[Martín Zenteno, combina la veterinaria con su propio criadero.]
Martín Zenteno Morgado, estudiante de quinto semestre de Medicina Veterinaria y Zootecnia se ha destacado por incursionar en el área de conservación y reproducción de reptiles; y es que desde muy pequeño tiene una inclinación por estas especies.
“Desde pequeño me gustaba mucho visitar los serpentarios de la ciudad y posteriormente decidí enfocarlo en Medicina Veterinaria y Zootecnia, ya que me di cuenta de que no había muchos veterinarios que se especializaran en esta área”.
Indicó que la tenencia de los animales exóticos como animales de compañía va en aumento, por lo que el médico veterinario debe de ser capaz de poder diagnosticar a estos animales; de igual forma destacó que el veterinario puede ser un representante legal de criaderos o centros de conservación dados de alta ante Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
“Medicina veterinaria es una de las carreras viables para ser un responsable técnico de estas especies”.
Expresó que, siguiendo los lineamientos legales, cualquier persona podría poseer cualquier reptil o anfibio como mascota, siempre y cuando cuente con los documentos que avalen su legal procedencia, es decir que viene de algún criadero o importación, sin embargo, contempla que un punto importante para el manejo de estos animales es la experiencia, ya que, algunos reptiles venenosos requieren de un tratamiento, manejo y cuidado especializado.
Es importante señalar que Martín inició a los 18 años la fundación de una PIMVS que se refiere a un Predio o Instalación que Maneja Vida Silvestre, la cual lleva el nombre de Coatlicue.
“Hemos trabajado con diferentes proyectos de conservación, por ejemplo, con maiceras, serpientes de cascabel, además damos cursos de manejo para médicos veterinarios o para aquellas personas que desean tener estos animales como mascotas también los capacitamos”.
El objetivo de Coatlicue es la conservación de las especies; en México hay muchas especies de anfibios y reptiles, aunado con el aumento de la tenencia de estos animales como mascotas, ha incrementado el mercado ilegal de los mismos, por ello la importancia de tener este tipo de centros y buscar su conservación.
El poder combinar mi licenciatura con el criadero me ha ayudado sobre todo en la atención clínica de los animales, en poder diagnosticar algunos tratamientos; “al finalizar mi carrera me gustaría fungir como responsable técnico de Coatlicue ante SEMARNAT”.
Reconoció que sin duda el reto más grande es el competir y combatir el mercado ilegal de estas especies en México.
“Como veterinarios debemos inculcar la cultura de la tenencia responsable de estas mascotas no convencionales”.
Señaló que en el criadero actualmente tienen cerca de once especies y alrededor de sesenta ejemplares entre serpientes de cascabel, diamantada, cocodrilos, serpientes de maíz, entre otras especies como tortugas, iguanas y ranas.