En unos pocos días – el 12 de abril de 2019 – el Reino Unido va a caer en un Brexit duro – sin provisiones de controlar ningún elemento de su salida de la Unión Europea y con consecuencias potencialmente desastrosas para el país.
El próximo viernes se cumple el plazo para la salida definitiva, un proceso conocido como Brexit, lo que pondrá fin a su membresía durante los últimos 46 años y según los expertos esta dinámica probablemente va a provocar una impresionante recesión con un crecimiento negativo en el PIB de 7.7% en los próximos 12 meses. El proceso es engorroso pues, implica que dejaran de aplicarse en relación con este país las cuatro libertades fundamentales de la Unión Europea: la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales. En la práctica esto significa que podrá verse afectada no solamente al Reino Unido pero también a una cantidad innumerable de personas, gobiernos y compañías en toda Europa, señaló la Comisión Europea la semana pasada en un documento de 16 páginas pronosticando para el Reino Unido una contracción anual en el PIB per cápita de 3500 de dólares si el Brexit se hará una realidad de forma abrupta. En este documento la Comisión Europea afirma que ahora no hay un arreglo sobre la situación de los casi dos millones de ciudadanos que residen en el Reino Unido ni sobre los 1.2 millones de británicos que residen en la Unión Europea. Un problema casi apocalíptico es la falta de agentes aduaneros en números adecuados en el Reino Unido que va a causar enormes retrasos en el transporte por carretera, y dificultades inimaginables para los puertos marítimos y aeropuertos donde habrá enormes filas de vehículos esperando a cumplir con los nuevos trámites aduanales. El pronóstico de expertos en logística son demoras de un año hasta dos años en la contratación de personal aduanero. Además, advierte que el Reino Unido probablemente se convertiría en un país tercero en lo relativo a temas de comercio y regulatorios, lo que “representa un retroceso significativo en comparación con el nivel actual de integración de mercado. En su texto, la Comisión Europea recuerda que hasta ahora ha publicado 68 documentos distintos sobre las preparaciones necesarias en sectores concretos de la economía, incluyendo seguridad alimentaria, servicios financieros, aduanas, transporte, derecho de sociedades y los demás aspectos legales y técnicos que las empresas y los gobiernos deben tomar para estar adecuadamente preparados y que permiten vislumbrar las complejidades que entraña el Brexit. Mientras tanto el gobierno británico está paralizado y no ha tomado medidas para mitigar el daño de un Brexit duro pasando buena parte de los últimos dos años negociando un acuerdo de salida que el parlamento rechazo tres veces. Entre otras cosas el acuerdo, negociado por Theresa May y la Comisión Europea en enero de 2019, establece un periodo de transición que tiene como objetivo darles a las partes tiempo para ajustarse y negociar los términos de su nueva relación hasta el 31 de diciembre de 2020. El acuerdo también estableció cuánto dinero le debe pagar el Reino Unido a la Unión Europea para honrar los compromisos adquiridos como miembro del bloque: unos 50 mil millones de dólares. Las partes también se comprometieron a mantener los derechos de los ciudadanos británicos en la U.E. y los derechos de los ciudadanos de la U.E. en el Reino Unido. Adicionalmente existió una provisión para evitar la reinstalación de una frontera física entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte. ¡Pues, todo esto fue rechazado por el parlamento británico tres veces en sucesión!
Tratando a ayudar a los desafortunados británicos, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea determino hace un mes que ellos pueden cancelar definitivamente su salida bajo el Artículo 50 del Tratado de Lisboa en cualquier momento del proceso, por lo que, al menos en teoría, pueden corregir su error hasta el último momento del 12 de abril… Entonces, claramente se observa que Reino Unido se encuentra en un callejón sin salida, sin embargo, también hay externalidades negativas. Este es el caso de las relaciones comerciales entre México y Reino Unido. Hay que recordar que Reino Unido y México están vinculados a través del TLCUEM con un comercio bilateral de 4.7 mil millones de dólares. Pero ahora surge la pregunta: ¿Cómo va a impactar un Brexit duro a nuestro comercio con Reino Unido sin los beneficios del TLCUEM? Pues definitivamente el sector automotriz es uno de los cuáles se afectará porque actualmente los consumidores podemos gozar de diversos productos británicos como el whiskey y los automóviles MINI. En ese sentido, ¿Cuánto nos costaría un whiskey importado de Reino Unido con la imposición de aranceles, o la importación de un vehículo y sus refacciones? Esto es sólo una muestra de cómo los consumidores asumimos los costos de decisiones tomadas por políticos que no miden las consecuencias.
Dr. Juan Carlos Botello
Profesor – Investigador
Escuela de Comercio Internacional
UPAEP
Dr. Werner G.C. Voigt
External Consultant
Estrategia y competitividad
Brexit: ¡El Reino Unido al Borde del Abismo!
07 abril Por: Dr. Werner G.C. Voigt and Dr. Juan Carlos Botello