[“Hay que quitarnos la idea de que solo se puede ir de intercambio a Europa”.]
La Universidad Mayor ubicada en Chile, recibió a Dulce Diana Arias González, donde cursó su noveno semestre de la licenciatura en Fisioterapia, hecho con el que pudo materializar su sueño pues durante sus clases en UPAEP tuvo profesores de este país del sur de América pero se decidió luego de que sus compañeros que habían vivido esta experiencia le contaban cómo les había ido en su intercambio.
Y aunque desde hace mucho tenía claro que quería realizar su intercambio en América del Sur, eligió Chile entre Brasil, Colombia y Argentina por la calidad educativa que el país le ofrecía además de que no quería atrasarse y realizar al mismo tiempo sus prácticas profesionales.
“El proceso fue muy fácil, lo difícil fue conseguir los planes de estudios para saber qué materias podría yo cursar allá, incluso el proceso de visado también fue bastante rápido, todo lo contesté vía electrónica y cuando me la aprobaron fui a la embajada de Chile en México para que la colocaran en mi pasaporte”.
En Santiago de Chile, Dulce Arias realizó su rotatorio clínico en dos instituciones, una fue el Mutual Clínico de Seguridad y el segundo fue en el Centro de Alto Rendimiento; en el primero atendió a personas que estaban en rehabilitación por lesiones músculo-esqueléticas y en el segundo atendió a deportistas nacionales tanto en rehabilitación como acondicionamiento físico.
De esta experiencia, reconoció que un paciente por decirlo de alguna manera, normal, en comparación con un atleta de alto rendimiento se queja demasiado y le cuesta mucho regresar a su actividad, en cambio los deportistas se exigen a sí mismos y se esfuerzan para salir más rápido de la lesión o el daño que tengan.
“Algo de lo que me di cuenta mientras realicé mi internado fue que la gente sí busca por ejemplo a un kinesiólogo, que sí saben lo que hacemos, sí saben en qué podemos ayudarlos. Otra cosa es que aquí mi carrera está enfocada más a la rehabilitación y que estamos dejando de lado la parte respiratoria que allá sí se estudia”, explicó la estudiante.
En el aspecto cultural, Dulce aseguró se adaptó perfectamente, aunque sí extrañó las tortillas de maíz, y el sabor de la comida mexicana.
“Pude viajar a Argentina, Brasil y Perú y me gustó que con el simple hecho de decir que eres de México la gente quiere saber más de ti, te dan una cálida bienvenida y eso se siente realmente bien”, confesó.
Por lo anterior, aconsejó a quienes desean realizar un intercambio, piensen en lo mucho que les dejaría el irse también a algún lugar de Latinoamérica. “Hay mucho potencial, debemos dejar de pensar que ir al sur es ir a un peor lugar, no es así. Es incluso más seguro que México. Yo podía andar en bici por la noche, salía a las calles sin ningún problema. Quitémonos la idea que irse de intercambio es solo irse a Europa”, expresó.
Así mismo, invitó a quienes estén interesados en salir del país, conocer todas las becas y apoyos económicos que el Departamento de Internacionalización de la UPAEP ofrece, pues en su caso su vuelo fue pagado por la Fundación de Estudios Medios y Superiores A.C. (FEMSAC) además de que obtuvo la beca Santander de 50 mil pesos.
“Váyanse de intercambio, es bueno conocer otra cultura, otras formas de pensar, estar en un lugar diferente donde tengas que adaptarte y conocer más sobre ti mismo, finalizó.