Entrevistas
Universidad y sociedad de la mano para la construcción del futuro de la educación en México
02 abril Por: Fernanda Bretón
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[Obligatorio seguir el camino de los valores en la vida activa y productiva de cada joven para que sean buenos mexicanos: Guerra Botello.]

El futuro de la educación en México, debe de estar definido y unido al rumbo de la sociedad, del sector productivo, en general, de todos los sectores de la sociedad mexicana, destacó el Ing. Rodrigo Guerra Botello, Secretario General de la FIMPES, durante el desarrollo del 4º Encuentro de la Familia Águila.

El Ing. Guerra, señaló que el futuro de la Educación Superior debe de ir de la mano del futuro del desarrollo, del crecimiento, de la obtención de metas y la construcción de visiones de toda una sociedad. 

“El futuro de la Educación Superior no se define por lo que vaya a pasar en las aulas o laboratorios; no sólo ahí, sino en los gobiernos, en los acreditadores de calidad como somos nosotros, los padres de familia, los egresados, las empresas o empleadores. Todos ellos son actores participantes en la definición y luego, en la ejecución del rumbo, camino y recorrido de la Educación Superior de los próximos quince o veinte años”.

En este papel de las instituciones educativas ¿qué tienen que aportar las familias, las empresas, los gobiernos?, ¿dónde están los valores?

Considero que es una cadena; creo que los valores desde siempre y ciertamente en el futuro, nacen en el hogar, en la formación que los padres les dan a los hijos y a las hijas; se siguen en las escuelas y universidades y deben después de consolidarse en la vida profesional y en los centros de empleo. Me parece que es una obligación de todos seguir el camino de los valores a lo largo de esa cadena en la vida activa y productiva de cada joven para que sean buenos mexicanos.

¿El papel de las universidades es asumir un compromiso con dos elementos que podrían ser claves: la pertinencia y la calidad?

Podemos dialogar mucho sobre el tema y quizás la pertinencia sea parte de la calidad, lo que sí está claro es que cuando uno ve las misiones de las universidades, uno lee los textos en los portales y en las exhibiciones, todos están comprometidos en gran medida, sus presupuestos, sus talentos, sus recursos humanos a la formación profesionalizante de sus estudiantes para que tengan una vida productiva y, la Educación Superior sea el puente de transición y de mejora en sus vidas económica y socialmente.

Por pertinencia quiero dejar muy claro que no debemos de tratar de definirla sólo las universidades, debemos de definirla con la sociedad y es un concepto que es movible, ósea, lo que es pertinente hoy, posiblemente deje de serlo dentro de dos o tres años, así que esa dinámica, ese compromiso con el cambio debe de ser el sello fundamental de la Educación Superior del futuro en México.

Los indicadores de calidad, ¿son un parámetro para poder determinar cómo estamos como país comparándonos con otros? 

En un mundo tan interconectado como el que vivimos y más como el que vamos a vivir, las referencias con otros países y otras sociedades son inevitables.  No podemos medirnos a nosotros mismos, como no debemos de definir la calidad nosotros mismos sino con la sociedad y, debemos de responder a los cambios cada vez más frecuentes que la sociedad, el sector productivo y la empleabilidad de los egresados experimenta. Así que, definitivamente hay puntos referenciales y para ello, la Educación Superior tiene que hacer ajustes muy significativos.

La frase de que los chicos están estudiando para trabajos que hoy no existen y para resolver problemas que hoy todavía no se han presentado es muy cierta, entonces, la formación en la educación tiene que estar preparada y orientada para que los muchachos naveguen, transiten por caminos muy difusamente definidos. Hoy en día, el muchacho debe de tener la capacidad de ajuste, de transformación según vaya cambiando su entorno. Así que, sí, la calidad de los parámetros de la educación superior de México tiene que estar conectada con los mismos de otras latitudes, sin duda. 

En este contexto de la internacionalización y en el contexto cultural de la misma, ¿considera que hay aportes de la educación y de la cultura mexicana que no se deben de perder para marcar una identidad de educación que aporte al contexto o al concierto internacional? 

Ciertamente como seres humanos e individuos no debemos de perder nuestra identidad, por más conectado que esté el mundo, por más globalizado que esté el quehacer, creo que es nuestra responsabilidad mantener valores, tradiciones, cultura, pero eso debe de ser un activo para avanzar. 

Finalmente, la globalización es una suma de culturas, es una suma de habilidades que diferentes personas de diferentes latitudes traen a un propósito común, entonces, ciertamente el mexicano, bajo su formación, ha desarrollado ciertos aspectos, cualidades y habilidades que son capitalizables, pero bueno, lo más recomendable es tener la capacidad de cambio, de ajuste y de adaptación, según van siendo las cosas, según van cambiando porque al final de cuentas hay dinámicas en todos los países con los cuales interactuamos.

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