[Fanny Soyeour vive por un año el orgullo de ser Águila.]
Pese a los prejuicios y las malas noticias que abundan de México en el extranjero, Fanny Soyeour, estudiante de Ingeniería de Negocios, opto por venir a estudiar a esta Universidad y no a ninguna otra de Latinoamérica para conocer nuestra cultura, gastronomía, etcétera, y ahora UPAEP, Puebla y la República entera están más en su corazón que Bélgica, su país natal.
Pese a las malas experiencias que le han tocado vivir a Fanny pues experimentó los sismos de septiembre, dice, México le gusta más que Bélgica. “Hay tantas cosas buenas aquí que hacen que yo me sienta mucho mejor aquí, que en Bélgica. Aquí es más tranquilo, mucho más abierto de mentalidad”, afirmó.
Relató que su primera experiencia en Latinoamérica la vivió en Perú, por lo que no le costó trabajo adaptarse a la cultura mexicana, y aunque no hay punto de comparación entre ambos países en materia de infraestructura, dijo, se siente la calidez de las personas.
“Llegué a Perú y veía que era súper pobre, bueno mucho más pobre que lo que es Bélgica; ese sí fue un shock cultural muy grande, el aeropuerto era súper pequeño, no hablaba español entonces, así que sí fue duro”, expresó.
Añadió que cuando llegó a México le dio la misma impresión, sin embargo, al recorrer la ciudad se dio cuenta que es más desarrollado.
“Estaba sorprendida por que la verdad está súper bonita la UPAEP, además de que están muy bien organizados, especialmente el área de intercambios en comparación con Bélgica que prácticamente fue si te quieres ir, busca cómo hacerle. Aquí nos han dado la bienvenida, tienen una semana de orientación y eso me hizo sentir en casa de inmediato”.
En el aspecto académico, dijo, experimentó una forma diferente de interactuar en clase, pues aquí el estudiante tiene una relación más cercana al profesor en comparación con Bélgica, que es casi imposible que se le pregunte algo a los catedráticos durante su exposición.
“Aquí los profesores son súper abiertos, te ayudan sin ningún problema, incluso a través del correo electrónico, son súper familiares. Veo también que mis compañeros están un poco más interesados, tal vez por eso la reacción que hay con los profesores, pues preguntan mucho más cosas, interactúan mucho más, en Bélgica en una clase casi nadie habla; el profe suele hablar más y a mitad de la clase ya todos se están durmiendo”, refirió.
Otra de las diferencias que encontró Fanny Soyeour, fue en el aspecto personal, y aunque ya se acostumbró a la proxemia de los mexicanos, en un principio el que la tocaran frecuentemente cuando le hablaban, le incomodaba.
De su experiencia con los sismos ocurridos en septiembre, narró que realmente en ninguno de los tres temblores fuertes, que ha vivido en lo que va de su intercambio, se dio cuenta de la gravedad sino hasta después de sucedidos. Y es que en el del 19 de septiembre la estudiante de la Universidad de Vrije en Bruselas, Bélgica, estaba en la Casa del Sol, lugar donde hacía trabajo social así que se preocupó más por cuidar de los pequeños que de sí misma, y no fue hasta que pudo comunicarse con sus papás y amigos que se dio cuenta de la magnitud del fenómeno natural.
No obstante de lo anterior, Fanny asegura recomendará a sus compañeros en Bruselas a vivir una experiencia de intercambio en UPAEP.
“Mis amigos vinieron de visita por tres semanas, y les ha encantado; una amiga vino a Puebla y quería quedarse ya de intercambio, es que México tiene tanto como país, lugares qué visitar, la comida, las tradiciones, todo en su conjunto son cosas que no tenemos allá”, confesó.
No, sin ningún problema pero ya más ya lo aguanto más porque también cuando regrese a Bélgica, me acuerdo que comí papitas que antes eran picantes para todo el mundo es picante allá en Bélgica y cuando yo lo comí no me picaba
Así mismo, invitó a los mexicanos visitar Bélgica, sobre todo a aquellos que les gusta disfrutar de la arquitectura, pues dijo, encontrarán edificaciones antiguas realmente hermosas y con mucha historia.