[La Universidad ubicada en la India]
“Desde pequeña he estado expuesta a las culturas orientales, viví en Malasia a los 14 años, por lo que para mí —este viaje— no representaba tanto un choque cultural, sino que fue como regresar a esa etapa de mi vida y cumplir ese sueño relacionado con mi adolescencia”, destacó de su viaje a la India, la Mtra. Elisa Saraí Kuhn Estrada, Coordinadora de Programas Estratégicos y Relaciones Internacionales de la Dirección de Internacionalización de la UPAEP.
Elisa junto al Mtro. Arturo Villanueva González, profesor de tiempo completo de la Facultad de Educación, fueron seleccionados para representar a esta Institución en Chitkara International School, donde impartieron materias a jóvenes de Maestría y Licenciatura, respectivamente, gracias al programa de intercambio cultural y respondiendo a la cuarta línea rectora de la visión rumbo al 50 Aniversario.
Allí, la Mtra. Kuhn Estrada intervino con la materia “Negocios en Latinoamérica” ofrecido a chicos de licenciatura y a estudiantes de tres programas de maestría: Logística, Recursos Humanos y Finanzas con quienes compartió el panorama general de la cultura y las diferencias que el país tiene, en comparación al resto del mundo.
“Aquí en UPAEP imparto una materia solo a los alumnos extranjeros, gracias a esa experiencia no me paralicé, pero tenía yo 55 alumnos y enseñábamos en bloques de dos horas, cuatro horas al día. La experiencia fue fabulosa, realmente me sentí muy conectada con ellos desde el inicio porque sí son súper respetuosos, aún tienen esa costumbre de ponerse de pie cuando entra el profesor; tienen opiniones muy formadas, me quedé impresionada del nivel académico que tienen”, confesó la Mtra. Elisa Khun.
Agregó que la gente en la India no tiene mucha referencia de México, no sabían de las pirámides o de las culturas prehispánicas, sino que conocen del país por las afectaciones ahora con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y tienen curiosidad por saber cuáles son los principales problemas, sin embargo, no es tan evidente para ellos como lo es Australia, Reino Unido y Estados Unidos.
“El reto más grande fue el docente, dar el nivel que los chicos esperaban, hacer la clase dinámica, les enseñé una herramienta en línea que se llama Kahoot, y les encantó porque es una plataforma donde haces preguntas y ellos responden a través de dispositivos móviles”, relató.
Gracias a esta experiencia, Elisa asegura haber definido su futuro profesional pues piensa seguir en el área docente. “Fue hermoso ver que con tu tiempo puedes impactar en la decisión de otra persona y abrir un poco el panorama”, expresó.
“Ojalá que mucha gente se anime, que no les de miedo, a veces las diferencias son las que nos detienen, y la verdad es que somos muy parecidos, yo decía estoy viendo una clase de mexicanos, porque el viernes había presentaciones y ellos pedían que les dejásemos bailar con la justificación de que querían mostrarnos su cultura”, narró la Mtra. Elisa.
Una de las experiencias que disfrutó de su viaje fue hacer realidad dos de sus sueños; el primero: ver una novia india con todo el lujo y protocolo que ello implica por ser una expresión religiosa y familiar, acompañada de tambores; y el segundo: hacerse un “Menhdi”, tatuaje en la mano hecho con henna al que las mujeres de la India se someten para embellecerse en fechas especiales.
“Ellos están muy dueños de su cultura, la gente anda en saree —el traje tradicional—, la gente lo vive, lo porta, es algo que me hizo preguntarme por qué nosotros no andamos en traje tradicional, estamos muy occidentalizados. Ellos lo valoran, no lo han perdido”, destacó.
Otra de las cosas que me impactó, culturalmente hablando, fue que nunca había visto a una persona comer caldo con la mano de un plato y dejarlo limpio; también, que muestran muchísima apertura, no hay discriminación, reciben a todo tipo de credos
Tuvimos un gran recibimiento por parte de las autoridades de la Universidad, todo el tiempo nos alimentaban, nos consintieron al nivel de que nos llevaron a una persona del cambio de divisas a la puerta de la escuela. “Para haber sabido, no hubiera perdido el pasaporte en Nueva Dehli”, manifestó.
Y es que luego de 30 horas de viaje, al hacer su cambio de divisas en su escala en Nueva Dehli, Elisa olvidó su pasaporte en el módulo y no fue hasta el momento en que iba a abordar su conexión que se percató de ello, pues la seguridad era tan obsesiva que debía utilizarlo en cada momento.
“Está súper militarizado todo, no puedes entrar al aeropuerto sin enseñar tu boleto o pasaporte, si quieres recibir a tus familiares, los esperas afuera. Así que con una persona del staff me regresaron, pues tampoco podía estar solita caminando por el aeropuerto, son muy sobreprotectores”, añadió.
Finalmente, Elisa envió un mensaje a la comunidad para que tomen todas las oportunidades que la institución ofrece a sus colaboradores.
“Decirles que el mundo es muy grande, que hay lugares para todos, no hay que tener miedo, hay que ser diferentes, hay que tener el valor de probar algo distinto, que sí lo hay y que la Universidad está apostando con muchos recursos, mucha energía, mucho esfuerzo en desarrollar estos proyectos, pues detrás de estos viajes hay un trabajo de todo el equipo de Internacionalización, todos aportan para seguir desarrollándonos”, acotó.
“Nos esperan de vuelta, ellos también están ávidos de internacionalizarse, la Universidad de Chitkara da todas las facilidades para que más profesores se animen. A Naresh –que fue nuestro guía–, yo le veía la cara de felicidad de llevarnos a cenar, el pobre dejó de ver una semana a su familia para que estuviéramos contentos, siempre dan ese compromiso mayor”, finalizó.
Entrevistas
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24 noviembre Por: Yolanda Jaimes