Entrevistas
Alfonso Ortega vive experiencia internacional en la Universidad de Notre Dame
12 junio Por: Gibsy Sagrario González García
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[El joven de Cine y Producción Audiovisual cursó un año académico en la institución estadounidense.]

Alfonso Ortega Cisneros, estudiante de octavo semestre de la licenciatura en Cine y Producción Audiovisual y quien cursó gracias a distintos apoyos económicos, un año académico en la Universidad de Notre Dame, Estados Unidos,  está de vuelta y nos platicó sobre sus experiencias y aprendizajes en el país anglosajón.

¿Qué te motiva a irte de intercambio?

Desde siempre tuve una educación consciente de esta cultura global, en la preparatoria el 50% de mis profesores eran extranjeros, fue una inquietud que tuve desde entonces pero por diversas cuestiones no pude irme de intercambio así que al entrar a la Universidad fijé como meta el vivir una experiencia internacional.

Además, por mi carrera, era imprescindible el hacerlo, pues considero que la gran industria del cine se encuentra en Estados Unidos. Quería crecer como persona, ser independiente y conocer otras culturas.

¿Cómo fue el proceso para irte de intercambio y de elegir universidad?

Con la meta en mente dediqué dos semestres a buscar oportunidades, conocer los requisitos, pero la oportunidad llegó directamente a mi correo cuando la Dirección de Internacionalización envió una convocatoria para participar por una beca de 100 mil pesos, fue lo que necesitaba para motivarme y aplicar para por fin irme de intercambio.

El proceso fue realmente fue muy fácil, lo hice en un solo día, corría para acá y para allá buscando cartas de recomendación de mis profesores, a la oficina de intercambio para pedir asesoría de cómo redactar mis cartas de motivos.

Fue un momento de mucha adrenalina, realmente no sentí que fuera pesado, más bien la ansiedad vino al esperar los resultados, se tardaron bastante para dar el veredicto, pero cuando llegó la respuesta fue la noticia más feliz de mi vida, brinqué literalmente de emoción.
Ya después continué mi proceso de visado y también el de aceptación en la Universidad de Notre Dame.

¿Qué hacías al recibir el veredicto?

Fue un momento inesperado, me la pasaba revisando mi correo a toda hora, pero la noche que recibí la noticia me había tocado rodaje, desde las 8 de la mañana hasta las 10 de la noche que llegué a mi casa pude revisar mi bandeja de entrada. Fue tanta mi emoción que comencé a brincar y desperté a mis hermanas que pensaban que estaba temblando.

¿Era la primera vez que salías del país?

No, ya había ido a Estados Unidos en previas ocasiones, en Primaria participé en un concurso de resolución creativa de problemas y otras más fui de vacaciones. Pero es muy diferente el salir de vacaciones por una o dos semanas que vivir en otro país todo un año. La información que uno percibe respecto al país completamente diferente en ambos casos.

Cuando llega el momento de irte, ¿cuál es tu sentir?

Toda mi familia me acompañó, y realmente al llegar al aeropuerto estaba yo tranquilo, tuve el tiempo suficiente para despedirme de ellos; la nostalgia llegó al estar en Notre Dame, cuando me vi en mi habitación, con las camas vacías y comiendo sin compañía, ahí fue cuando me di cuenta que estaba solo en un lugar nuevo. Llamé a uno de mis mejores amigos y él me tranquilizó, me hizo ver que necesitaba tiempo para conocer personas y adaptarme.

El campus era enorme y arquitectónicamente hermoso, pude hacer buenos amigos, tantos que a mi regreso fue lo que más me pesó, dejar a tanta gente que conocí y con la que conviví por tanto tiempo.

¿Qué clases tomaste y cuál fue tu favorita?

En mi primer semestre tomé Musical Theather Lab, que es como su nombre lo dice, un laboratorio donde promocionan el trabajo original de los alumnos, allí presentamos la obra de teatro de un estudiante, pero mi clase favorita fue Critical approaches to screen cultures, donde vimos la parte estética y plástica del cine, allí analizamos las implicaciones filosóficas, la semiótica, el impacto social, etcétera, aprendí muchísimo, y precisamente por su contenido, fue la que más me agradó. Expandió mucho mi visión sobre mi propia carrera.

También llevé Teoría de la Adaptación, en la cual como su nombre dice, adaptábamos obras literarias a un contenido cinematográfico. Y por último llevé alemán, donde analizamos el teatro alemán del siglo XX y sus repercusiones en la justicia social, esta clase se me hizo muy complicada por lo completo de su contenido, con muchas aristas y caras dentro de su análisis.

Otra más fue Producción Cinematográfica Digital que comprendía escritura, rodaje y su post producción. Me gustó mucho esta clase porque su finalidad es que produzcas tu propio cortometraje, y aunque en UPAEP dedican clases distintas a cada una de las ramas de este proceso, en Notre- Dame lo condensan en una sola y se vuelve un poco abrumador.

En mi segundo semestre tomé una materia llamada Media Industries, en la cual hablamos de asociaciones y partnerships de la industria, realmente es un análisis estratégico-industrial de esta industria artística, también hablamos de como las diversas plataformas de streaming han ido revolucionando el concepto del cine actual.

¿Qué consejo les darías a tus compañeros que están interesados en cursar un intercambio?

Que aprovechen las oportunidades que la Dirección de Internacionalización ofrece, realmente hay muchas opciones, y que no crean que van a estar solos, los asesores te ayudan en todo momento y siempre te ofrecen las mejores opciones para tu desarrollo personal y profesional.

Yo obtuve además de la beca de 100 mil pesos, el apoyo FEMSAC y el apoyo que da la UPAEP a los estudiantes que se van de intercambio, así que no hay pretexto para decir que no se puede.

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