nueva cuenta atacaría de la manera más vil a la comunidad universitaria, a dos de sus queridos Águilas, un Lobo y un miembro más de la sociedad les sería arrebatada su vida, este hecho llenaría de dolor e indignación a cada uno de los que forman parte de la familia UPAEP.
Este lamentable suceso serviría de insumo a uno de los movimientos estudiantiles más grandes en el estado, daría fe del ímpetu, de la sed de justicia, de la organización y del poder que tienen los jóvenes para transformar al mundo.
En días subsecuentes a este suceso, el mensaje de la comunidad fue claro, «que la indignación, que la tristeza que sentimos el día de hoy por el fallecimiento de nuestros compañeros nos motive a permanecer en la lucha de la búsqueda de la paz y seguridad de nuestra sociedad.», fue parte del mensaje de Paola Jurado, estudiante de Medicina durante uno de los actos en honor a Ximena, José Antonio, Francisco Javier y Josué Emanuel.
«Hoy no existe la institución. En México, la situación se nos ha salido de las manos, le permitimos a la violencia apoderarse de nuestra vida. Esta no discrimina, no discrimina entre edad, género, ni clase social.Ella nos obliga como comunidad universitaria a un llamado de acción...con el puño en alto, exijamos justicia. Exijamos respuestas concretas, porque no podemos olvidar a los que ya no tienen voz», consignó Itzel Montiel, estudiante de la licenciatura en Relaciones Internacionales.
La exigencia de los jóvenes por un estado en donde impere la seguridad y la justicia, desencadenó el 5 de marzo en una jornada inédita y singular en donde más de 150 mil estudiantes de 30 universidades del estado, marcharon pacíficamente por las calles de la ciudad de Puebla.
Dejan en claro que su autoridad moral como universitarios será directamente proporcional a su responsabilidad social y su voz seguirá escuchándose. «Hoy hacemos un llamado para dejar de ser la generación de la indiferencia para ganarnos a pulso el ser la generación de la transformación. No dejemos que nos arrebaten la esperanza, ya basta de permanecer sumisos ante la violencia, ante la injusticia, ante la corrupción y ante la impunidad. Nunca perdamos esa sana inconformidad que nos caracteriza».
«Debemos comprometernos todos los días con este movimiento que busca paz y justicia compartiendo ideas, alzando la voz y generando proyectos de intervención social. Si nuestros compromisos no evolucionan en acciones, también nosotros habremos sido cómplices del estado actual de las cosas. Puebla vale la pena, México vale la pena».
Este año, el papel de la mujer tomó mucha importancia y es que el 9 de marzo se vivió a nivel nacional la Jornada de un Día sin Mujeres, la cual buscó generar conciencia sobre la violencia a la que el género femenino se enfrenta día a día.
La UPAEP también se sumó a esta iniciativa generando distintas acciones que invitaron a la reflexión sobre la importancia de la figura de la mujer dentro de la dinámica social.
Para el día 10 de marzo, muchas de las estudiantes y colaboradoras fueron sorprendidas por mensajes y muestras de apoyo
Diferentes reflexiones por parte de los estudiantes sobre esta jornada no se hicieron esperar en redes sociales. Además, durante la semana se realizaron diferentes actividades con el objetivo de visibilizar la violencia con la que conviven a diario las mujeres.
Para el 16 de marzo el COVID-19 hizo su llegada a nuestro país y con ello la universidad tuvo que iniciar un proceso titánico para poder migrar a la virtualidad, la dirección de Plataforma Tecnológica en conjunto con el área de Innovación y Desarrollo Digital se dieron a a la tarea de capacitar en tiempo récord a personal administrativo y profesores en el uso de las herramientas y plataformas tecnológicas para no mitigar la calidad académica que caracteriza a la universidad.
Con ello la universidad generó distintas dinámicas y contenido para no perder contacto con la comunidad universitaria, teniendo en mente el bienestar e integridad de todos sus integrantes.
Fue tal el impacto que causó el estar fuera del campus, que la creatividad de los estudiantes no se hizo esperar, pues decidieron recrear el barrio de Santiago y el Campus Central con todo lujo de detalle en Minecraft, uno de los videojuegos con más usuarios en el mundo.
Sin lugar a dudas, el primer trimestre del año para UPAEP fue sumamente determinante, pero no la detuvo, al contrario su comunidad universitaria dio muestra, de su espíritu solidario, del saber hacer escuchar su voz ante las injusticias y presentar soluciones para la transformación social.