[Se ha perdido el sentido original de esta tradición.]
Estas Fiestas decembrinas sirven para tres aspectos importantes, con la socialización primaria, la cual tiene que ver con la familia, la secundaria en relación con los amigos, y la terciaría que se refiere a las relaciones en la empresa, indicó la Dra. Dulce María Pérez Torres, Investigadora de la Facultad de Psicología de la UPAEP.
Destacó que la tradición marca la celebración de nueve posadas, las cuales representan los nueve meses de espera de la Virgen María; estas fiestas antiguamente se llevaban a cabo cuando las casas estaban en círculo o cuadrado.
“Eso permitía una relación de fortalecimiento e identidad de la vecindad, del condominio, etc., sin embargo, cuando se trasladan estas casas a casas verticales, resulta que solo los del piso hacen la convivencia, ya no es todo el edificio, entonces la relación se vuelve individualizada”.
Señaló que según estudios de diversos sociólogos, el hombre a lo largo de la historia se ha vuelto más individualista y esta tradición no escapa de este factor, “no socializamos como hace veinte o treinta años, hoy a esta tradición se le va dando una connotación más comercial”.
“Ahora, los jóvenes que están en esta socialización secundaria se trasladan directamente a las discotecas o antros y ahí se hace “la simulación de una posada”, hay piñatas, serpentina, luces de bengala, pero no está el significado real de lo que significa la posada. La posada significaba para nosotros esta esfera, esta contención para esperar a los reyes magos, para esperar al niño Jesús en la tradición católica”.
Subrayó que hay una situación, muy particular de ruptura de la intensión primaria que se tenía de las posadas y esto genera mayor incertidumbre y excesos.
Indicó que anteriormente se rezaba, pero la gente dejó de hacerlo, se presentaba la pastorela que era una forma de catequizar a las personas, pero, ahora las personas prefieren hacer las posadas solo con el baile y el ponche.
Ante este escenario, la Dra. Pérez Torres, recomendó buscar fortalecer el espíritu que se vive en esta celebración a partir de la convivencia familiar.
“En la familia, se puede organizar una pequeña posada en la que los miembros de la familia colaboren, eso nos socializa, nos permite ver el rostro del otro, nos permite sonreír con el otro”.
Finalmente indicó que el mundo requiere que la gente comparta, sonría, hoy el mundo requiere que la gente tenga proyectos en común, si no los tenemos, en esta individualización tan fuerte que hoy tenemos, las personas se hacen unitarias y al hacerse unitarias se hacen sujetos y al hacerse sujeto se hacen número.