El pasado lunes 15 de julio se dio a conocer el Plan de Negocios de Pemex para el periodo 2019-2024. La versión pública es un documento que consta de 221 cuartillas divididas en diversos apartados que como todo plan de negocios empresarial debe demostrar tres aspectos fundamentales: su viabilidad técnica, comercial y financiera. Si por alguna razón fallase alguna de éstas, el plan de negocios habrá fracasado. Ahora bien, al revisar el plan de negocios de Pemex aprobado en esta semana, me llaman la atención varios aspectos. En esta ocasión sólo escribiré sobre algunos de ellos. El primero, es sin duda una extraña justificación al inicio del documento del porqué no puede tener éxito el proyecto. Se enlistan una serie de razones o variables a las que se pueden culpar en caso de fracasar entre las que destacan una baja calificación de las acreditadoras financieras o simplemente por la competencia que, dicho de otra manera, es como si PEMEX se curara en salud por si alguna enfermedad anduviera por ahí amenazando su existencia.
Si Usted tratara de vender un automóvil, seguramente no empezaría mencionando una larga lista de defectos y fallos que tiene el vehículo sino al contrario trataría de destacar todas las cualidades y bondades del producto para convencer a su comprador. Bueno eso es lo que haría una persona sensata pero no la 4T. El apartado cuatro me parece por encima de todo, que debería ser una de las piedras angulares del plan de negocios, me refiero a la política energética nacional. PEMEX por supuesto forma parte de esa política, pero PEMEX no debe ser TODA la política energética. En este apartado prácticamente se considera a PEMEX como el gran proyecto que salvará a México de ya no ser un país subdesarrollado y para ello AMLO está empecinado en destinar para gasto en inversión en el 2020 unos $11,500 millones de dólares, para el 2021 y 2022 $13,700 millones de dólares y para el 2023 unos $12,600 millones de dólares de acuerdo a la revista expansión, lo que nos un total de $37,800 millones de dólares que equivalen aproximadamente a $758,000 millones de pesos que dicen que saldrán de inyecciones directas y una reducción fiscal. Las inyecciones directas provendrán de todos los recortes presupuestales a las distintas dependencias gubernamentales, así como de distintos programas de gobierno como fondos previstos para estas situaciones, pero lo más preocupante será la reducción a la carga fiscal de la petrolera y es que, no se nos debe olvidar que hasta la fecha PEMEX es la caja chica del gobierno y al no tener ahora una carga fiscal mayor el gobierno tendrá que buscar otras fuentes alternativas de hacerse de recursos. ¿Será que la 4T está planeando la imposición de nuevos impuestos o de dónde va a salir todo el dinero para cumplir el capricho petrolero de AMLO? De Dos Bocas, ya ni hablo. Aunado a esto, también lo preocupante es que este gobierno piense que PEMEX será la clave de la soberanía energética del país mientras que otros países están desarrollando con éxito energía con fuentes alternativas con una fuerte visión de futuro. La seguridad energética de este país está en peligro sobre todo cuando el gobierno se aferra a sus caprichos y ocurrencias.
Dr. Juan Carlos Botello
Profesor – Investigador
Escuela de Comercio Internacional
UPAEP
Estrategia y competitividad
¿Cuál es la política energética de México en la era de la 4T?
21 julio Por: Juan Carlos Botello