Entrevistas
Dolores Santander, un águila con visión
04 julio Por: Fernanda Bretón
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[La UPAEP me enseñó a investigar e ir más allá.]

 

Dolores Santander, egresada de la Licenciatura en Comercio Internacional, entró a dicha carrera universitaria en 1997 y concluyó un año antes de lo esperado ya que adelanto materias durante los veranos.

Su deseo por estudiar Comercio Internacional se basó en su anhelo por trabajar en una aduana, en una embajada o simplemente en un puesto de logística.

“Siempre me ha gustado mucho esto del emprendurismo en los negocios, de hecho tuvimos la materia en la universidad, me encantó”.

Es importante destacar que Dolores también es egresada de la Prepa UPAEP, por lo que al pasar a la licenciatura decide continuar en la institución ya que considera que la Institución es una universidad que forma.

“Me voy por formación, por valores y sobre todo por una universidad que sepan que aquí estoy, que sepan que no soy un número más o una matrícula más. Entonces decido venirme a esta Universidad, que forma con valores y forma universitarios capaces y con ética, también en conocimientos y que no nada más es teoría, también mucha práctica”.

Destacó que un persona que marcó mucho su vida académica dentro de la Universidad fue la Dra. Soraya Reyes.

“Yo decía quiero ser como ella, quiero tener mucha información pero también quiero llevarla a la práctica. Una vez ella dijo en clase chicos, cuando tengan tiempo de hacer prácticas durante la universidad, practiquen, desenvuélvanse y me quede con esa idea”.

Dolores comenzó su camino profesional a la par de que estudiaba, puesto que desde el segundo semestre comenzó a trabajar en un consultoría.

“Llevaba la responsabilidad de asesorar, ayudar o brindar información para las empresas, para mí fue tan formativo tener las tres plataformas, el ser estudiante pero también ser empleado y a la vez poder colaborar con empresas; para mí fue algo importante, me quedé todos los semestres a partir del segundo hasta el último, por eso me urgía terminar y adelantaba veranos”.

Otro de los aspectos que más recuerda de su paso por la Universidad son las ferias del emprendedor que desarrollaron durante el tercer y quinto semestre, donde lo que hacían era buscar un producto, desarrollarlo y ver todos los procesos que se requieren desde la parte administrativa hasta la mercadológica.

“A la feria venían maestros, catedráticos, el Rector, venia gente externa, porque eran invitados, para mí eso fue un impacto, el poder decir “wow” imagínate cuántos negocios podríamos formar”.

De igual forma destacó que le marcó mucho la disciplina que a pesar de que era una universidad muy abierta, había un aspecto muy marcado en la ética, en la religión, más que en la religión en el amor a Cristo, en el sentir a Dios en tu vida. 

“Para mí fue impactante que podías estar tomando clases y en cualquier momento podías entrar a la capilla. Cuando yo estudiaba aquí, todo el mundo te saludaba, era como una fraternidad, como una familia y eso es algo que me gusta aplicar en mis negocios”. 

Al salir de la Universidad ya era consultor junior en CRECE, la consultora en la que trabajó desde que inició sus estudios; al tiempo su hoy esposo le pide matrimonio y tienen que cambiar su residencia a Monterrey, por lo que pide su cambio a la sucursal de dicha ciudad.

“Se me dio la oportunidad de trabajar en algunos proyectos más grandes como CEMEX, TERMIUM, etc, eso me fue formativo. Pude trabajar en la implementación de un modelo financiero para explicarle desde que el señor que limpiaba hasta el director general”.

Comenta que una vez un señor como de 60 años la cuestionó sobre los consejos que daba en la consultoría al preguntarle cuantos negocios tenía; eso fue un detonante que la impulsó a iniciar proyectos propios.

“En ese entonces mi papá tuvo la oportunidad de hacer una inversión en Estados Unidos y se inició una empresa de limpieza; empecé a trabajar y me di muchos descalabros, todos los descalabros que supuestamente ella asesoraba, pero eso  te va formando”.

Posteriormente comienzan las operaciones de Dos A Emprendedores, el cual representa no solamente el nombre de Dolores Santander sino también el nombre de sus hijos y su relación con Dios al referirse al salmo dos que habla del ungido, así como la relación del emprendedor y su mentor.

Hoy en día Dolores cuenta con Dos A Emprendedores, Dos A Consoulting Group, Luna 27, Mr. Barbería y un quiosco de joyería como proyectos propios.

“Estamos apunto  de abrir nuevas líneas de negocio donde vamos a meter joyería, pero además vamos a meter productos  de belleza, cremas, algunos suvenires, complementos alimenticios, también estoy en el proceso de abrir un canal de YouTube donde este conocimiento que he aprendido y adquirido por carne propia, pero también con otros emprendedores y otros empresarios compartirlo con mucha gente porque a veces lo que necesitamos es una estrategia”.

Mencionó que sin duda alguna la UPAEP le dio bases de conocimiento, le enseñó a investigar, a no quedarse sólo con lo que le decían, a ir más allá.

“Dos cosas importantes me quedan y que hoy aplico: ve e investiga y luego ejecuta, ambas fueron formativas de mi universidad”.

Finalmente recomendó a los jóvenes que inician su formación, que no detenga su instrucción académica, pero que sin duda pueden formarse para emprender. No duden en hacerlo; que absorban los conocimientos que los catedráticos les compartan.

“Si sienten que les exigen, si sienten que les piden más, eso en la vida práctica les va a ayudar, porque cuando sean directores o dueños de su propio negocio no se van a quedar nada más con lo poquito o se van a conformar, sino que van a ir por más”.

Y para aquellos jóvenes que están terminando los exhorta a buscar oportunidades, a ser constantes y pacientes.

“Hay oportunidad, solo hay que buscarla y hay que verlas, porque a veces no nos damos la oportunidad de palpar y de sentir, no queremos, somos desesperados y más la generación de ahora; en mi generación todavía éramos un poco pacientes, yo no soy paciente, pero lo fui y hoy  veo el resultado”, finalizó.

 Otros Datos

  • Disfruta pasar el tiempo con sus hijos, platicar con ellos y realizar muchas actividades.
  • Le relaja y divierte nadar, a los 33 años aprendió este deporte, lo que representó romper un paradigma, puesto que le daba mucho miedo.
  • Le encanta pasar el tiempo con su esposo a quien considera su confidente y amigo. “es alguien que ha motivado mucho a Dolores Santander, el me ha financiado mucho”. Disfruta mucho las pláticas con él, el salir a platicar, salir a cenar, le encanta aprender de él.
  • “También me encanta estar sola, en Monterrey estamos llenos de montañas y en el ventanal de la recámara principal tengo el cerro de las Mitras, a veces me quedo horas viendo las maravillas de Dios, disfruto esa parte de la naturaleza”.
  • Su libro favorito es uno escrito por Kiyosaki, Por qué los de diez trabajan para los de seis, “no dice otra cosa más que hay que buscar las oportunidades y a veces las oportunidades están en lo más simple, en lo que uno tiene como competencias y ese libro me ha marcado”. 

 

 

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