[Estudiante de la Universidad Católica de Colombia comparte su experiencia de intercambio.]
“Desde el primer momento me sentí muy bien, como en casa, las personas son muy cálidas porque aunque en un principio es difícil adaptarse a una nueva cultura, idioma o gastronomía, la gente aquí siempre intenta ayudarte y hacerte sentir bien recibido”, expresó Fabián Pérez quien en agosto llegó de la Universidad Católica de Colombia a cursar un semestre de intercambio en UPAEP.
El estudiante de Ingeniería Electrónica y Comunicaciones aclaró que si bien las personas suelen elegir países de Europa o de alguna de las potencias mundiales. “La forma de educar aquí es bastante funcional porque si tienes alguna duda de cualquier tipo, los maestros y personal son bastante útiles”
A decir de Fabián Pérez, eligió México por su belleza pues aunque es también es un país latino tiene una gran ventaja a nivel cultural y social ya que es considerado uno de los países más desarrollados de Latinoamérica y aún tiene aspectos destacables como humanidad.
Escarbó en sus recuerdos y destacó que una de las memorias que siempre tendrá es un hecho que vivió en el transporte público…
“Una vez subí a un camión y un hombre en estado de ebriedad también subió; cuando el chofer le preguntó a dónde iba y se dio cuenta que el hombre había tomado la ruta incorrecta, nos preguntó al resto de los pasajeros si nos molestaría desviarnos dos cuadras para dejar al hombre en una parada donde pudiera tomar el camino correcto, e incluso lo ayudó a bajar del camión. Esto es algo que se me queda mucho en la mente y en verdad me hizo reflexionar”, explicó.
“En lo personal, este intercambio me abrió los ojos; me deja que uno tiene que adaptarse y estar al servicio de las demás personas. Además cambió la perspectiva de que México es un lugar peligroso, yo siempre me he sentido seguro aquí.
Aquí se ve que aman a su país y creo que eso es algo que muchos otros países deberían aprender de México”.
En el ámbito académico el joven colombiano se mostró entusiasmado por regresar a Bogotá e implementar lo que aprendió en UPAEP así como la forma en cómo se lleva en la Institución el acercamiento al campo laboral.
“Algo que me gusta de aquí en cuanto a enseñanza, es que no solo te dejan en un algo teórico sino que también tienen a los alumnos desarrollándose en un aspecto práctico, y aunque allá también, aquí desarrollas tus propios materiales y allá trabajas a partir de cosas ya fabricadas”, expresó.
¿Qué dirías a otros para animarse a vivir un intercambio?
Una experiencia como esta podría significar un factor distintivo entre los demás, sobre todo a la hora laboral, el ver que conoces más, y el internacionalizarse le da más valor a una hoja de vida. Además creo que vale la pena conocer primero algún lugar de Latinoamérica, de nuestros vecinos y luego otros continentes quizás.
¿Recomendarías UPAEP?
Recomendaría totalmente UPAEP porque los maestros están muy calificados para su puesto, son bastante ricos en conocimientos e incluso hay mujeres dando clase, lo cual no pasaba en mi escuela al creer que una carrera como la mía era para gente ruda, para hombres, pero aquí se demostró que en realidad cualquiera decidido, puede pertenecer a una carrera así.