Por: Gibsy Sagrario González García
Katia Corinne Lachner es estudiante de quinto semestre de International Management de la Technische Hochschule Ingolstadt en Alemania, y cursó un semestre de intercambio en esta Institución. Hoy nos cuenta su experiencia en UPAEP desde su llegada.
¿Por qué decidiste México y en especial UPAEP?
Pues, ya había estado en Ecuador anteriormente, pero quería repasar mejor mi español y tenía ganas de volver a Latinoamérica, así, en mi universidad hubo una reunión en la que fueron alumnos que nos convencieron mediante sus vivencias y anécdotas de intercambio de que UPAEP era una buena opción. Además hice una buena amiga mexicana que me hizo decidir a irme.
La gente cercana a mí estaba un poco escéptica, pues pese a que ya había estado en Ecuador siempre existe el prejuicio de que México es un lugar inseguro, pero no me importó, yo tenía muchas ganas de venir.
¿Qué te pareció nuestra oficina internacional?
Aquí tienen mejor organización en internacionalización, siempre que escribía y preguntaba algo estaban muy atentos y respondían rápido. Hay mucha más gente que te puede ayudar y, por ejemplo, en mi universidad hay únicamente dos o tres personas en esa área, entonces el proceso es un poco más lento.
¿Tenías alguna idea de México antes de tu llegada?
Pensaba que México iba a ser un poco más como América del Sur, que sería un poco más pequeño y no tan desarrollado. Después me sorprendí mucho porque se nota mucho la influencia de Estados Unidos, hay más desarrollo. Me di cuenta que tienen muchísimo de su propia cultura, que está muy arraigada y lo notas en la gente y como te tratan.
¿Qué te ha parecido la Universidad, hasta ahora?
Su Universidad me gustó muchísimo, es muy parecido a lo que uno ve como una universidad en Estados Unidos a través de las películas; es muy grande, limpia y con muchos espacios para hacer deportes, de hecho es más grande que mi universidad en Alemania.
La orientación internacional también me gustó mucho, tenían actividades interesantes como la degustación de comida y las charlas. Lo único quizá no tan positivo fue que fuimos a un tour por el centro y el guía explicaba un poco bajo entonces no todos escuchábamos, pero de todas formas me gustó mucho la experiencia.
¿Qué tal el choque cultural?
Creo que mi primer choque cultural fue subirme al avión y había gente hablándome y claro que eso sigue en todos lados a los que vas, en la universidad también todos te hablan y es muy bonito. Creo que lo más mexicano que existe no son los tacos ni los lugares, sino su gente.
De comida me encantaron los tacos, el chile en nogada y, aunque suena extraño, también me encantó el sushi de aquí, tiene un sello muy mexicano con sus ingredientes, el chile, mango, ese tipo de cosas.
¿Qué te han parecido las clases en contraste a cómo se imparten en tu país?
En términos de clases me gustó mucho la clase de Macroeconomía porque me hizo salir más de mi zona de confort, que era lo que desde un principio buscaba, pues la clase es enteramente en español entonces yo tenía que adaptarme.
Aquí hay mucha tarea y muchos exámenes, creo depende de la materia también, y no estoy acostumbrada a eso porque en Alemania hacemos un solo examen a final de año.
También algo que cambia mucho es la interacción con el profesor, más cercana y abierta. En Alemania somos alrededor de 70 alumnos por clase, entonces muchas veces el profesor no recuerda bien tu rostro.
¿Has tenido alguna experiencia negativa?
Creo que el proceso que menos me gustó fue el de conseguir dónde vivir. En Alemania revisaba opciones a través de un grupo y finalmente uno me convenció, pagué el depósito y todo el proceso. Al llegar nos comentó que la casa que habíamos elegido estaba llena ya, entonces fuimos a otra casa que también resultó estar llena, excepto por dos cuartos que seguían construyendo, y el cuarto que ya casi estaba listo se suponía que sería mío, pero también se lo habían prometido a otra chica. Decidí cedérselo y tomar el último cuarto, pero al ser más chico tenía que negociar con el dueño para que me bajara el precio porque al inicio no quería.
¿Qué te llevas de este intercambio?
Creo que venir a México cumplió su propósito inicial, me ha ayudado mucho con el idioma, pero, sin duda, lo mejor que me llevo de México es poder viajar, porque es muy barato, además aquí la comida es muy rica y barata, y además es balanceado comer fuera de casa. En Alemania por ejemplo, es caro y en general encuentras comida poco saludable.
En términos de lo que sigue para mi futuro profesional, pienso tomar una maestría quizá en España, y para ello creo México fue muy útil, por lo que mencionaba del idioma.
¿Recomendarías UPAEP?
Absolutamente, me gustó mucho venir a UPAEP porque su propuesta de deportes es muy variada y también todo está concentrado en el campus, entonces no pierdes mucho tiempo trasladándote, a su vez también sus profesores e instalaciones son excelentes, realmente te hacen sentir bienvenido.