El Laboratorio de Habilidades de Pediatría y Materno Infantil da servicio a los estudiantes del posgrado en Enfermería, de la carrera de Enfermería, -a partir del séptimo semestre- y a los de la carrera de Medicina cuando están cursando el octavo semestre, es decir cuando se encuentran a un paso de su internado, explica la Doctora Lilia Nohemí Rosales Pantoja, Coordinadora administrativa del Área de Habilidades Médicas.
La versatilidad de este espacio es evidente ya que se acopla a la carrera para la cual estén dando servicio, puesto que, por ejemplo, los alumnos de enfermería aprenden y practican los cuidados del recién nacido, desde los pasos iniciales, cómo pesarlos, medirlos, bañarlos, el manejo del cordón umbilical, la aplicación de medicamentos, hasta los complejos cuidados de oxigenoterapia; atienden casos que requieren el uso de la cuna de calor radiante y el manejo de incubadora. Mientras que, a los estudiantes de Medicina se les enseña el manejo de una reanimación avanzada en pacientes pediátricos con referencia a la entubación, a la onfaloclisis y a los cuidados específicos tanto de pacientes sanos como en un estado crítico.
Con respecto al mobiliario de este Laboratorio, cabe mencionar que en el área de pediatría se cuenta con una sección de canastillas donde se ponen a los pacientes recién nacidos estables y sanos; en este lugar, los estudiantes practican las técnicas de alimentación y cuidado., Para la eficaz práctica, la universidad ha invertido en un tipo de simulador especial llamado KOKEN, el cual consiste en contar con son pacientes pediátricos recién nacidos, se encuentra tanto la versión femenina y la masculina, su peso es de tres kilos y quinientos gramos, mide cincuenta centímetros, cuenta con toda la anatomía y complexión de un recién nacido normal, se le pueden palpar las fontanelas, al tacto las orejas y los dedos tanto de pies como de manos; resultan en extremo realistas ya que el cuerpo está hecho con materiales flexibles, para que, cuando los alumnos lleguen a la vida profesional en una Unidad Médica Hospitalaria, sean capaces de atender a los pacientes pediátricos con la técnica adecuada y sin temor alguno.
Otro equipo importante del Laboratorio es la incubadora, donde se atienden a los pacientes prematuros o que necesitan un cuidado especial debido a que sean catalogados como pacientes de alto riesgo y, la cuna de calor radiante, donde los estudiantes atienden las necesidades y cuidados de los pacientes termodinámicamente inestables, o que requieren de fototerapia o patologías propias del recién nacido.
Ya que se trabaja con escenarios clínicos, este Laboratorio, como cada aula, cuenta con un carro rojo de urgencias para realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar y cerebral, medicamentos, ventilación manual, terapias de infusión, entre otras, es decir, que, si el paciente cae en estado crítico durante la práctica, el estudiante sabe qué tipo de medicamento usar en la emergencia, además de ser capaz de canalizar, entubar y reanimar al paciente, explica la coordinadora Rosales Pantoja.
Como proyectos a futuro, se espera que este Laboratorio cambie de lugar, se le reubicará en donde actualmente se encuentra el simulador de quirófano; además, el carro rojo de urgencias se actualizará con uno azul, y educativamente se está gestionando para que la cantidad de simuladores aumente, en respuesta a la matrícula de estudiantes que requieren hacer prácticas en este lugar.
El objetivo de cada aula, es el desarrollo de habilidades, en Campus Central se les brinda la teoría, y al Laboratorio los estudiantes llegan para volverse prácticos, es por eso que a pesar de tener una capacidad de éstos para quince estudiantes, se busca que los grupos sean reducidos, así el docente puede atender de forma personalizada el aprendizaje de los estudiantes, concluye la Doctora Lilia Nohemí Rosales Pantoja.