Estrategia y competitividad
De ocurrencias y cosas peores…
17 febrero Por: Juan Carlos Botello
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Parafraseando al Maestro Armando Fuentes, decidí titular el boletín de esta semana así porque cada día que pasa de la 4T, confirmamos que el gobierno federal basa su diario actuar en ocurrencias y simulaciones. De hecho, muchas de ellas acaban en un completo desastre. A continuación enumeraré algunos ejemplos. De acuerdo a lo señalado en enero pasado por el presidente López Obrador, ¿Usted sabía que el neoliberalismo - aparte de ser un modelo político-económico insertado en la economía mundial del siglo XX - es un factor que contribuye al divorcio? No sé si él se refería a que el “neoliberalismo” es un causal de divorcio pero, por aquello de las dudas, de acuerdo al Artículo 267, Capítulo X del Código Civil Federal, se enumeran veinte causales de divorcio pero, por más que leí con todo detenimiento cada uno de ellos ninguno me refirió al “neoliberalismo”. Definitivamente no va por ahí. Así que traté – en mi propio imaginario – de buscar otro tipo de respuesta a la correlación. Aplicando el sentido común, identifiqué en los discursos de AMLO los mensajes de odio dónde él está totalmente convencido que el modelo neoliberal ha sido un total fracaso para nuestro país y que debe cambiar el régimen de gobierno. La democracia es el sistema político que cobija de mejor manera a un sistema neoliberal pero cuando el pueblo siente que el sistema ha fallado y éste no ha contribuido a su bienestar entonces podríamos decir que es factible que se genere una ola de rechazo y como consecuencia un divorcio social. ¡Voilà! La ecuación quedó resuelta. Sin embargo, dudo mucho que AMLO lo haya visto desde este ángulo. Otro ejemplo es el relacionado con el robo de combustible. Esta es la historia. Resulta que a alguien se le ocurrió que para que el crimen organizado ya no se robara más la gasolina de los ductos por donde es transportada entonces éstos deberían cerrarse y de esta manera acabar con el problema pero, esto ocasionó un brutal desabasto en la región del bajío. Para subsanar el desabasto, a alguien se le ocurrió que sería buena idea la adquisición de aproximadamente 900 carros-tanque para el abastecimiento en vez de usar los ductos. Sin embargo, tal como lo consignamos en boletines pasados, la compra de los carros-tanque fue inútil ya que antes que llegara el primer lote el desabasto de la gasolina ya se había regularizado a decir del propio AMLO. Lo peor viene a continuación. Los equipos que compraron los 4 secretarios de estado en USA no cumplen con la normatividad sobre pesos y dimensiones por lo que, ante este “descuido” decidieron cambiar la regulación y ¡voilà! Asunto resuelto. Me parece que estamos hablando de un caso en el cual las consecuencias son muy graves. En primer lugar, la autoridad no debe permitir la circulación de los carros-tanque en las carreteras mexicanas ya que en caso de haber un accidente estaríamos hablando de una tragedia provocada por el mismo gobierno. En segundo lugar; se supone que este gobierno ha tratado a todas luces de vendernos la idea que quieren eliminar la corrupción en todas las esferas de la sociedad. Me pregunto si cambiar las regulaciones a modo para cubrir la ineficiencia del gobierno federal no es uno de los primeros actos de corrupción de este gobierno. No lo sé, es sólo una pregunta.

Dr. Juan Carlos Botello
Profesor – Investigador
Escuela de Comercio Internacional
UPAEP

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