Por: Ximena Ramírez Hernández, estudiante de 2do semestre
El 8 de Marzo se celebra a las mujeres de todo el mundo, sin importar raza, religión, profesión, ni creencia social. Según la BBC “Los historiadores coinciden en destacar como la antesala directa del Día de la Mujer, la marcha de mujeres que se vivió en Nueva York en 1908”. Esto sucedió cuando 15,000 mujeres se manifestaron y organizaron una huelga en contra del gobierno y de los dueños de las industrias. Pedían salarios justos, menos horas de trabajo, condiciones de trabajo más humanas y el derecho al voto. Pero no fue hasta un año después de los sucesos cuando el Partido Socialista de América declara el Día Nacional de la Mujer, que fue celebrado por primera vez en Estados Unidos de Norte América. Finalmente en el año 1975 las Naciones Unidas declaran y celebran el 8 de Marzo como el Día Internacional de la Mujer.
El Día Internacional de la Mujer es un día en que celebramos a la mujer y a sus logros, pero ¿realmente le tomamos la importancia que merece?, en realidad creo que no, ya que podemos ver la cantidad de feminicidios y agresiones que se comenten en todo el mundo. ¿Por qué México teniendo una sociedad con personas llenas de talento, habilidad e ingenio, somos de los países con más feminicidios y violaciones? Una gran causa de esto es el famoso machismo. Vivimos en una época en la que es mal visto que una mujer salga a trabajar y que tenga que dejar la casa. Existen todavía hombres que piensan que la mujer solamente sirve para cocinar, limpiar y atender; también se piensa en que si no obedeces te pego o te humillo. Pues quiero decirles a todos los hombres que piensan de esta forma que no solo las mujeres debemos de colaborar en la casa, sino que debe de ser un trabajo en equipo. En mi casa, por ejemplo, me han inculcado el trabajo colaborativo, no solo a mí sino también a mi hermano; cualquiera de los dos podemos apoyar en las labores domésticas. En ocasiones cuando mi mamá tiene que salir a trabajar por la tarde o tiene tareas, mi papá se hace cargo de las labores en ese momento, para que ella pueda realizar sus actividades profesionales sin ningún inconveniente. Quizás muchas personas que estén leyendo esto lo tomen a mal o piensen que mi papá es un mandilón, pero simplemente apoya, cómo lo hace mi mamá siempre. Pienso que así debería de ser la forma de pensar y de actuar de toda las sociedad. Tenemos que mostrar empatía y equidad en simples acciones, así evitaríamos tantos conflictos.
Vivimos en una época donde todavía existen muchos estereotipos, estamos rodeados de personas que te dicen que si no sabes cocinar no eres mujer, que no salgas a trabajar porque debes atender a tu esposo. Vivimos con gente que aún ve como pecado que uses falda o que uses blusas escotadas, o “por qué te vistes así, por eso te faltan al respeto y te matan”. Pues déjame decirte que si eres una mujer o un hombre que piensa así, pues estás muy equivocado, porque vestirse así no significa nada, no porque use falda, escotes, shorts, minifaldas me puedes tocar, no porque salga con vestido a la calle me debes de faltar al respeto, simplemente hombre no me acoses, guarda tus emociones y respeta, si fueras tan hombrecito no deberías de tocar a una mujer si ella no quiere, por favor: respeta.
En la actualidad hay mucho descontento por los feminicidios que día a día se dan a conocer en los medios. El año pasado fuimos testigos de las acciones que fueron tomadas para mostrar lo importante que somos y la gran falta que hacemos.“Un día sin nosotras” fue una de las protestas que se llevaron a cabo el año pasado. La convocatoria se realizó el 9 de marzo y ese día las mujeres mexicanas no salieron a trabajar, ni a la escuela, al igual que tampoco se hicieron presentes en sus hogares. Un sector de la sociedad pensó que era una tontería, ya que no les íbamos a hacer falta, pero cuando llegó el momento, mucha gente se dio cuenta de la gran falta que hacemos, muchos comercios, medios de transporte, escuelas, empresas, hospitales, se quedaron parados o entraron en caos porque faltaban las mujeres. Esta acción permitió abrirle los ojos a muchas personas y la urgencia de valorar nuestra labor diaria.
Quiero concluir diciéndote a ti, mujer, no permitas ningún tipo de abuso, no permitas ningún tipo de violencia, no permitas ningún tipo de humillación, no tengas miedo, sal de ahí, sal a luchar para que podamos vivir en una sociedad llena de paz, donde tengamos equidad y respetemos. Demuestra que las mujeres somos autosuficientes, porque somos capaces de hacer muchas cosas a la vez. Vístete como quieras, haz lo que quieras y piensa con libertad. Jamás vuelvas a permitir ningún tipo de acoso y no tengas miedo porque no estás sola. A ti hombre o mujer que violentas, que hostigas, que asedias, críticas, maltratas a una mujer: te digo que dejes de actuar de esta manera, ya que violencia genera violencia y tarde o temprano te llegará la mano de la justicia o serás víctima de tus acciones. Soy mujer y disfruto serlo, pero quiero respeto, doy respeto y exijo respeto. Quiero vivir sin acoso y sin violencia.