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Estamos en los albores de nuestro 50 aniversario y arrancaremos los preparativos con el año de la calidad. El ciclo 2020- 2021 será dedicado a la calidad académica, un concepto muy bien vivido en UPAEP. En este ánimo, valdría la pena poder revisar algunos conceptos o nociones de calidad académica para enriquecernos con diversas visiones y poder clarificar nuestras propias contribuciones al mismo.

Según Vlansceanu et al. (2004), la calidad académica es un concepto de múltiples dimensiones y dinámico por naturaleza. Está íntimamente relacionado con el modelo educativo y la misión institucional, pero cobra vida dentro del acontecer de cada programa académico. Para el INEE (2018), es también un tema multidimensional que reconcilia elementos de pertinencia, relevancia, eficacia, impacto y equidad.

Las funciones sustantivas del quehacer educativo, arropadas por el acompañamiento de las áreas administrativas y de apoyo académico, son los grandes pilares de este concepto. Desde esta perspectiva, en el proceso de construir calidad educativa, interactúan varios elementos clave: selección del personal, capacitación permanente, proceso pedagógico, movilidad, libertad de cátedra, uso de tecnologías y equipamiento en apoyo a la cátedra, sólo por mencionar algunos. Pero también, se pueden distinguir tres grandes componentes que son inherentes a la calidad: misión y visión institucional, la estructura organizacional y el medio o contexto externo.

La misión y visión institucional son el marco rector, el faro que alumbra todos los esfuerzos y que alinea los propósitos y aportaciones de todas las áreas de la universidad. Nos mantienen enfocados y unidos bajo una identidad y esfuerzo común.

Por su parte, la estructura organizacional sostiene a la infinidad de procesos e interacciones que van construyendo el camino hacia la calidad educativa. La estructura favorece la gestión, la organización de recursos, los procesos académicos y no académicos, así como la relación entre los diferentes actores de la comunidad universitaria que son quienes hacen vida las intenciones y planteamientos de la misión y visión institucional a favor de la excelencia académica.

Finalmente, el contexto en el que estamos insertos es también un componente de la calidad pues influye en la pertinencia y relevancia de la oferta académica, y la manera en como respondemos como institución para hacer una contribución positiva hacia la sociedad a la que pertenecemos.

Todos y cada uno de nosotros estamos conectados en esta meta de la calidad educativa; nuestras diferentes aportaciones van construyendo y sumando a favor de lo que se espera de una institución de calidad.

La calidad académica no es un fenómeno de ocasión o surgido por generación espontánea. Es un mérito conseguido por el perfeccionamiento de las prácticas educativas, por la apertura al cambio y la transformación, así como la disposición de repensarnos para mejorar constantemente, teniendo como centro de los esfuerzos a los estudiantes y su formación integral.

La idea de calidad tiene sus cimientos en la evaluación, misma que nos ayuda a favorecer el éxito estudiantil, entendido éste como la preparación de los estudiantes para abordar y resolver los retos personales, sociales y profesionales que enfrenten, haciendo gala de los valores y principios que su universidad formó en ellos (WSCUC, 2013).

A unos pasos de poder festejar nuestro 50 aniversario, y asumiendo la calidad académica como un tema muy de UPAEP, reconozcamos y sintámonos orgullosos de nuestra contribución. Somos artífices del éxito estudiantil y es una gran responsabilidad que nos une para evidenciar que somos una universidad transformadora.