El miércoles, 19 de junio de 2019, el Senado del Congreso de la Unión en su primera sesión extraordinaria ratificó con 114 votos a favor, 4 en contra y 3 abstenciones el texto del T-MEC en su totalidad convirtiendo a México en el primer país en hacerlo. Cada una de las cuatro comisiones dictaminadoras (Secretaría de Relaciones Exteriores, Puntos Constitucionales, Secretaría de Economía y Comisión de Relaciones Exteriores de América del Norte) expusieron sus conclusiones así como su aprobación por unanimidad donde están de acuerdo que México NO debe regresar a las prácticas proteccionistas sino que al contrario, está a favor del libre comercio. La Comisión de América del Norte curiosamente demandó más políticas públicas que impulsen la inversión y el desarrollo. En conclusión, todo parece indicar que la política comercial de México está a favor del libre comercio, sin embargo, los hechos demuestran lo contrario ya que el gobierno federal al desaparecer el fideicomiso que dio origen a PROMEXICO incurrió en errores graves como la falta de promoción de las exportaciones mexicanas así como la falta de promoción de México para la atracción de inversión extranjera directa. También decidió desmantelar a la Secretaría de Economía eliminando sus delegaciones en el interior de la república paralizando los trámites de comercio exterior de las empresas. En algunos casos, cuando el tiempo de respuesta era de 8 días, ahora es en 15 si la empresa corre con suerte. La reducida Secretaría de Economía ha decidido centralizar los trámites en la ciudad de México provocando cuellos de botella que hacen inoperante el comercio exterior. Por otro lado, Canadá ha indicado su intento de esperar hasta el inicio del nuevo parlamento el 1 de octubre de 2019. La situación en el congreso de los Estados Unidos en este momento es totalmente indefinida. Para ellos el T-MEC (USMCA por sus siglas en inglés) es un tratado no autoejecutable y requiere de la ratificación por parte de ambas cámaras. La presidenta de la cámara de Representantes, Nancy Pelosi, demócrata, ha manifestado tajantemente que su bancada mayoritaria no va a ratificar el tratado si no hay cambios profundos en materia laboral y en materia de protección ambiental. Nuestro canciller, Marcelo Ebrard invitó a la Sra. Pelosi a una cena en un restaurant de lujo en Washington la semana pasada para cambiar su posición tan inflexible – pero sin resultados algunos. Por eso, en este momento, nuestra ratificación no significa mucho – excepto por el pronunciamiento de nuestro presidente que el T-MEC va a dar estabilidad y certidumbre a nuestra economía y atraerá más inversión extranjera directa. En verdad, el T-MEC contiene un sinfín de píldoras venenosas que aceptamos sin oponernos a los nefastos intentos de Trump de destruir nuestra ventaja competitiva en nuestra relación bilateral con el fin de eliminar nuestro superávit anual de 74 mil millones de dólares en la balanza comercial con E.U.A. El efecto de nuestra ratificación va a resultar en lo siguiente:
En el sector automotriz, 40% del contenido de un automóvil o camioneta debe fabricarse utilizando mano de obra pagada de 16 dólares o más por hora. Para camionetas Pick-up la cifra es: 45%. Si no cumplimos, Trump tiene el derecho de aplicar un arancel punitivo de 25%.
75% del contenido de estos automotores debe ser regional, producido en E.U.A., Canadá, o México. Bajo el TLCAN la cifra fue 62.5%. En conjunto, estas provisiones van a reducir sustancialmente nuestra competitividad en el mercado automotriz de los E.U.A.
En el capitulo 3 del tratado, México aceptó que no impondrá aranceles a la importación agrícola estadounidense cuando las organizaciones campesinas infructuosamente solicitaron a AMLO que grave cinco productos básicos que compiten deslealmente con los mexicanos – entre ellos maíz amarillo, soya y trigo altamente subsidiados por el gobierno estadounidense. Mientras que a México se le prohíbe utilizar subsidios o salvaguardas agrícolas. Los artículos referidos a medidas sanitarias y fitosanitarias y al comercio de productos de biotecnología agrícola entre E.U.A. y nuestro país – en muchos aspectos son violatorios de las leyes, reglamentos y órdenes judiciales. Por ejemplo: nos comprometimos aceptar maíz genéticamente modificado en violación de un sinfín de amparos federales que prohíben su importación, venta y siembra. Además, nos obligamos de implementar el tratado de Budapest que permite la obtención de patentes sobre maíz, hongos, bacterias y enzimas – todo en favor de la agroindustria estadounidense.
En el capitulo 28 dedicado a las buenas prácticas regulatorias, condiciona la aprobación de leyes nacionales al visto bueno de los Estados Unidos si este país se ve perjudicado.
Ahora, al aprobar el Senado el nuevo tratado, también acepto la eliminación del mecanismo de solución de controversias, por lo que se abre la puerta a los juicios se trasladen a tribunales estadounidenses.
En el Capítulo 32 – Excepciones y Disposiciones Generales – prohíbe a México “negociar tratados de libre comercio con países como China, Vietnam o Cuba, que no son considerados por los E.U.A. economías de mercado.
En el Capítulo 33 – Temas de Política Económica y tipo de Cambio – se agregó un nuevo elemento regulatorio sobre el tipo de cambio que extiende el dominio y la injerencia estadounidense sobre variables que faltan someter a los intereses estadounidenses.
Existe en el T-MEC una clausula de extinción. ¡La idea de Trump de que se acabará cada cinco años es una locura! Un tratado comercial se ratifica para dar certidumbre a los inversionistas. Una clausula de este tipo hará exactamente lo contrario.
En cualquier momento el gobierno de E.U.A. el presidente de los Estados Unidos puede invocar el llamado “International Emergency Economic Powers Act si el presidente de E.U.A. determina que existe una amenaza inusual y extraordinaria que le otorga atribuciones para imponer aranceles punitivos.
Entonces, para que sirven los tratados comerciales como el T-MEC, si Trump puede, en cualquier momento decretar un arancel letal a nuestros productos con efectos desastrosos para nuestra economía. ¿Acaso tenemos muchas monedas de cambio para enfrentar dicha situación como se hizo en el caso de los migrantes?
Dr. Juan Carlos Botello
Profesor – Investigador
Escuela de Comercio Internacional
UPAEP
Dr. Werner G.C. Voigt
Profesor Emérito
Estrategia y competitividad
México ha ratificado el T-MEC, pero: ¿A qué Precio?
24 junio Por: Dr. Werner G.C. Voigt and Dr. Juan Carlos Botello