[La universidad es el escalón más grande que podemos tener para poder cumplir los sueños.]
María del Pilar Muñozcano Moreno Valle, egresada de la tercera generación de Odontología y quien actualmente radica en Gijón Asturias, destacó el impacto que tanto sus compañeros de generación así como sus maestros, han tenido en su propio caminar profesional.
Pily decide estudiar Odontología ya que contenía las materias que en un principio le llamaban la atención del programa de Medicina y opta por elegir como su casa de estudios a la UPAEP, ya que, en ese tiempo existían muchos problemas en la Universidad del Estado. “Nunca me arrepentí de haber escogido la UPAEP”, comentó.
“Tuvimos la suerte de tener un grupo muy grande y numeroso que a la vez siempre fue muy unido, nosotros fuimos 56 compañeros de generación y la verdad es que entre todos nos ayudábamos y siempre existió el espíritu de superarnos, buscábamos ser un grupo que marcara una época” relata la Alumni.
Recalcó Muñozcano que la universidad es el escalón más grande que se puede tener para poder cumplir los sueños, “para mí la universidad fue eso, un escalón enorme, tuve mucha suerte con el grupo que estuve, los profesores que nos dieron clase pero sobretodo lo más grande es el amor hacia la carrera que nos inculcaron” declaró.
Recuerda Pily que de entre su generación estuvieron Ruth Aguilera, Roberto Guzmán, Miriam Benítez, Rosy Yunuen, Lupita Contreras, Pily García, Sergio Terrazas, Pepe Vernal, Fernando Albisua, entre otros.“Fue una generación muy bonita, siempre compartimos cuando nos tocaba ir a las campañas de trabajo que hacía la universidad, íbamos en su mayoría todos” refirió.
Una de las jornadas de Odontología que más recuerda es la de Ayahualulco donde señaló fue uno de los viajes de trabajo más bonitos que hicieron durante su vida universitaria.“Creo que el servicio social que se hacía durante esas jornadas permitió darnos cuenta de las necesidades tan grandes que existen en muchas poblaciones y que tú puedes contribuir poniendo un granito de arena para tratar de ayudarles a salir adelante” acentuó. Comentó asimismo que, en las jornadas que se desarrollaron en Ayahualulco no había agua potable, no había luz eléctrica y a algunos de ellos les tocó estar en un albergue, mientras que otros estaban en la iglesia.
“Estábamos haciendo extracciones y la verdad es que a ti lo que te importaba era tratar de ayudar a toda esa gente que llegaba, fue una semana de trabajo intenso, regresas cansado pero satisfecho de lo que hiciste y sobretodo de lo que compartimos; te das cuenta de que la gente es muy agradecida fue algo muy bonito” compartió.
Agregó que la universidad te enseña muchas cosas pero, lo más importante es que, los profesores te enseñan a amar a la odontología desde el principio, haciendo las cosas siempre lo mejor que puedes, “eso es un sello muy distintivo que la universidad nos dejo, trabajar bien, con materiales buenos y siempre poniendo lo mejor de ti”.
Pily recordó con cariño al Dr. Rosete, al Dr.Pineda, al Dr.Carlos Reinal, profesores que siempre les enseñaron tres cosas que son muy importantes: “siempre debemos darle al paciente la mejor atención que se pueda, buscar ser honestos con nosotros para poder hacer las cosas bien y sobretodo el cariño, a la gente hay que tratarla con cariño; teniendo respeto, honestidad y afecto todo se puede”.
Comentó además que realizó su servicio social en el Hospital Militar de Puebla, lugar donde conoció a grandes médicos como Sergio Nájera; es durante este periodo que termina de aprender ya que, le dan la oportunidad de trabajar con diferentes pacientes.
Al término de su servicio, decide montar una clínica particular en conjunto con sus compañeras de la Universidad, Miriam Benítez yRosy Yunuen, en la cual atendían en un horario vespertino, dado que, durante la mañana cada una trabaja con otra persona, en su caso, laboró con el dentista Gerardo Quiroz. Años después, por una invitación para laborar, decide cambiar su residencia a España, país en el que lleva 24 años radicando.
Al llegar a España hace la homologación de su título en la Universidad de Santiago de Compostela; “la verdad es que yo nunca he dejado de estudiar, me gusta estar siempre asistiendo a congresos, a todos los cursos formativos que veo interesantes porque lo que más me interesa es dar a mis pacientes una atención adecuada usando los avances y la última tecnología” revela.
