El martes, 16 de junio de 2020 el renombrado índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa (IED) de la empresa consultora A.T. Kearney, reveló que México ya no se encuentra dentro de los 25 destinos prioritarios para recibir IED a nivel mundial. Esto refleja que los inversionistas consideran que nuestro país es un destino mucho menos atractivo para la inversión extranjera directa respecto a otros países. Esa opinión de la firma Kearney está basado en un análisis realizado del 27 de enero al 3 de marzo 2020 de opiniones de 500 ejecutivos de las 30 principales empresas del mundo y es la segunda ocasión desde la creación del índice en la que México se encuentra fuera; lo estuvo previamente en 2011.
Durante el año pasado, 2019, ocupábamos el lugar número 25 de la lista, mientras que históricamente, la mejor posición se registró en 2010 durante el mandato de Felipe Calderón cuando nuestro país ocupó el octavo lugar como destino más atractivo en el mundo para invertir. Y en 2015 y 2013 fueron años en los que México se sitió en noveno lugar a nivel mundial. A pesar de la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, México necesita reenfocar todos sus esfuerzos para recuperar la confianza de los inversionistas extranjeros. Obviamente, los efectos de la pandemia del COVID-19 provocarán adicionalmente que los inversionistas prioricen mercados desarrollados, por lo que se espera un distanciamiento de economías emergentes y fronterizas que sufrirán mucho más en esta época de crisis que podría continuar durante años sin el descubrimiento de una vacuna eficaz.
Por años, las inversiones extranjeras han sido vistas en México como un signo inequívoco de progreso económico. Y es que su presencia tiende a reflejar un entorno donde las compañías transnacionales más importantes del mundo pueden empezar a desarrollarse e impulsar sus metas a largo plazo. Por supuesto, su salida de algún país es un símbolo de que la economía de esa nación no es atractiva para el desarrollo de inversiones adicionales. Según el director y socio de Kearney México, Ricardo Haneine, nuestro país ya no es considerado un país atractivo para inversiones extranjeras por culpa de varias decisiones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Las más destacadas son la suspensión y desmantelamiento del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, así como el haber priorizado los proyectos astronómicamente costosos del aeropuerto de Santa Lucía, las dos refinerías de Dos Bocas y el extraño megaproyecto del Tren Maya que en el contexto actual son obras faraónicas con escaso impacto en el empleo y el desarrollo nacional. No es del todo sorprendente que la calificación de México haya bajado a un nivel tan grave: El freno a la inversión de Constellation Brands y a las inversiones enormes de compañías multinacionales en proyectos de energía limpia y renovable han causado la pérdida de miles de millones de dólares para los inversionistas y han causado una alarmante y creciente fuga de divisas.
Irónicamente, considerando su nueva posición en el ranking de inversiones extranjeras, una de las grandes prioridades de nuestro gobierno federal ha sido mejorar la situación económica. Según la Secretaría de Hacienda, se busca una recuperación rápida y súbita de la economía al terminar la pandemia a pesar de los casi inexistentes esfuerzos para controlarla. El perder la confianza de los inversionistas extranjeros no es el único reto que se cierne sobre México. La inversión nacional de empresas privadas y de gobierno, es insuficiente; los inútiles esfuerzos para resolver la creciente pobreza extrema y la virtual desaparición de las remesas, requiere el capital de los extranjeros para empujar la recuperación. La certeza de una recesión catastrófica garantizará años y años perdidos para nuestro país – quizás el mayor desplome en un siglo.
Las naciones de la lista de los afortunados en la trágica ausencia de nuestro país son:
- Estados Unidos
- Canadá
- Alemania
- Japón
- Francia
- Reino Unido
- Australia
- China
- Italia
- Suiza
- España
- Singapur
- Nueva Zelandia
- Holanda
- Suecia
- Bélgica
- Corea del Sur
- Irlanda
- Los Emiratos Árabes
- Dinamarca
- Portugal
- Brasil
- Finlandia
- Noruega
- Taiwan
En este mismo sentido el panorama económico para México no es muy halagador a pesar que las cifras revelan que los flujos no han sido del todo malos. En 2018 México captó 12,533 millones de dólares para nuevas inversiones de inversión extranjera directa y en 2019 13,092 millones de dólares -apenas 559 millones de dólares por arriba- mientras que en el primer trimestre de 2020 México captó sólo 2,272 millones de dólares. Se espera que, al término del año, el país captará aproximadamente 10,000 millones de dólares, lo cual demostrará una caída en la captación tanto por temas de la pandemia como por la pérdida de confianza de los inversionistas internacionales.
Y el problema se va a agudizar para el próximo año ya que será un año complicado electoralmente hablando. Nuestro país estará enfocado en las elecciones intermedias y dejará por un lado los temas prioritarios como la inversión, la creación de empleos, la seguridad, el sistema de salud, etc. El gran reto para nuestro país en los próximos años es generar confianza tanto internamente como externamente para los ciudadanos, pero también para los inversionistas.
Dr. Juan Carlos Botello Dr. Werner G.C. Voigt |