Donald Trump emitió el 25 de Julio de 2019 un decreto presidencial titulado “Mejorar la Seguridad Pública en el Interior de los Estados Unidos” que no recibió mucha atención en nuestros medios antes del sábado pasado cuando empezaron redadas masivas e indiscriminadas de nuestros indocumentados. Hasta la fecha, más de 750 de nuestros compatriotas – incluso ellos que gozaron indultos en la administración de Obama – han sido victimizados por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés). El decreto de Trump establece prioridades de deportación virtualmente ilimitadas y enfocadas a perfilar racialmente y selectivamente a personas con el fin de identificar y deportar a los mexicanos indocumentados bajo los siguientes supuestos:
- Haber sido sentenciado por cometer un delito.
- Haber sido acusado de cometer un delito, cuando no se haya resuelto dicho cargo.
- Haber cometido actos que podrían constituir un delito.
- Haber participado en una declaración falsa en relación con cualquier asunto oficial.
- Haber aprovechado de cualquier programa relacionado con la recepción de beneficios públicos.
- Estar sujeto a una orden de deportación, pero que no ha cumplido con la obligación de salir de Estados Unidos.
- A juicio (o discreción) de un oficial de policía o de inmigración la persona podría ser un riesgo para la seguridad pública o la seguridad nacional.
Ante este peligro, ahora omnipresente en los Estados Unidos, la recomendación de los autores para todos los mexicanos – inmigrantes legales o ilegales – “Si agentes de policía o del ICE llegan a tu puerta:
- No abras la puerta, pero mantén la calma. Tu sí tienes derechos bajo las leyes de E.U.A. Debes, a partir de ahora, limitar tus actividades fuera de tu casa para no atraer la atención de oficiales.
- Pregunta para qué están ahí. (y solicita un intérprete si necesitas uno)
- Si los agentes piden entrar a tu casa, pregúntales si tienen una orden judicial firmada por un juez. Si la tienen, diles que te la muestren (por la ventana o que la pasen por debajo de la puerta).
- Si ellos NO tienen una orden con el título: “Order for Warrant for Entry on Premises to Search for Aliens who are in the United States without Legal Authority” firmada por un juez, puedes negarte a dejarlos entrar porque la orden administrativa de deportación de ICE, que ellos típicamente muestren (Warrant of Removal/Deportation) no tiene validez legal.
- Si entran ilegalmente a la fuerza, no te resistas. ¡Los agentes hacen uso de sus armas de fuego inmediatamente!
- Si eres arrestado, absolutamente permanece en silencio y no firmes nada hasta que hables con un abogado recomendado por el Consulado de México. Bajo el Protocolo 5 de la Convención de Viena sobre las Relaciones Consulares tú tienes el derecho de contactar al Consulado inmediatamente después de tu detención.
Por si esto fuera poco, el fin de semana pasado nos enteramos de dos eventos verdaderamente traumáticos relacionados con masacres hechas por tiradores en Estados Unidos. La masacre de El Paso, Texas ha cobrado mayor relevancia por sus tintes relacionados directamente con crímenes de odio. El atacante reveló minutos antes del tiroteo un manifiesto on-line en el cual hablaba sobre una “invasión hispana de Texas”, un plan detallado para dividir a Estados Unidos por razas, pero lo más grave de ese manifiesto era un objetivo: matar a tantos mexicanos como fuera posible. Una de las preguntas que deberíamos plantearnos es ¿De dónde surge tanto odio hacia los hispanos y/o mexicanos? ¿Quién o quiénes promueven los discursos de odio hacia los latinos? Más allá de buscar a los responsables, debemos tomar en cuenta las consecuencias que surgen de ello. Por ejemplo, la comunidad latina jamás se volverá a sentir segura en territorio de Estados Unidos. Muchos latinos se refugiaron en ese país porque venían huyendo de la inseguridad de sus propios países, pero ahora la realidad es otra. Tendrán que pensárselo dos veces cuando salgan a la calle para hacer sus actividades cotidianas porque en un mal día podrían ser alcanzados por una bala disparada por un xenófobo. Los discursos de odio están brindando frutos. Ahora bien, no debemos echar en saco roto las señales que nos manda nuestro vecino del norte porque en México está sucediendo algo similar. Los discursos de odio que se promueven desde la presidencia de la república no son cosa menor. Afortunadamente sólo quedan en pequeñas batallas en redes sociales, en medios de comunicación, pero es muy importante que “no se dé el brinco” para escalar los niveles de violencia. Sería gravísimo que un seguidor de la 4T saliera a matar fifís sólo porque los últimos no comparten la misma ideología que el gobierno de AMLO. Por último, también está surgiendo un discurso de odio en la sociedad mexicana respecto a los inmigrantes centroamericanos. No permitamos que eso suceda, no debemos convertirnos en lo que tanto hemos criticado. ¿Alguna vez nos imaginamos que tendríamos que hablar de estos temas? ¿Hasta qué punto nuestra sociedad ha caído en la deshumanización?
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