La Cumbre de los G-7, los siete países con las economías más fuertes del mundo fue celebrado en Quebec, Canadá los días 8 y 9 de Junio en un clima de hostilidad de los participantes contra Donald Trump por su imposición de aranceles punitivos e ilegales a acero y aluminio exportados a los Estados Unidos. Para mostrar a los demás su supuesta superioridad, llegó tarde a la ceremonia de apertura y a cada sesión de los diversos comités. Cuando anunció su intento de abandonar los procedimientos ocho horas antes de la clausura planeada, Alemania acusó Trump de destruir la confianza del mundo con su comportamiento y Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá, reafirmo su intención de responder a la imposición de aranceles punitivos con represalias comparables contra los E.U.A. afirmando que nadie va a presionar a Canadá. La respuesta no se hizo esperar: el asesor económico principal de Trump, Larry Kudlow, acusó a Trudeau de traicionar a Trump, agregando: “Trudeau realmente nos apuñaló por la espalda” y el otro asesor, Peter Navarro, declaró que “hay un lugar en el infierno para cualquier líder extranjero que se involucra en la diplomacia de mala fé contra el presidente Donald Trump” y el mismo Trump, en uno de sus famosos tweets calificó a Trudeau como “muy deshonesto y débil”. ¡En este caos, Larry Kudlow sufrió un paro cardiaco e inmediatamente fue ingresado en el hospital Walter Reed en Washington! Claramente podemos darnos cuenta del tremendo odio que ha ido creciendo de Trump hacia Canadá.
Ya en su avión, el Airforce One, volando a su segunda cumbre con Kim Jong Un en Singapur, Trump instruyó a la delegación norteamericana para no firmar el comunicado final de la cumbre de los G-7, convirtiendo de esa manera en enemigos a los aliados más importantes de los Estados Unidos.
Pero, inexplicablemente, en Singapur, Trump el autodenominado experto en tácticas y estrategias de negociación, se comportó sumiso a las demandas del dictador de Corea del Norte: 1) Kim fue recibido como un líder internacional distinguido y de igual estatus como el Presidente del único super-poder geoestratégico del mundo – Donald Trump. 2) Kim, increíblemente recibió por parte de Trump una garantía incondicional por parte de los Estados Unidos de la defensa de su dictadura para el futuro indefinido. Incapaz de obtener compromisos sólidos por parte del dictador Kim, Trump accedió a firmar un comunicado final totalmente irrelevante:
“Estados Unidos y la RPDC se comprometen a establecer nuevas relaciones en conformidad con el deseo de paz y prosperidad de ambos países.
Estados Unidos y RPDC unirán sus esfuerzos para construir un régimen de paz duradero y estable en la península de Corea
Se comprometen a trabajar hacia la desnuclearización completa de la península de Corea. (¡No hay mención sobre: como, cuando, o un régimen de verificación!)
Estados Unidos y la RPDC se comprometen a recuperar los restos de los prisioneros y los desaparecidos en guerra, incluida la repatriación inmediata de los ya identificados esqueletos de los soldados norteamericanos de la guerra de 1950 – 1953.”
Extrañamente, en una rueda de prensa, horas después de sus pláticas con Kim, Trump espontáneamente revelo su intención de terminar con los ensayos militares con el ejercito de Corea del Sur y probablemente retirar a los 32,000 soldados de E.U.A. estacionados en ese país. Su pronunciamiento inmediatamente causó alarma e indignación en Corea del Sur y en Japón – ambos nunca consultados con anticipación por parte de Trump.
Consecuentemente, en un espacio de 4 días, Trump logró convertir a los más estrechos aliados de los Estados Unidos en enemigos y convertir a un dictador brutal e inhumano en su amigo…habrá que esperar algún tiempo para darnos cuenta cuál es la verdadera estrategia detrás de toda esta puesta en escena.
Dr. Juan Carlos Botello
Profesor – Investigador
Escuela de Comercio Internacional
Dr. Werner Gerhard Christian Voigt Hummel
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