[Estudiante de Idiomas relata sus vivencias en el país asiático.]
Por: Lesly Nayeli Flores
Viajar a otro país es una experiencia a la que cada vez más estudiantes se atreven a vivir pese al temor de enfrentarte a una sociedad y cultura distinta.
Hacer un intercambio produce sentimientos encontrados, no obstante, cada momento trae consigo la oportunidad de hacer nuevos amigos y conocer lugares que recordarás por siempre.
Gabriela Monserrat Pérez Salazar, estudiante de octavo semestre de la licenciatura en Idiomas, Enseñanza y Diversidad Cultural, emprendió un magnifico viaje a Hong Kong, como parte de un intercambio académico para estudiar en la Lingnan University.
Con la idea de salir de lo convencional, como lo es estudiar en Europa, Estados Unidos y Canadá, escogió al país asiático pues quería algo totalmente diferente.
Allí, se encontró con un lugar enigmático, hermoso y envuelto en tabúes, razón por la cual, Gabriela había elegido precisamente a Hong Kong como el lugar en donde viviría un semestre.
Si bien mudarse a otro lugar no era algo nuevo para ella, pues desde que inició sus estudios universitarios tuvo que dejar su natal Monterrey, este viaje sin duda la hizo ser mucho más independiente pues tuvo que enfrentarse a un sinfín de cambios por sí sola.
Culturalmente hablando, el hongkonés es una persona fría, no les gusta mucho la interacción a menos que y exista mucha confianza.
“Por poner un ejemplo, con mi roomie nunca establecí un lazo de amistad, compartir cuarto con ella fue bastante extraño. No digo que se haya portado mal cuando yo llegué porque sí me ayudó a ubicarme, a explicarme cómo moverme en transporte, pero lo hacía más como por compromiso, o al menos es lo que yo sentí”.
Otro reto al que se enfrentó fue a las diferencias en la gastronomía, los dulces no son tan azucarados como aquí, obviamente no comen tortilla, el pan casi no lo consumen, a partir de ello tuve que cambiar mis hábitos alimenticios. “Fue tal el cambio en mi alimentación, que ahora que regresé a México me enfermé de que comí tacos y todo aquello que ya extrañaba. Ya no consumo refresco, las salsas ya no las tolero y como muy poca tortilla”.
“Mi roomie me decía que estaba gordita, y la verdad es que no vi gente obesa, de todas las personas que veía a diario solo una era gordita, y ni si quiera era que lo estuviera, pues era de mi complexión”, expresó.
En el aspecto académico, también encontró diferencias culturales, como la participación. En clase notó que a los hongkoneses no les gusta participar, y si bien a ella tampoco le agradaba mucho, en su salón de clase, dónde había tres mexicanos, eran los únicos que participaban.
“Había un profesor de los Estados Unidos, y a él también le impactaba que no participaran. En ese sentido creo que en México tenemos un poco más de cultura de la participación. De hecho, apenas implementaron tomar en cuenta un 15 por ciento de la calificación final en este rubro”, observó Gabriela.
Entre los aprendizajes que le dejó este viaje, Monserrat comenta que ahora se esfuerza más en lo académico, y aprendió a respetar las culturas debido a las diferencias que encontró entre ambos países, pues dijo, seguramente a ellos también les desagrada muchas de las manías que nosotros tenemos como sociedad.
“Así como los mexicanos tenemos prejuicios acerca de su cultura, los honkoneses también tienen el estereotipo de que somos personas muy cálidas, que bebemos únicamente tequila o que comemos puros tacos", mencionó.
Finalmente, invitó a los estudiantes de UPAEP a realizar un intercambio a Asia y salir del cliché de viajar a Europa. “Hong Kong es un lugar maravilloso, misterioso y que muy pocos se atreven a descubrir. Tienen un sistema de transporte inigualable y es muy seguro. ¡Atrévanse a vivir la experiencia, si tienes la oportunidad de viajar no la desaproveches!"
Entrevistas
Hong Kong, ¡atrévete a vivir la experiencia!
27 julio Por: Yolanda Jaimes