Recientemente se ha iniciado en distintos medios una campaña que pretende dar a conocer a los ciudadanos los logros de la actual administración a lo largo de éstos años. Este primero de diciembre se cumplen seis años de que el titular del ejecutivo Enrique Peña Nieto inicio su gestión. Una etapa que por sus características se ha convertido en uno de los períodos más controvertidos de la historia contemporánea.
Por una parte, son 6 años de logros, pues el actual mandatario ha sido capaz de conseguir acuerdos políticos que permitieron llevar a cabo 11 reformas estructurales: La Reforma Laboral, La Reforma Hacendaria; La Reforma Financiera; La Reforma Educativa; La Reforma Energética; entre otras, que se mantenían pendientes o inconclusas desde hace varias décadas.
Reformas, que en su momento crearon grandes expectativas en el interior y exterior del país, inversionistas extranjeros y diferentes medios especializados externos se le llego a mencionar como el momento mexicano y la posibilidad de que el país dejara de ser una economía de ingreso medio y pasara al siguiente nivel.
Se trato del paquete de reformas más amplio de la historia moderna del país, con grandes expectativas en el largo plazo, pero con aplicaciones inciertas en el corto plazo. En principio todos los sectores estuvieron de acuerdo con ellas, el sector empresarial a través sus organismos cúpula manifestó su aprobación y alabó los logros obtenidos.
En la actualidad se mantiene cierta prudencia sobre sus alcances y los beneficios que parecían inmediatos han comenzado a postergarse cada vez más, otras han sido fuertemente criticadas y el gobierno electo ha hablado de cancelar otras.
Por otra parte, es un período en el cuál los rezagos heredados desde hace 30 años que no fueron atendidos con oportunidad, hicieron crisis y han ocasionado una crisis de tal magnitud, en materia de corrupción e inseguridad, creando preocupación e incertidumbre a los ojos del mundo.
Una forma de evaluar éste periodo presidencial sería comparando promesas con logros, la otra es resaltando lo bueno, lo malo y lo feo de la administración saliente, optemos por lo segundo, haciendo referencia solo a los aspectos más relevantes
Lo Bueno
Lo positivo del gobierno saliente sin duda es la aprobación de las reformas estructurales, la estabilidad macroeconómica, necesaria para reducir la incertidumbre, el control de la inflación en niveles del 3.5%; La creación de empleos formales alrededor 800 mil por año; El descenso de la tasa de desempleo en rangos promedio del 4%; estabilidad en finanzas públicas con un superávit primario que considera superávit antes del pago de deuda.
Lo Malo
El modesto crecimiento económico, el Producto interno bruto en éstos 6 años. en promedio ha presentado un crecimiento del 2% insuficiente para crear empleos por 1 millón 500 mil que demanda el mercado laboral; La creación de empleos precarios con bajos salarios y baja productividad; Crecimiento en la Informalidad, se estima que 28 millones de mexicanos se mantienen en la economía informal; A pesar de varias décadas de programas sociales no han podido salir de la situación de pobreza más de 50 millones de mexicanos, y se ha sumado al empobrecimiento la clase media;
Otro pendiente que no se atendió fue la revisión a la baja de los altos sueldos muchos funcionarios públicos, en términos generales los salarios consumen casi el 40% del gasto corriente del gobierno federal; La deuda pública creció a un ritmo alarmante a lo largo de éstos años ubicándose en 46% del PIB, pero si sumamos la deuda de los estados y municipios y los pasivos laborales, equivale a casi dos veces el PIB.
Lo feo
La inseguridad y la corrupción son un cáncer que está acabando con el país y lastima a los mexicanos; Los escándalos de conflictos de interés la falta de transparencia y la imagen que da de continuar viviendo en un ambiente de corrupción.
Sin duda los ciudadanos mexicanos tendrán su propia y mejor opinión.
Dr. Marcos Gutiérrez Barrón
Escuela de Economía