[“Todo se puede lograr si quieres, siempre y cuando tengas la convicción de hacerlo”.]
El Dr. Daniel Esquivel Bonilla, egresado de la cuarta generación de odontología, en un inicio no tenía la intención de estudiar esta licenciatura, ya que le gustaba llevar a cabo cirugía a animales.
“Empecé a operar animales salvajes, me llamaban de los circos, mi interesaba mucho el estudio animal, yo iba a ser un veterinario, de hecho, comencé a estudiar para médico veterinario, pero descubrí que eso no era para mí”.
Al hablarlo con su mamá decidió comenzar sus estudios en odontología, carrera que su madre no pudo concluir por falta de recursos, y es en UPAEP donde descubre su vocación por el servicio a los demás desde esta área de la salud.
Es durante su periodo como estudiante que sus profesores le recomiendan se especialice en cirugía, dado que mostraba habilidades para este campo; esto lo atribuye a su experiencia previa con los animales.
Su experiencia como alumno universitario, menciona fue muy alegre e increíble, junto con sus compañeros de clase tenían una excelente relación, además de que fueron un grupo muy participativo e inquieto.
Describió una de las travesuras que hicieron junto con sus compañeros durante una práctica que tuvieron con un cuerpo.
“No podíamos cerrar el cuerpo, la piel estaba muy rígida, pensamos: nos van a reprobar si no lo cerramos. Entonces se nos ocurrió hacer unos ojales a la piel del cadáver y con los botones de nuestra bata lo cerramos, el profesor nos puso como chanclas, pero al final hasta el profesor se empezó a carcajear”.
Su desempeño profesional comenzó en el Centro Médico Nacional 20 de Noviembre de México, en donde solo se aceptan los dos mejores promedios del país en el área de cirugía facial hasta llegar a ser el jefe de residentes.
“Poco a poco fui abriendo brecha en la especialidad, logramos rotaciones en el extranjero, roté en Estados Unidos en el Shand´s Hospital de la Universidad de Florida en el departamento de Cirugía Cráneo Maxilofacial, en donde realicé la sub especialidad en Cirugía de Articulación de Mandibulantes”.
Otro de sus logros es haber obtenido el premio más codiciado de la Piere Fouchard, el J.J Barros, al haber obtenido el 1er lugar durante el Congreso del Cono Sur de Brasil en Cirugía Reconstructiva Maxilofacial.
“Este es logro más grande, nadie había ganado en México esta presea que es de la academia Piere Fouchard, que es la más famosa de Sudamérica en lo que respecta a Cirugía Facial; obtuve el primer y segundo lugar”.
Al terminar la especialidad, decidió hacer un posgrado de Cirugía Reconstructiva Craneofacial, por lo que lo enviaron a rotar a Francia y Brasil donde decidió quedarse a radicar por un tiempo para realizar este tipo de cirugías.
Al terminar la maestría regresa a la UPAEP para impartir clases durante un semestre a los alumnos de último año; lamentablemente no puede continuar, ya que lo mandan llamar para seguir operando en diferentes partes de Latinoamérica como Honduras, Costa Rica, El Salvador y Guatemala.
Después de dos años de trabajar en estos lugares decidió regresar a la ciudad de Puebla en donde ya tiene más de 20 años trabajando en el Centro Médico de la zona sur de la Secretaria de Salud de Puebla.
“Todo lo que aprendí lo vine a poner al servicio de mi gente de Puebla, trabajo mucho con neurocirujanos y oncólogos para poder hacer reconstrucción en pacientes que llegan a perder su cara por culpa del cáncer, los reconstruyo, les pongo mandíbulas biónicas o se aplican otras técnicas de reconstrucción”.
Sin duda alguna, resaltó que la UPAEP le dio las herramientas y bases necesarias para poder llegar a donde está hoy en día, por lo que exhortó a los jóvenes a no desistir en sus aspiraciones.
“Todo se puede lograr si quieres, siempre y cuando tengas la convicción de hacerlo, pero lo más importante es creer que se puede llegar más allá de lo que hiciste, que no te quedes parado en lo que te dio de base la universidad, sino que puedes llegar a algo inimaginable, siempre y cuando habrá esas brechas, por que si no se van a quedar atrás”.
