Mónica Lilian Pérez Andrade, estudiante de octavo semestre de la licenciatura en Inteligencia y Desarrollo de Negocios, alentada por su familia y motivada por anécdotas de terceros, decidió dejar la comodidad de su hogar para generar experiencias internacionales en Corea del Sur, donde cursó un semestre de intercambio en el Kumoh National Institute of Technology (KIT).
Al inicio, Lilian tenía pensado un destino más cercano para irse de intercambio, sin embargo, tras visitar la Feria Internacional que el Departamento de Internacionalización de la UPAEP organiza, se enamoró del stand asiático. Allí, le brindaron toda información para que se convenciera de que Corea del Sur era la opción y aunque sabía que sería un gran reto debido a la cultura y el idioma, decidió aceptarlo para que su familia se sintiera orgullosa de ella.
Con el fin de conocer el país, Mónica emprendió su viaje al continente asiático unas semanas antes de que iniciara su periodo escolar y adelantar así su proceso de adaptación en la cultura que adoptaría durante un semestre. Así, conoció China y Japón para finalizar en Corea del Sur donde su papá la dejó en el dormitorio de la Universidad deseándole todo el éxito para esta nueva etapa y experiencia en su vida.
La primera impresión al estar en el continente asiático para Mónica fue impresionante pues a pesar de haber investigado todo sobre las conductas, sus reglas y demás, el choque cultural fue impactante.
En este sentido mencionó que lo más difícil dentro de su intercambio fue el primer mes por todo lo que involucra la adaptación, sin embargo, dijo, tuvo un acompañante durante toda su estancia en la universidad quien muy amablemente la apoyo en cualquier situación que se le presentaba, como reglas de educación, de comportamiento, de uso diario, sin mencionar que en los dormitorios donde se encontraba compartía estancia con estudiantes de todo el mundo, por lo que siempre se sintió bien acompañada.
Una anécdota que recuerda mucho sucedió en las primeras semanas del curso cuando la invitaron a una fiesta y junto con otros estudiantes de intercambio tuvieron que hacer una corografía de K- POP, “fue una experiencia muy divertida donde pude conocer nuevas personas y un poco más de la cultura Coreana”, expresó.
Y algo muy peculiar que también experimentó en sus primeros días en sus primeros días de estancia en el país asiático, confesó, fue el trato que les da a las personas mayores, pues no importa si la persona es mayor que tú por meses, le tienes que tener un respeto y aprecio distinto, hablándole de usted.
De sus clases y el ambiente universitario, destacó “mis compañeros asiáticos fueron muy amables, siempre que les preguntaba algo tal vez no podían entenderme o ayudarme en ese momento pero se preocupaban y me dirigían con alguien que pudiera hacerlo, la verdad me hicieron sentir bienvenida”.
Lilian cursó 4 materias en inglés: dos de ingeniería, una de negocios y coreano. Tuvo dos profesores nativos a quienes calificó de estrictos pero pacientes con los extranjeros. “Tenían un trato diferente con nosotros (extranjeros), nos resolvían dudas particulares al final de clase”, indicó.
A decir de la estudiante en Inteligencia y Desarrollo de Negocios, la materia más difícil fue precisamente la lengua nativa pues fue un curso intensivo donde tenía que aprender a hablar, leer y escribir, de tal modo que pudiera desarrollar habilidades para ponerlas en práctica fuera de la escuela y así sirviera de apoyo para su estancia en Corea.
“La universidad la recomiendo mucho para los ingenieros, es tal cual un tecnológico donde sus instalaciones para ingeniería son muy grandes y cuenta con laboratorios muy completos y bonitos”, agregó Mónica.
“No lo piensen mucho, si quieren irse de intercambio, investiguen, acérquense al departamento de internalización, busquen las materias que pueden revalidar y en base a eso elijan su mejor opción”, finalizó la estudiante.
