Según el informe oficial del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, una caravana conformada por tres mujeres y catorce niños salió del poblado de Galeana, Chihuahua, al poblado de Bavispe, Sonora el 4 de noviembre de 2019 a las 9:30 am. A las 13:00 horas esa familia fue interceptada y emboscada por un grupo de hombres fuertemente armados. Las tres mujeres y seis de los menores murieron calcinados en sus vehículos. Julián LeBarón, un miembro de la familia inmediatamente alertó a la policía estatal de Sonora y al ejército que llegaron increíblemente al lugar de la tragedia a las 17:00 horas – cuatro horas después de la masacre. A las 19:30 horas la Fiscalía del Estado de Chihuahua envió personal de investigación a la zona que una hora después inició un operativo de búsqueda. A las 21:05 horas, más de ocho horas después de la tragedia, elementos de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional llegaron y con suma incompetencia confirmaron la muerte de cuatro personas. Esta cifra fue corregida a las 00:05 horas del día siguiente, sin explicación alguna, al verdadero saldo de 9 fallecidos y 6 lesionados. Las víctimas tienen doble nacionalidad: la de los Estados Unidos y de México y en estas situaciones, según el Derecho Internacional Privado ambos gobiernos de nacionalidad tienen el derecho de involucrarse en cualquier investigación. Como siempre en estos casos - hasta ahora ni uno de los sicarios ha sido arrestado pero las autoridades mexicanas tienen un sinfín de teorías y sospechas. De hecho, el gobierno especula sobre el fuego cruzado entre cárteles de la frontera. La familia LeBarón, un grupo de fundamentalistas de los Mormones, cobró la atención de los medios en la zona norte del país hace 20 años por organizar junto con el poeta Javier Sicilia, el “Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad” dedicado a la lucha contra el crimen organizado y a la defensa de víctimas de la violencia en Sinaloa, Sonora y Chihuahua. En el año 2009, uno de los activistas de la familia, Erick LeBarón, fue secuestrado y asesinado por el crimen organizado y porque los LeBarón continuaron su lucha, pocos meses después, Benjamin LeBarón y su amigo Luis Widmar Stubbs también fueron secuestrados y asesinados. Por eso la familia recibió protección policíaca sin embargo esa protección fue retirada sin explicación alguna hace un mes… En menos de 24 horas después de la masacre, Donald Trump, en un tuit, ofreció apoyo con armamento a México para librar juntos una “guerra” contra los cárteles de la droga. Este mensaje se produjo debido a que las nueve víctimas muertas y los seis lesionados cuentan con la nacionalidad estadounidense. Según el tuit de Trump: “Una familia y amigos maravillosos de Utah quedaron atrapados entre dos viciosos cárteles de droga, que se disparaban en uno al otro, con el resultado de que fueron asesinados muchos grandes estadounidenses, incluidos niños pequeños. Si México necesita o solicita ayuda para limpiar estos monstruos, los Estados Unidos están listos, dispuestos y son capaces de involucrarse y hacer el trabajo de manera rápida y efectiva.” “This is the time for Mexico with the help of the United States to wage war on the drug cartels and wipe them off the face of the earth! You need an army to fight an army!”
Y la respuesta de nuestro gobierno: el presidente López Obrador manifestó: “Es un asunto que nos corresponde a nosotros atender, al Gobierno de México, de manera independiente y haciendo valer nuestra soberanía. Al ser cuestionado sobre la posible participación del FBI en las investigaciones, AMLO señaló que esa parte le corresponde al Gobierno Mexicano y no permitirá la entrada de agentes extranjeros en México. Cuando se le cuestionó a nuestro presidente sobre el ofrecimiento de Trump para “librar una guerra contra los cárteles, él dijo que no coincide en ese planteamiento, pues considera que toda guerra es irracional y su administración apuesta por la paz. Él agregó que el fallido operativo del 17 de octubre en Culiacán y el ataque a la familia LeBarón, despertó y alentó los afanes autoritarios del uso de la fuerza, pero el gobierno no hará frente a la inseguridad con violencia. “¡Abrazos, no Balazos!” Y el jueves, 7 de noviembre AMLO reafirmó: “El gobierno no cambiará la estrategia de seguridad”. Sin embargo, estos nuevos acontecimientos confirman un nuevo capítulo sobre la inseguridad en México ahora con tintes terroristas. Cuando Pablo Escobar quería apoderarse de Colombia y las cosas no resultaban como él quería, simplemente atentaba contra civiles de una manera tal que sembraba el terror en la sociedad. Nos parece que sitiar una ciudad como Culiacán, tomar como rehenes a familias de militares y ahora asesinar cobardemente a miembros de la familia Lebrón son signos del poder que tácitamente ha otorgado Andrés Manuel López Obrador al crimen organizado al pactar, pero también al declarar que no los va a combatir. El crimen organizado ya se dio cuenta de la capacidad que tiene y tal parece que estamos protagonizando el inicio de una nueva ola de sangre y muerte en nuestro país y, este año va a terminar como el año más sangriento en la historia reciente de México. Una de las preguntas que nos planteamos es ¿Hasta cuándo México va a soportar sin combatir al crimen organizado? ¿Cómo reaccionará Estados Unidos al ver que México no hace nada para atacar el problema? ¿Usará nuevamente Donald Trump a México como su piñata electoral e impondrá nuevamente sanciones económicas hasta no ver resultados en materia de seguridad?
Dr. Juan Carlos Botello Dr. Werner G.C. Voigt |