Estrategia y competitividad
El Reino Unido al Borde del Abismo
16 septiembre Por: Dr. Werner G.C. Voigt and Dr. Juan Carlos Botello
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El gobierno del Reino Unido, a través de la entonces primera ministra, Theresa May, presentó en marzo de 2017 la carta formal para abandonar la Unión Europea al presidente de la Comisión Europea, Donald Tusk, invocando el Artículo 50 del Tratado de Lisboa y dando paso a años de complicadas negociaciones infructuosas de divorcio. Este proceso de desvinculación debe terminarse el 31 de octubre de 2019. Pero, el 19 de octubre por ley el parlamento le exigirá al primer ministro que pida una prórroga – si es que no se llegó a ningún acuerdo de salida antes del 19 de octubre – para salir de la UE, sin embargo, todo indica que Boris Johnson no pedirá a Bruselas una extensión y aquí hay otro problema porque él está obligado a cumplir con la ley. Ante todo esto, Johnson ha dicho que no importa si lo meten a la cárcel y lo destituyan lo cual provoca que se deberá convocar a elecciones pero el parlamento no quiere y no puede por acuerdos previos durante la gestión de James Cameron. El nuevo primer ministro Boris Johnson enfrenta una de las tareas más duras para cualquier primer ministro en los últimos 74 años: mantener, en un ámbito político de absoluto caos, la integridad del gobierno del Reino Unido y evitar un Brexit duro sin un acuerdo con la Unión Europea sobre una salida ordenada del Reino Unido. Sin embargo, en estos últimos días, el ambiente de incertidumbre es obvio por la expulsión por parte de Boris Johnson de 21 miembros inconformes del parlamento, entre ellos el nieto de Winston Churchill – todos Conservadores – con el resultado de convertir a los Conservadores en un gobierno minoritario. Para evitar una rebelión en el parlamento la directiva del gobierno de Boris Johnson – con el visto bueno de la Reina Isabel II – de suspender durante cinco semanas el parlamento, disparó la caída abrupta de la libra esterlina. La suspensión del parlamento a partir del 9 de septiembre de 2019, ha terminado las opciones de que los miembros de la cámara bajan del parlamento, puedan frenar un Brexit sin acuerdo: la Unión Europea no va a prorrogar una vez más la fecha crítica del 31 de octubre. Es indispensable señalar que las prórrogas o suspensiones del parlamento son comunes cuando llega un nuevo primer ministro, pero la coyuntura en estos momentos lo hace ver como una catástrofe.

Preparativos para limitar en la medida de lo posible el horrible impacto de una salida desordenada han sido revelados en el plan oficial llamado: “Operation Yellowhammer”. Las consecuencias catastróficas de una salida desordenada – El Hard Brexit – están detalladamente enumerados en el documento: Empezando el 1 de noviembre de 2019 habrá falta de alimentos perecederos y medicinas, camiones de carga atrapados durante más de 15 días en Dover por la falta de agentes aduaneros, estancamientos gigantescos en los accesos a Londres y otras grandes ciudades, cierre de refinerías de petróleo por falta de abasto de crudo, quiebra de pequeñas y medianas empresas por el colapso de cadenas de suministro, aumento drástico de precios, contrabando, desempleo masivo y – últimamente – una recesión que va a reducir el crecimiento del Producto Interno Bruto en 8%. Un Brexit desordenado dejará en el aire el acceso del sistema financiero con sede en el Reino Unido al mercado único de la Unión Europea y romperá los lazos comerciales entre ambas partes, con la consiguiente reactivación arancelaria y una enorme incertidumbre con respecto a la situación legal de las compañías y personas europeas en el Reino Unido y de los británicos en Europa.

Los efectos no son limitados exclusivamente a Europa: México va a experimentar el impacto también a través de la salida automática del Reino Unido del TLCUEM. Pero afortunadamente, aunque Gran Bretaña es la quinta economía más poderosa en el mundo, nuestro comercio con ellos solo representa 0.7% de nuestro comercio global. En pocas palabras: el intercambio total de productos y servicios entre México y Gran Bretaña llegó a 4.7 mil millones de dólares en 2018 y nuestras exportaciones a ellos se sumaron a 1.5 mil millones de dólares. Nuestras exportaciones claves a Gran Bretaña son: Oro para uso industrial, motores para automóviles y camiones, unidades de memoria y cerveza mientras que las importaciones mexicanas desde Gran Bretaña son Whiskey Escoces, farmacéuticos, gasolina, autopartes, aeropartes y automóviles (Mini Cooper, Jaguar, Bentley, Land Rover y Rolls Royce) La inversión directa del Reino Unidos en nuestro país llegó a 10 mil millones de dólares en los últimos 18 años, representado por HSBC, Glaxo-Smith-Kline, Astra-Zeneca, Seguros Provident y Seguros Royal and Sun Alliance. Todos estos productos y operaciones – a partir de “Halloween” de este año van a perder sus privilegios de cero aranceles e impuestos y deberán apegarse a las reglas de la OMC.

Dr. Juan Carlos Botello
Director Académico
Facultad de Comercio Internacional y Logística
UPAEP

Dr. Werner G.C. Voigt
Profesor Emérito

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