El 11 de octubre de 2018 el gobierno de Canadá anunció su decisión, tomada por el primer ministro Justin Trudeau y su ministro de finanzas Bill Morneau, de aplicar aranceles punitivos a siete categorías de acero exportado por México al mercado de Canadá. Estas medidas van a entrar en vigencia el próximo jueves, 25 de octubre y los productos afectados por esta inesperada y contraproducente medida son:
Chapas gruesas, barras de refuerzo de hormigón – exportamos 62 millones de toneladas a Canadá cada año - productos tubulares de energía – exportamos 127 millones de toneladas a ese país anualmente - chapas laminadas en caliente, acero prepintado tubería de perforación petrolera y alambrón. Según la mayoría de los analistas: ¡Nuestro sector acerero va a sufrir un impacto de perdidas en exceso de 230 millones de dólares solo en los próximos 12 meses!
Expresamente- e inexplicablemente Trudeau declaró exentos de estos aranceles a los Estados Unidos, Chile e Israel…
En una llamada telefónica el lunes 15 de octubre, nuestro Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, advirtió a Chrystia Freeland, Ministra de Relaciones Exteriores de Canadá: “México revisará cuidadosamente las medidas impuestas, ya que podrían resultar violatorias de los compromisos internacionales de Canadá como el TLCAN”. Él está absolutamente en lo correcto: El USMCA todavía no ha sido firmado ni ratificado por los poderes legislativos de los tres países y consecuentemente el TLCAN sigue vigente – especialmente su Artículo 302 que dice expresamente: “Ninguna de las partes…podrá adoptar ningún arancel nuevo sobre bienes originarios.” Además, el líder del partido Republicano en el Senado del Congreso de los Estados Unidos, Mitch McConnell, anunció el martes, 16 de octubre: “¡La ratificación del USMCA será un tema para el fin del próximo año!”
Entonces, surge la pregunta: ¿Que está motivando un grado de rabia de los canadienses contra México que motiva a ellos a desacatar al derecho internacional (léase: el TLCAN)?
Recordamos que el 27 de agosto de 2018 después de 4 días de negociaciones bilaterales – inexplicablemente excluyendo al equipo negociador de Canadá - Donald Trump y nuestro presidente Enrique Peña Nieto anunciaron con enorme triunfalismo su entendimiento para un nuevo acuerdo comercial entre los E.U.A. y México. México aceptó virtualmente todas las demandas de Trump y bajo el impacto de esta nueva realidad, Canadá, con enorme enojo contra México, se vio forzado a firmar todas las cláusulas onerosas del ahora denominado USMC. Un participante en las negociaciones que excluyeron a Canadá, Andrés Rozental, en una rueda de prensa con los medios de Canadá ofreció la siguiente explicación: “Creo que el gobierno ha puesto cara de verdad a lo que en realidad es, desde mi punto de vista, una situación muy desafortunada. Decidimos que México y Estados Unidos negociarían, bilateralmente, reglas de origen para el sector automotriz y Canadá consideró que no era necesario que estuviera en la mesa de negociaciones porque se beneficiaría de cualquier acuerdo alcanzado entre los dos- Lo que no creo que nadie esperara es que justo después de haber discutido las reglas de origen de los automóviles, de repente, comenzamos a negociar bilateralmente con los Estados Unidos sobre todo lo demás, especialmente los asuntos pendientes: clausulas de caducidad, resolución de conflictos, propiedad intelectual, compras gubernamentales etc. Sin la presencia de Canadá… Creo que nosotros, México, deberíamos haber insistido en tener a Canadá con nosotros…” Agrego nuestro canciller Luís Videgaray, poco tiempo después: “Hay cosas que no controlamos, particularmente la relación entre Canadá y los Estados Unidos y definitivamente no queremos exponer a México a la incertidumbre de no tener un acuerdo. No tener un acuerdo comercial con E.U.A. es un riesgo sustancial para la economía mexicana.” Una afirmación más de la expresión axiomática: Las Naciones no tienen amigos – solo intereses. Entonces claramente se puede apreciar un conflicto que incluso ha generado otra serie de dudas respecto al tipo de acuerdo que firmaremos próximamente y es que al revisar las cartas paralelas del USMACA podemos darnos cuenta que no hay cartas paralelas entre Canadá y México. Es decir, ¿podría alguno de estos dos países imponer medidas proteccionistas cuando cada parte lo desee?
Dr. Juan Carlos Botello
Profesor – Investigador
Escuela de Comercio Internacional
Dr. Werner Gerhard Christian Voigt Hummel
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