Andrés Manuel López Obrador, candidato a la presidencia , se comprometió a ‘congelar’ los precios de las gasolinas durante su mandato, reduciendo las exportaciones de petróleo y aumentando la capacidad de refinación doméstica
Al respecto se han pronunciado distintas opiniones:
Juan Pablo Castañón, Presidente del consejo Coordinador Empresarial, señaló en entrevista radiofónica “Eso se financia momentáneamente con los recursos públicos hasta que ya no hay y explota la bomba”, “¿Qué sentido tendría si estamos sacrificando la salud, si estamos sacrificando la educación, con tal de mantener el precio de los combustibles?”.
Para Luis Herrera, director general de la Unidad de Petrolíferos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), “Bajo el régimen de precios administrados nos llevó a una situación en la cual no se reconocen todos los costos”, y los precios tienen que reflejar los costos dado que son una señal para los inversionistas sobre dónde invertir.
En el mismo sentido se han expresado otros especialistas: ‘congelar’ los precios regresaría al país a 2014, año en el cual se tenía un precio de combustible topado; “Volver a lo que teníamos representaría que la inversión se fuera a otro país” ; Sería complejo regresar a precios administrados.“Estamos convencidos de que el precio debe ir liberalizándose”, el objetivo de la reforma energética fue transitar a un mercado libre.
Sin embargo la fragilidad de las finanzas públicas nacionales dificulta la aplicación de una medida semejante, el actual nivel de precios se explica principalmente por los impuestos que son una fuente importante de ingresos de la hacienda pública debido a que los ingresos provenientes del petroleo han dejado de cumplir ésta función.
México pasó de ser un importante exportador de petróleo y un pequeño consumidor de combustible a un país que ocupa el lugar número 12 en el mundo en producción de petróleo y el 11 en consumo, lo que probablemente dificulta el seguir una la política energética independiente.
La mayoría de las compras que México hace de Estados Unidos, son en forma de gasolina ya refinada, porque las refinerías de Pemex han estado funcionando muy por debajo de su capacidad las causa de esto son varias, la principal se debe a que Petróleos Mexicanos operara sus refinerías con un criterio de rentabilidad por lo que no toma todo el petróleo que produce, y la mayor parte del crudo pesado que sale de sus campos los exporta sin refinación.
Justin Fox columnista de Bloomberg View, señala que “El resultado es que los mexicanos están alimentando cada vez más sus autos con gasolina fabricada en EU y pagando más por el privilegio que los estadounidenses. ¡Eso es injusto!”
“La brecha de precios es principalmente el resultado de los impuestos: las tasas impositivas efectivas de México sobre el uso de diésel y gasolina se mantienen entre las más bajas de la OCDE , el club de las democracias más prósperas del mundo, pero que ahora son varias veces más altas que el menor promedio de Estados Unidos”
“Los impuestos a la gasolina en Estados Unidos varían mucho de un estado a otro, por supuesto, lo que ayuda a explicar por qué el diferencial de precios por galón transfronterizo entre San Diego y Tijuana es de 30 a 40 centavos de dólar, según GasBuddy.com y el Gobierno mexicano, mientras que entre El Paso y Ciudad Juárez, es casi 1.20 dólares”
En México, los precios se fijan de manera no competitiva, Petróleos Mexicanos en éste aspecto mantiene un papel preponderante en el mercado, y el precio lo determina mediante una fórmula que toma una media móvil suavizada de los precios de Texas y agrega los costos de transporte y otros adicionales.
A lo anterior se puede agregar que la mayoría de los estudios sobre el tema, indican que los subsidios a la gasolina no forman parte de una política económica eficiente porque favorecen a la población de mayores ingresos en perjuicio del sector social más pobre y fomentan el uso excesivo de combustible fósil.
Dr. Marcos Gutiérrez Barrón