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En los últimos treinta años hemos sido testigos de diferentes avances tecnológicos y científicos que no hubieran sido posible sin la ayuda de las ingenierías, cuya importancia radica en que su intervención no se limita a un sector en particular. Podemos observar la participación de los ingenieros tanto en la construcción y el mantenimiento de infraestructuras, como en la programación de un sistema informático. También, los ingenieros han jugado un papel fundamental en la simplificación de los procesos de producción mediante el perfeccionamiento y creación de maquinaria que automatice las actividades de las fábricas, así como en la coordinación de los agentes que integran una cadena de suministro. Así, las ingenierías proporcionan herramientas para establecer estrategias que garanticen la calidad de los productos y servicios que consumimos, ya sea que provengan de la industria petroquímica o de telecomunicaciones.

Dicho lo anterior, podemos encontrar ingenieros involucrados en todo tipo de actividades económicas e incluso sociales. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta se encuentra en la esencia misma de la profesión, para lo cual vale la pena ahondar en el significado de la palabra ingeniero.

Etimológicamente, podemos descomponer al ingeniero en dos vocablos latinos; es decir, ingeniero proviene de la unión de ingenium, que significa ingenio, con el sufijo arius, que se refiere al desarrollo de un oficio o profesión.¹ Entonces, podemos decir que el ingeniero es aquella persona que ejerce el ingenio. Por su parte, ingeniería es la unión entre ingenium y el sufijo ía, que en latín se utilizaba para referirse a una disciplina. Así, la ingeniería es la disciplina o profesión del ingenio.

La evolución de los teléfonos celulares es un ejemplo sencillo que nos muestra lo ingeniosos que son los ingenieros. Actualmente, los teléfonos celulares nos permiten desarrollar tareas que hace treinta años necesitaban de un aparato en específico, como lo son la calculadora, las alarmas, el GPS, el reproductor de sonido, las cámaras fotográficas y de video. ² Incluso, para algunas actividades, podemos utilizar un celular inteligente en lugar de las computadoras portátiles o de escritorio. Así, entre otras cosas, el teléfono celular nos permite reducir el peso de nuestra maleta cuando vamos de viaje.

Lo anterior no sería posible sin la intervención de todo tipo de ingenieros, quienes desarrollaron nuevos instrumentos, artefactos o máquinas para lidiar con espacios reducidos y/o presupuestos limitados. Dicho en otras palabras, estos profesionistas tuvieron la disposición para desarrollar soluciones novedosas a problemas específicos; es decir, emplearon su ingenio para poner en nuestras manos un aparato con usos múltiples que facilita y simplifica nuestro día a día.

Es importante mencionar que, al ser los profesionistas del ingenio, los ingenieros pueden generar soluciones prácticas y poco costosas, combinando herramientas que provienen de las matemáticas, la física y la química. Así, la ingeniería no es sólo aplicación, sino también experimentación. Al tener conocimientos científicos sólidos, los ingenieros han sido capaces de revolucionar a la ciencia misma. Por mencionar algunos ejemplos, la masificación del internet y el surgimiento de las sociedades digitales no sería posible sin la fibra óptica, invención hecha por el ingeniero eléctrico Charles K. Kao y por la que ganó el premio Nobel de Física en el año 2009. ³ Recientemente, Hiroshi Amano, ingeniero electrónico, también obtuvo el premio Nobel de Física por lograr la emisión de luces de bajo consumo energético mediante diodos azules.⁴ También, Mario Molina, ingeniero químico egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, ganó en 1995 el premio Nobel de Química por proveer evidencia del riesgo a la capa de ozono, asociado con los gases de efecto invernadero.

Por consiguiente, una base sólida en ciencias básicas permite a los ingenieros ser capaces de generar soluciones en sociedades y procesos de producción cada vez más complejos. Por mencionar un ejemplo, vivimos una transformación industrial en la que no sólo es necesario perfeccionar la maquinaria que se utiliza, sino que también es fundamental obtener información valiosa para la toma de decisiones ante la inmensa generación de datos provocada por la digitalización de los procesos. En la llamada cuarta revolución industrial, o Industria 4.0, las ingenierías tienen un amplio horizonte de problemas por resolver.

El Decanato de Ingenierías de la UPAEP está consciente de la importancia de formar ingenieros que sean capaces de resolver y proponer soluciones a los problemas que enfrentamos en los procesos de transformación tecnológica que estamos viviendo; muchos de los cuales ya estamos investigando. Puesto que las actividades que realiza el Decanato de Ingenierías en este contexto son muy variadas, sería imposible resumirlas en la columna de hoy. Por lo anterior, “Las Voces de Ingenierías” es una iniciativa del Decanato para compartir con un lenguaje sencillo el quehacer académico de sus profesores y estudiantes a la comunidad UPAEP y a los que no pertenecen a ella; esperamos que esta columna ayude a los lectores a dilucidar el ingenio con el que el Decanato de Ingenierías está analizando y resolviendo los problemas que surgen en las transformaciones tecnológicas, industriales y sociales.