[Esto no representa una posible solución al conflicto que tienen ambos países: Ramírez Ortiz.]
Ante el anuncio de que Corea del Norte y Corea del Sur desfilarán bajo una misma bandera en las próximas Olimpiadas de Invierno a celebrarse en Pyeongchang, el Mtro. Derzu Daniel Ramírez Ortiz, catedrático de la Licenciatura de Relaciones Internacionales de la UPAEP, indicó que este es un acuerdo entre ambos países para garantizar que un evento como este que conlleva muchos intereses económicos se lleve sin grandes sobresaltos.
“Obviamente es un gesto de solidaridad, pero creo que la situación con Corea del Norte tiene causas subyacentes mucho más profundas, seguramente acabando el evento deportivo seguirán las tenciones, incluso escalando y lo digo porque el gobierno de los Estados Unidos últimamente ha mostrado una voluntad de ejercer cada vez más presión sobre Corea del Norte buscando imponer un bloqueo marítimo que tienen el objetivo de ir asfixiando al régimen norcoreano”.
Destacó que ante este gesto simbólico no se debe tener una postura tan optimista sobre un cambio en las relaciones entre Estados Unidos, Corea del Norte y Corea del Sur; sin embargo, este hecho tiene una importancia relevante y puede representar hasta cierto punto alguna oportunidad de ir profundizando ese tipo de cooperación.
“Me parece que el conflicto ha ido escalando; guardadas las proporciones cada vez se parece más a la situación de la Guerra Fría en el sentido de que un país va ganando una capacidad nuclear y en donde el presidente Trump y el dictador Kim Jong Un se han enfrascado en una guerra de declaratorias que han ido subiendo de tono”.
Un factor que el catedrático considera influyó en la decisión de que no solamente en esta justa deportiva ambos países desfilen bajo una misma bandera, sino que también la selección de hockey femenil esté constituida por atletas de ambas naciones, es el cambio en la presidencia surcoreana.
“El presidente de Corea del Sur Moon Jae In, trae un paradigma y un enfoque distinto con respecto a su antecesora, quien tenía un esquema mucho más confrontacional, de lograr mediante presiones que Corea del Norte abandonara su programa nuclear, en cambio, Moon Jae In plantea que es mejor hacer una combinación entre sanciones y negociación; me parece que este acuerdo de las olimpiadas va mucho con esa política de tratar de armar negociaciones con el régimen de Corea del Norte”.
Finalmente, mencionó que no hay que dejar de lado que la población coreana es una y que por cuestiones de política internacional se vio dividida.
“Me parece que estamos viendo lo mismo que pasó con Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, es una población que comparte historia, valores, incluso lazos familiares; en ese sentido sí se me hace un gesto simbólico hasta cierto punto poderoso”.
Enfatizó que esta decisión no va a enfriar la tensión o el conflicto, va a ser algo temporal, “pero también hay que esperar, ya que, tanto en Corea del Norte como en los Estados Unidos hay gobernantes muy anti diplomáticos. Va a ser un evento muy observado y con una amenaza latente, habrá que esperar su evolución”.