“Todo lo que he logrado en mi trayectoria profesional, no hubiera podido lograrlo sin el apoyo de mi marido” agregó. “Siempre fue el que me animo a que montara mi clínica y trabajara para mí en vez de estar trabajando para otros como muy al principio lo hice, él siempre fue el que me impulsó”.
Actualmente, en su clínica realiza tratamientos multidisciplinarios, dedicándose a la implantología, utiliza además unas técnicas que se denominan cirugías guiadas con carga inmediata, en donde sus pacientes no solamente salen con implantes sino que muchas veces pueden salir con prótesis provisionales a las pocas horas de haber sido operados; “todos estos avances los he conseguido porque he seguido estudiando y formándome porque es una profesión que tenemos que quererla, tenemos que amarla, hay que estar enamorados de nuestra carrera para seguir avanzando”. Señaló que la odontología ha avanzado mucho de unos años para acá y si no te actualizas como profesionista te vas quedando desfasado.
“La gente cada vez te pide más tratamientos, ya no quiere los tratamientos conservadores; en la actualidad la gente quiere tener una sonrisa más bonita, quiere comer mejor, tener realmente calidad de vida y eso solamente se consigue avanzando en tecnología” aseveró.
María del Pilar indicó que en esta profesión no hay mejor recomendación que el boca a boca, que un paciente te mande a otro, “yo creo que eso ha sido gran parte del éxito que he tenido, que la gente siempre ha quedado contenta con el trato que les doy, con el servicio que les doy, con los tratamientos que les ofrezco y por eso me buscan, la verdad es que hay que disfrutar lo que haces para poder hacerlo bien”.
La Alumni UPAEP indicó que ser la dueña de su propia clínica le ha dado la posibilidad de trabajar con el equipo que ella quiere con los materiales que quiere y con el abanico de posibilidades que quieras abrir, “yo la clínica la tengo muy bien equipada, hemos invertido muchísimo en tecnología, cuento con un scanner de 3d, con equipo muy calificado para poder dar tratamientos buenos, la verdad es que todo eso te ayuda a tener confianza y seguridad en tu trabajo, yo creo que la mayor riqueza que puede uno tener es dar lo mejor que uno tiene”.
Mencionó que uno de los grandes retos que ha tenido que enfrentar es el encontrase como familia solos en España, “nunca hemos tenido quién nos apoye, sino que exclusivamente nos apoyábamos mi marido y yo, otro gran reto fue el dejar a mis padres, a mis hermanos, sabíamos lo que representaba el venir, pero lo que queríamos era ser felices y darles a mis hijos una vida de más libertad, cuestión que en México no se tiene; hemos tenido que vencer muchos obstáculos, pero afortunadamente, Dios siempre nos ha ayudado y cogidos de su mano hemos salido adelante”.
Recalcó que el vivir lejos, en un país diferente, aunque se hable el mismo idioma, conlleva muchas cosas, “el ir alcanzando los objetivos que te vas fijando poco a poco, aunque ha sido difícil porque hemos tenido que sortear muchos obstáculos que te animan a salir adelante y seguir superándote, eso es algo que también a mis hijos les hemos enseñado que el que lucha puede alcanzar mucho de lo que se propone”.
Finalmente, indicó que el mejor mensaje que puede darle a los jóvenes universitarios es compartirles lo que le enseñaron sus padres, “hay que ser honesto contigo mismo para saber hasta dónde puedes llegar, tienes que ser cariñoso con la gente y sobre todo tienes que apasionarte con lo que estás haciendo; la mayor riqueza que se puede tener es dar lo mejor de uno mismo”.
Otros datos
Lo que más le gusta es estar reunida con su familia, sus hijos en la actualidad están estudiando fuera de Barcelona y cuando están los cuatro reunidos, eso le encanta.
Disfruta hacer rutas en bicicleta con su marido, les gusta mucho ir por todas las sendas rurales que hay, en estos recorridos llevan a su perrita.
Les gusta mucho viajar, pero, viajar conociendo, “aunque no viajes a muchos sitios al lugar al que vayas conócelo perfectamente”.
El viaje que más recuerda es su luna de miel, “fue un viaje increíble, nos fuimos a Canadá durante un mes en donde el único lugar al que sabíamos que teníamos que llegar era el primer hotel, recorrimos todo lo que pudimos en un mes, fue un viaje inolvidable”.
Su libro favorito es el Principito, ya que, tiene muchos mensajes y citas importantes que en la actualidad todavía le marcan.