El exmandatario Felipe Calderón dijo que el pueblo de México lo iba a extrañar poco antes de terminar su mandato. Ahora, no sólo parece que es al único que vamos a extrañar, sino que también vamos a extrañar a Margarita Zavala. Me explico. Después de haber escuchado el segundo debate presidencial del pasado veinte de mayo y después de haber analizado los argumentos que llevaron a la excandidata presidencial a renunciar a su candidatura, no puedo estar mas de acuerdo con ella. La forma, que también es fondo, de cómo dio a conocer su decisión simplemente refleja parte del hartazgo del actual proceso electoral que, no nada más decepciona a un pueblo entero, sino que además abona a la falta de seriedad de un proceso democrático. ¿Quién ganó el segundo debate? Eso es lo de menos. No puedes tomar en serio a un candidato presidencial cuando llama a uno de sus rivales “…Ricky Riquín Canallín…” ó cuando dice que va a guardar su cartera porque se le confronta en ideas, pero tampoco los ciudadanos podemos tomar una decisión razonada de votar por un candidato cuando el formato del debate sólo les da algunos minutos para explicar ya ni siquiera de manera general sino de manera vaga la solución a los grandes problemas nacionales. Creo que al candidato de Morena ya se le juntaron las preguntas del primero y del segundo debate porque hasta el momento no ha respondido a los cuestionamientos planteados en ambos casos y al contrario, es probable que algunos electores ya duden de aquélla imagen del candidato del pueblo cuando se muestra diferente ante distintos tipos de presión. Ricardo Anaya debió dedicar menos tiempo para atacar a Andrés Manuel López Obrador y aprovechar los pocos minutos que tenía para desmarcarse de una vez por todas del PRI pero además de presentar sus ideas de una manera mas contundente y de esta manera cerrar la contienda. Por su parte, José Antonio Meade no termina de convencer. No sólo no se desmarcó de Enrique Peña Nieto, sino que no pudo contestar holgadamente los temas en los cuales se supondría cuenta con más experiencia, pero a pesar de ello parece que mejoró sólo un poco a tal grado que algunos comentan que hubo un empate técnico entre él y Anaya. Aunque Jaime Rodríguez sabe que no cuenta con posibilidades reales de ganar la contienda, por lo menos ya ha dado a conocer lo que algunos electores piensan respecto a sus propuestas.
No hace falta que recupere las opiniones de muchos analistas respecto al proceso electoral y los candidatos presidenciales. Margarita Zavala ya lo hizo en la entrevista donde dio a conocer su renuncia como candidata a la presidencia de México. He escuchado con atención sus palabras y me queda claro que al menos en esta elección, nos perdimos el privilegio de haber votado por una mujer extraordinaria que comprendió que este proceso electoral no esta a su altura. ¡La vamos a extrañar!
Dr. Juan Carlos Botello
Profesor – Investigador
Escuela de Comercio Internacional