Creo que todos conocemos la famosa frase de John Foster Dulles, Secretario de Estado de E.U.A. durante el gobierno de Eisenhower: “Estados Unidos no tiene amigos, sino intereses”. Y creo que nuevamente México tuvo una prueba de ello este jueves 31 de mayo cuando Donald Trump decide imponer aranceles a la importación de acero y aluminio proveniente de diversos socios comerciales incluyendo al nuestro, del 25% y 10% respectivamente bajo el argumento de seguridad nacional Lo he repetido en diversas ocasiones. Donald Trump no va a parar hasta que cumpla con sus promesas de campaña, Una de ellas fue y es eliminar el déficit comercial de $ 70,000.00 millones de dólares americanos que tiene con México y otra promesa, es la de terminar con el TLCAN y al parecer tiene prisa porque la renegociación del TLCAN iniciada por E.U.A. parece que ya no importa porque ahora se argumenta que dado que no se ha podido concluir en los meses pasados lo mejor es aplazarlo hasta el 2019 o simplemente terminar con el Tratado e iniciar acuerdos bilaterales con México y Canadá. Ante todo, la respuesta de México no se hizo esperar y respondió inmediatamente a esta acción al igual que la Unión Europea y Canadá imponiendo sanciones en diversas mercancías algunas de ellas muy sensibles para los productores que llevaron al triunfo a Trump. No es la primera vez que E.U.A. ha iniciado amenazas como esta, pero puedo afirmar que ahora sí estamos iniciando una guerra comercial por las represalias económicas de los países afectados. Pero lo mas preocupante de todo esto es que bajo el amparo de la sección 232 de la Ley de Extensión Comercial de E.U.A. ahora quiera terminar con todo tipo de relación comercial de varias décadas con sus socios y gestar un modelo económico basado en la filosofía de “Let´s make America great again” vista por primera vez en los pines de campaña de George Bush y que ahora Trump usa como parte de su política retórica proteccionista.
Por último, hay dos cosas que me gustaría poner sobre la mesa. Una de ellas tiene que ver con la idea que imperaba en la crisis del 2007-2008 sobre el cuestionamiento de la existencia de los organismos internacionales y su misión para lo cual fueron creadas porque sólo veían pasar la crisis financiera impulsada por E.U.A. Pues ahora deberíamos preguntarnos lo mismo, ¿Cuál es el papel de la Organización Mundial del Comercio ante una naciente guerra comercial en el mundo? Por otro lado, creo que también deberíamos conocer la postura de los candidatos a la presidencia de México con relación a la crisis comercial que se viene por la guerra comercial anunciada por Trump desde su campaña electoral. Definitivamente vienen tiempos complicados para la política exterior y comercial de México ya que tendrá el gobierno que enfrentar serios cuestionamientos ante las circunstancias mundiales.
Dr. Juan Carlos Botello
Profesor – Investigador
Escuela de Comercio Internacional