A solo tres horas después de su inauguración el miércoles, 20 de enero 2021, el presidente Joe Biden firmó decretos – executive orders – para proteger el programa DACA contra la deportación de los “soñadores”, para detener la construcción del nefasto muro con México, y para anular el veto migratorio que prohíbe la entrada en Estados Unidos a los ciudadanos de once países.
En su primer acto en el Despacho Oval de la Casa Blanca, Biden firmó 17 decretos y proclamaciones destinadas a deshacer muchas de las medidas que tomó Donald Trump, especialmente las relacionadas con la inmigración. Una de ellas pide a los Departamentos de Justicia y de Seguridad Nacional (DHS) tomar todas las medidas necesarias para salvaguardar el programa DACA, instaurado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama, y que protege de la deportación a casi 650,000 indocumentados que llegaron a Estados Unidos con sus padres cuando eran niños, conocidos como “Dreamers” o soñadores.
Trump ordenó terminar ese programa en 2017, pero los tribunales le impidieron hacerlo, aunque todavía hay un litigio activo sobre el problema ante un tribunal federal en Texas, estado que, junto a otras ocho entidades federales del país, han pedido declarar inconstitucional el programa. Biden también ha pedido que el Congreso actúe para proteger a los soñadores, y su nueva propuesta de una reforma migratoria integral exige otorgarles directamente la residencia legal permanente a ellos y a los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS) – en otras palabras: a los refugiados.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza fue forzada por Donald Trump a completar otros 480 kilómetros del “Muro” solo horas antes del fin de su presidencia, pero en un segundo decreto, Biden ordenó acabar de inmediato con la emergencia nacional decretada por Trump para desviar fondos astronómicos presupuestados originalmente para el ejército estadounidense, y transferirlos hacia la construcción del muro en la frontera con México. Eso permitirá al presidente Biden cumplir su promesa de cancelar el proyecto estrella de Trump en la frontera, aunque Biden no planea derribar la parte de la barrera ya construida por su predecesor, que solo se extiende a lo largo de 727 kilómetros de la zona limítrofe.
Un tercer decreto firmado por Biden anulará el veto migratorio que impuso Trump hace cuatro años a los viajeros procedentes de once países con poblaciones musulmanas, conocido popularmente como el “veto a los musulmanes”. Biden también ordenó al Departamento de Relaciones Exteriores a reanudar las solicitudes de visado para ciudadanos de países subdesarrollados – clasificados en las palabras de Trump como: “Shithole Countries”. Además, Biden ordenó volver a contar a los inmigrantes indocumentados en el censo de población que se lleva a cabo cada diez años, y revisar los mecanismos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) a la hora de arrestar a indocumentados, que se recrudecieron durante el mandato de Donald Trump.
Nuestro presidente López Obrador, en su mañanera de 20 de enero exigió que “se deben regularizar” a los ocho millones de mexicanos indocumentados que viven en E.U.A. y se mostró convencido de que Biden “va a reafirmarse” en esta postura. ¡Ojalá!, pero cabe recordar que AMLO – notablemente – no fue invitado a la ceremonia de la inauguración de Joe Biden.
Dr. Juan Carlos Botello Dr. Werner G.C. Voigt |