Estrategia y competitividad
¿Realmente podrá ser México una potencia mundial como lo promete AMLO?
09 diciembre Por: Juan Carlos Botello
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El sábado pasado 1 de diciembre en su toma de protesta como presidente de México para el periodo 2018-2024, Andrés Manuel López Obrador prometió que México se convertiría en un país modelo y en una potencia económica. Sin embargo, en su discurso inaugural sólo se escuchó que iba a impulsar una serie de programas sociales enfocados a la erradicación de la pobreza pero casi no abordó el tema del desarrollo económico. Es preocupante que este nuevo gobierno piense que la competitividad de México se va a incrementar a partir de la explotación de los recursos naturales y la producción de artesanías. De acuerdo con Michael Porter, los recursos naturales pueden ayudar al desarrollo de un país en primera instancia, pero el verdadero desarrollo se genera a partir del conocimiento, la tecnología y la infraestructura. Hoy en día, continúa en la dinámica global la interdependencia entre los países, lo cual significa que la promoción de las exportaciones y la captación de inversión extranjera directa son instrumentos del modelo neoliberal que tanto criticó AMLO en su toma de protesta. Queda claro que ello, no se encuentra dentro de sus prioridades. Por ejemplo, ha decidido cerrar las oficinas de PROMEXICO en el exterior que cumplían con esas tareas y así mismo no existe pronunciamiento alguno respecto a la política comercial del sexenio. Sólo se mencionó que está de acuerdo con el T-MEC, pero no dijo nada respecto al resto de los tratados de libre comercio de los que México forma parte. El desarrollo económico no se construye a base de mentiras e imprecisiones como las que ha dejado ver el presidente. Resulta que un día dentro de su gira del adiós a la campaña (ya siendo presidente electo) promete que va a reducir el I.V.A. y el I.S.R. en 8% y en 20% respectivamente en la frontera norte de México, pero después recula y dice que no; pues en su discurso del sábado pasado dijo que siempre sí va. En un artículo de la prestigiada revista The Economist, se argumenta que AMLO está enviando señales equivocadas al entorno internacional, señala que no sólo tiene pésimas ideas, sino que también tiene pésimos planes para implementarlas. El gobierno anterior contaba con gran talento humano que fue capaz de renegociar el T-MEC, sin embargo, la mitad del gran equipo ya no va a continuar y lo más seguro es que la otra mitad lo está pensando, porque ahora los salarios se han reducido considerablemente propiciando con ello una fuga de talentos en el gobierno federal. Muchos puestos de trabajo serán sustituidos por personas que no cuentan con el perfil requerido porque el nivel salarial no va acorde con el nivel de responsabilidad y experiencia que representan los diferentes puestos de trabajo, pero, existe un enorme riesgo que dichos empleados caigan en corrupción para completar su salario, entonces, en vez de atacar la corrupción probablemente se esté fomentando. Por otro lado, se piensa que enviando a 2,600,000 jóvenes como aprendices en talleres se va a mejorar la competitividad del país en vez de desarrollar habilidades en ellos para ser más competitivos y, es que, ¿alguien podría argumentar que a través de la operación de unos simples talleres se puede incrementar la competitividad del país? ¿Los talleres mexicanos son competitivos en comparación de otros talleres a nivel mundial? ¿Acaso los talleres en México son la base de la competitividad? Me parece que en los discursos de la toma de protesta y del zócalo sólo vimos un puñado de demagogia. Falso cariño es el que expresó el pueblo en el evento del zócalo porque AMLO sólo le dijo al pueblo lo que quería el pueblo quería escuchar. Por otro lado, me preocupa que Muñoz Ledo afirme que AMLO no sólo se ha transformado, sino que ahora se ha transfigurado haciendo definitivamente alusión a la actitud mesiánica del presidente de la república que incluso ahora tiene el don de perdonar a aquéllos que han caído en actos de corrupción especialmente en los gobiernos anteriores. Debemos tener cuidado con personajes que se cuentan cuentos y se los creen.

Dr. Juan Carlos Botello
Profesor – Investigador
Escuela de Comercio Internacional
UPAEP

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