Durante el presente semestre hemos dado pasos muy notables en términos de planeación institucional; uno de ellos es la construcción de los planes táctico-operativos (PTO) que enmarcan la labor de cada área, esto nos permiten la visualización de su dinámica de trabajo, procesos, interrelaciones con otras áreas, su manera de evidenciar mejora continua y contribuir al logro de la misión institucional. Esta labor es de gran valía pues nos da una visión panorámica de nuestras actividades que contribuye en mucho a planear siguientes pasos, medirnos contra mejores prácticas y poder ir materializando, de manera alineada, las acciones pertinentes para el logro de metas e indicadores contenidos en el PDI (Plan de Desarrollo Institucional).
En la etapa actual, los líderes UPAEP de las áreas académicas y administrativas están generando estos documentos y formalizando los vínculos de comunicación y trabajo sinérgico que caracterizan a una organización que aprende, emprende y se reconforma para abrazar el cambio y la dinámica de los retos actuales en favor de la excelencia académica.
Paralelamente, cada PTO va delineando las estrategias y lineamientos que favorecerán la construcción de los Reportes de Revisión de Programa que es el instrumento que cada Director de Programa Académico, en trabajo colegiado con sus docentes, producirá para tener la mirada 360 grados de toda la planeación institucional en todos sus niveles.
En alineación con la misión institucional, así como con nuestros objetivos educativos y de gestión, tanto el PTO como el Reporte de Revisión de Programa nos permitirán identificar espacios de mejora continua, refinar acciones conducentes al éxito estudiantil con una mirada unificada entre la aportación de la academia y la contribución del área administrativa, ajustar procesos de enseñanza-aprendizaje favoreciendo el logro de resultados de aprendizaje, reflexionar sobre nuestros procesos y enfocar iniciativas, detectar necesidades de capacitación o desarrollo, generar ideas innovadoras para abordar los retos de ser responsables de la formación integral de nuestros educandos, tomar decisiones informadas y basadas en evidencia y alimentar o cimentar sinergias intrainstitucionales.
Bajo una tónica de reflexión profunda, de aprendizaje institucional y un autoestudio objetivo de cada área, estamos haciendo crecer un sistema de aseguramiento de calidad académica que ahora será mucho más pujante de lo que ya ha demostrado ser.
Los esfuerzos hechos en este sentido nos ayudarán a aliviar trámites más operativos que son parte de la agenda de la universidad como reportes a instancias externas o conducción de procesos de acreditación. Mientras más claros tengamos los procedimientos, los actores, la evidencia y los mecanismos de interlocución, más fácil será demostrar ante los demandantes de información la efectividad institucional.
Estos trabajos deben ser guiados por un espíritu de comunidad entre la academia y la administración, pues juntos buscamos el mismo fin. Y deben ser compartidos con públicos que tengan interés en ello, como los empleadores, estudiantes, pares, etc. para incorporar sus voces también y para asegurar que todos aportamos en la construcción del éxito estudiantil.
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Dra. Soraya Reyes Guerrero |
