Hace dos semanas, previo a que se declara la suspensión de labores debido a la pandemia de COVID-19, el parlamento de Canadá ratificó el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido como “T-MEC” en México.
El tratado va a entrar en vigor el primer día del tercer mes una vez ratificado por el último socio – Canadá – posiblemente este primero de junio. Sin embargo, la industria automotriz en los tres países esta en un estado de pánico ante la incertidumbre al no contar con las reglas detalladas y uniformes que deberán cumplir una vez entrando en vigor el T-MEC.
El artículo 5.16 de este tratado indica que, “al entrar en vigor este acuerdo, adopten o mantengan a través de sus respectivas leyes o regulaciones, regulaciones uniformes con respecto a la interpretación, aplicación y administración” de los capítulos de reglas de origen, procedimientos de origen, bienes textiles y de vestido, y administración aduanera y facilitación del comercio.
Por su parte, la Industria Nacional de Autopartes, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz y la Asociación Nacional de Producción de Autobuses, Camiones y Tractocamiones solicitaron hace una semana a la Secretaría de Economía la negociación con los otros dos países para poder operar durante el resto de 2020 bajo las reglas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y que las nuevas disposiciones en materia de reglas de origen entren en vigor en enero de 2021.
Los productos del sector automotriz comercializados en algunos de los tres países deberán cumplir con un porcentaje de 66% de valor de contenido regional (VCR), frente al 62.5 % del TLCAN y en los años siguientes se incrementará gradualmente a 69% en 2021, 72% en 2022 y 75% en 2023.
Para las autopartes el T-MEC establece mayores porcentajes de cumplimiento de VCR por costo neto, es decir: las autopartes esenciales tendrán que alcanzar como mínimo 75%, mientras que las autopartes principales 70%, y 65% para las partes complementarias.
Según nuestra Secretaría de Economía: “Una vez que sean emitidas las reglamentaciones uniformes habrá más claridad y la industria automotriz podrá tener certeza sobre las nuevas reglas establecidas en el T-MEC”. Pues, ahora estamos a dos meses de la entrada en vigor del T-MEC y todavía hay silencio al respecto por parte de nuestras autoridades.
Pero han llegado a nuestro rescate los integrantes del Comité de Finanzas del Senado de los Estados Unidos al solicitar a la Casa Blanca aplazar hasta nuevo aviso la entrada en vigor del T-MEC. A través de una carta oficial dirigida al representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, legisladores de ambos partidos coincidieron en la necesidad de posponer su implementación “a la luz de la importante crisis de salud pública y las interrupciones de las cadenas de suministro causadas por el COVID-19.
Según los Senadores: “La pandemia del COVID-19 ha impactado a gobiernos, empresas, trabajadores y agricultores en todo el mundo, dejando poco tiempo y recursos para prepararse para una transición sin problemas al T-MEC. Estados Unidos no puede permitir que el acuerdo entre en vigor antes de que Canadá y México demuestren plena adhesión a sus compromisos al T-MEC”. Y ahora, la industria automotriz mexicana también pide insistentemente retrasar la entrada del T-MEC.
¡Pero, extrañamente, luego de que los senadores estadounidenses solicitaron posponer la entrada en vigor del acuerdo, nuestro Senado propuso lo contrario! Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, expresó hace unos días que nuestro país busca ADELANTAR la implementación del tratado. Dice él: “Nosotros al contrario. Nuestra petición, como Senado Mexicano, es que podamos adelantar la vigencia del T-MEC – al contrario: ¡“No hay motivo para interrumpir ni posponer la entrada en vigor del T-MEC!”
Dr. Juan Carlos Botello Dr. Werner G.C. Voigt |