Después de trece años en el poder, Evo Morales, presentó su renuncia a la Presidencia de Bolivia luego de que el general de las Fuerzas Armadas de su país, Williams Kaliman, pidiera esta acción en aras de lograr la pacificación del país en medio de una rebelión no solamente de la población sino de la policía también. Tras presentar su renuncia, Evo Morales denunció que había una orden de aprensión “ilegal” en su contra y que tanto su domicilio como el de familiares habían sido atacados. Nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador calificó la acción de Morales como responsable pues con ello evitó “exponer a su pueblo a la violencia”. Previamente, Morales había convocado a nuevas elecciones, posteriormente que la inspección y monitoria realizada por la Organización de Estados Americanos – la OEA – reveló una serie de fraudes electorales en los comicios presidenciales del 20 de octubre de 2019. Por ello, la OEA señaló que “no podía garantizar la integridad de los datos y dar certeza de los resultados”. La salida de Evo Morales sucedió después de casi un mes de sangrientas protestas en la nación en contra de lo que la oposición calificó como una elección fraudulenta en la que el comunista Morales había ganado la posibilidad de ser el presidente de Bolivia por cuarto mandato consecutivo.
El senado de México recibió el lunes, 11 de noviembre de 2019 una comunicación oficial de parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores y del Gobierno Federal de que se le otorgó asilo al exmandatario Morales y ésta decisión se basó en la tradición diplomática de México de los últimos 200 años. Como dijo nuestro Canciller Marcelo Ebrard: “La cancillería mexicana, previa opinión de la Secretaría de Gobernación, en voz de la ministra Olga Sánchez Cordero, ha decidido concederle asilo político al señor Evo Morales por razones humanitarias y en virtud de la situación de urgencia que enfrenta en Bolivia en donde su vida e integridad corren riesgo.” El pedido formal, que se hizo a través de una llamada telefónica, se dio luego del ofrecimiento que el Gobierno de México hizo a Morales el domingo, 10 de noviembre de 2019, horas después de que renunció a la presidencia por pedido de las fuerzas armadas de Bolivia. Extrañamente, los aliados comunistas de Morales, Cuba, Nicaragua, Venezuela, Vietnam y la República Popular de China se callaron y no mostraron ningún intento de ayudarlo – mientras tanto López Obrador no tardó en enviar un avión de super lujo de la Secretaría de Defensa Nacional para recoger a Morales. Este operativo encontró una multiplicidad de obstáculos interpuestos por los gobiernos de Ecuador, Perú, Brasil y Paraguay entre otros porque nuestros funcionarios federales evidentemente olvidaron que una aeronave militar o estatal – bajo el Derecho Internacional Privado - no tiene el derecho de paso inocente como tienen aeronaves civiles en el espacio aéreo de otras naciones. Por eso, debido a la necesidad de obtener los permisos de sobrevuelo, nuestro operativo mal planeado duró más de once horas.
Surge así la pregunta: ¿Es legal otorgar a Morales asilo político por razones humanitarias? Según la Convención sobre Asilo de la Habana de 1928 y la Convención sobre Asilo Diplomático de Caracas de 1954, nuestro Gobierno tiene todas las facilidades de otorgar asilo a Morales y, además, la legislación federal mexicana también reconoce el otorgamiento del asilo político en la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político de 2011.
Aunque la decisión del gobierno claramente es legal, ¿es prudente en el contexto político internacional asociarnos voluntariamente con Morales? un comunista que anunció el día de su llegada en México su intento de iniciar – desde nuestro territorio – un contra golpe con enorme fuerza. Desde nuestra perspectiva, esto sería absolutamente contraproducente para la imagen de México en el resto del mundo. Sin embargo, los intereses personales de Andrés Manuel López Obrador podrían cegar al presidente por el simple deseo de querer asumir el liderazgo en América Latina. Es muy peligroso lucrar con el expresidente Evo Morales.
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Dr. Juan Carlos Botello Dr. Werner G.C. Voigt |
