Entrevistas
Estudiante de Cine y Producción Audiovisual vuela a Montevideo
17 noviembre Por: Yolanda Jaimes
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[Sonido, Dirección de Actores y Fotografía fueron las materias que revalidó de la ECU.]

“Uno de los lugares más tranquilos de América del Sur, sus habitantes son muy cultos, las calles están limpias y hay hermosos paisajes”, así describió María José Fernández Romero, estudiante de séptimo semestre de Cine y Producción Audiovisual, a la República Oriental de Uruguay, país donde cursó un semestre de intercambio.

Aunque su primera opción era Argentina, tuvo que decidirse por Montevideo, pues su programa académico le permitía revalidar más materias, no obstante, al investigar sobre el lugar que la recibiría y conocer sobre su cultura, su gente y sus al rededores, la hizo enamorarse rápidamente del país del sur.

María José, tramitó una beca para que la Universidad le apoyara con el costo del vuelo, y fácilmente obtuvo el apoyo.
“Las materias que tomé fueron; Sonido, Dirección de Actores y Fotografía, la Universidad es muy pequeña, entonces el ambiente es mucho más familiar, lo que hace que las clases sean como platicas y no tan rígidas como estamos acostumbrados aquí en México, los profesores se interesan por la opinión de los estudiantes, por lo que cada clase es un reto y una retroalimentación”, comentó Fernández Romero.

Agregó que una de las cosas que aprendió en el país del cono sur fue a trabajar con lo que se tiene, a improvisar, pues la Universidad que la recibió es muy austera en cuanto a equipo, lo que obligaba a ella y sus compañeros a ser creativos y a buscar la manera de hacer posible sus proyectos con lo poco o mucho que tenían.

“Normalmente el cine es como: necesito una lámpara gigante, rieles, etcétera, y la Escuela de Cine de Uruguay (ECU) es muy sencilla, pero con lo que tienen trabajan y lo hacen muy bien. En lo personal también hay un gran aprendizaje, el poder ser independiente y ser más segura de mí misa, es algo que también marcó esta experiencia”.

“Una de las cosas que aprendí en Dirección de Actores fue a tratar a los actores. A veces, en el área de dirección, piensas que el actor es como un borreguito que tiene que hacer exacto lo que se le pide, y entonces no les da uno la oportunidad de explotar el talento que ellos tienen”, añadió.

María José tuvo la oportunidad de colaborar en el montaje de sonido de un cortometraje, hecho que fue todo un reto, pues el audio estaba muy contaminado, terminamos yendo con una universidad que nos ayudó, pues su área era más técnica y gracias a ello quedó balanceado el sonido.

En cuanto a su vida por Uruguay, conoció a muchas personas de otras partes del mundo, con quienes compartió excelentes momentos que se quedarán en su memoria para siempre.

“Vivía con otros estudiantes de distintas nacionalidades, gente de Venezuela, de la India, del Brasil, de España, Francia, entonces esa mezcla era muy curiosa pues eran días de intercambio cultural”, confesó.

El uruguayo, a decir de la estudiante de Cine y Producción Audiovisual de la UPAEP, son personas que al principio son muy cerradas, ensimismadas en sus cosas, pero una vez que toman confianza y se rompe el hielo, “son muy lindos, te apoyan en todo y te llaman a todos lados”.

Y aunque a veces la adaptación puede ser un punto crítico para todo aquel que decide irse de intercambio, María José hizo todo lo posible para adaptarse y pasar un intercambio inolvidable.

“Cuando decidí irme de intercambio establecí un pacto conmigo misma y me dije, voy a estar 5 meses y los tengo que aprovechar al máximo, o sea, nada de llorar, nada de que extraño a mi mamá o la comida pues el tiempo se va de volada. Tuve que aprender a cocinar, lavar la ropa, moverme sola. Ahora tengo muchas recetas que puedo preparar. El reto más grande fue experimentar que de verdad uno nace estando solo y que tenemos que movernos también solos para conseguir nuestros sueños”.

Relató que se hizo muy buena amiga de dos chicas españolas y de un francés con quienes viajaron por la costa y conocieron las playas de esa zona, también visitó las cataratas de Iguazú en Argentina, fue a Brasil y Perú para conocer Cusco.

Durante esta aventura, María José se atrevió a hacer algo que nunca había hecho, “pedir dedo” o aventón, como se conoce en México, y aunque Uruguay es un país muy tranquilo, confesó, este acontecimiento le provocó una producción elevada de adrenalina pues no sabía en qué coche se iba a subir.

Mi mensaje para quienes aún no se deciden irse de intercambio es que no lo piensen más, que lo disfruten pues el tiempo pasa muy rápido y cuando menos se dan cuenta ya están de vuelta contando anécdotas súper interesantes, me acuerdo cuando hice esto, me acuerdo cuando hice lo otro. Aprendan a vivir el momento y a fajarse los pantalones para aventurarse a todo lo que se presente.

Asimismo, aconseja a quienes quieran irse a Uruguay, que aprendan a cocinar, pues la vida es muy cara, por lo que no se puede salir a comer diariamente, lo mismo que encontrarle el gusto a caminar pues también el costo del transporte es elevado.

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