La situación nacional en este año 2020 se presenta con una problemática compleja, no sólo por el tema de la pandemia como problema de salud provocado por el Coronavirus y sus implicaciones en la economía, sino también por la complicada situación política que vive nuestra patria donde, a raíz de las últimas campañas presidenciales y principalmente la última, se ha provocado una gran división en nuestra sociedad.
El problema de la pandemia ya, de por sí, es un problema mayor de dimensiones mundiales, y demanda todo nuestro conocimiento y capacidad de acción para hacerle frente de la mejor manera, buscando salir con el menor daño posible, sobre todo hablando de decesos provocados por esta causa.
Si estuviéramos en una situación de guerra, seguramente usaríamos todas las armas y conocimientos para defendernos y para tener la menor cantidad de bajas protegiéndonos los unos a los otros frente al enemigo. Para lograr esto sería preciso estar unidos, participar y aportar todo lo que podamos para salir lo mejor librados posible, porque estaríamos ante un tema de sobrevivencia como individuos y como nación, pero repito, esto supondría estar unidos.
La pandemia, como enemigo, tiene una ventaja sobre nosotros y es que no es tan evidente, no vemos al virus, sólo vemos sus efectos y por tanto es fácil distraernos con otros temas, o dudar incluso de la amenaza que implica esta enfermedad, o minimizar su importancia hasta que no caigamos como sus víctimas. En las guerras, el enemigo que hace más daño al enemigo es la “quinta columna”, que es el ejército enemigo infiltrado en las fuerzas propias, es el enemigo disfrazado de amigo o aliado, es el que actúa sin que nos demos cuenta y de esta manera va dañando desde dentro para acabar con toda defensa o capacidad de ataque, pues conociendo las debilidades o provocándolas, ataca ahí donde somos más débiles o provoca las debilidades, por ejemplo dividiendo.
Tanto para hacer frente a la pandemia como al problema económico y el político, una debilidad es la preocupante división que presentamos como sociedad de un tiempo a la fecha. Por ello, para rescatar y volver a la unidad, vale la pena recordar nuestro origen y cuál ha sido el factor o cuáles han sido los factores que han favorecido este objetivo.
Ahora que estamos en el mes de la Patria por que se recuerda la Independencia de nuestra nación, conviene recordar a los iniciadores de la independencia que al convocar a la lucha armada toman como factor de convocatoria a quien nos unió para ser una nación: La Virgen de Guadalupe.
Cuándo el cura Hidalgo se levanta en armas en el pueblo de Dolores, convoca, mediante el “Grito de Dolores” (que incluye “Viva la Virgen de Guadalupe”), a unos cientos de personas que lo siguen, y al pasar por el pueblo de Atotonilco, toma como bandera o estandarte a una imagen de la Virgen de Guadalupe, con la cual al frente, llegando a Guanajuato, ya se habla de decenas de miles de personas siguiéndole. Pero no es sólo Miguel Hidalgo quien toma esta imagen como bandera, otros insurgentes, entre ellos el mismo Allende también lo hace, y el estandarte que usa posteriormente será capturado por los realistas en la batalla de Puente de Calderón, junto con otras tres banderas más que tienen la misma imagen.
¿Por qué la Virgen de Guadalupe en la bandera de los insurgentes?
Una bandera es un símbolo emblemático, es la representación de los valores más preciados de un grupo, conjunto de personas o un pueblo, es la representación de una nación… todo esto es y ha sido Nuestra Señora de Guadalupe para los mexicanos, por eso es que los insurgentes, no sólo Hidalgo, la toman como bandera.
Después de Hidalgo, Morelos menciona a la Virgen de Guadalupe como patrona de nuestra independencia en varios documentos, uno de ellos en los “Sentimientos de la Nación” y establece “que se celebre cada día doce de mes a la Virgen de Guadalupe y quien no lo hiciere será considerado como traidor a la Patria”. No cabe duda de que para José María Morelos también, la Virgen de Guadalupe fue un factor de unión, un emblema, uno de nuestros más importantes valores.
Al consumar la independencia, Agustín de Iturbide celebra con una Misa en la Basílica de Guadalupe, y al siguiente año funda la “Orden Imperial de Guadalupe” para congregar a aquéllos que sirvieron y sirven a la Patria. Después de Iturbide, el primer congreso acuerda colocar una imagen de la Guadalupana presidiendo el recinto del congreso. Esta imagen está hoy a la entrada del Museo de la Basílica de Guadalupe.
No sólo para los insurgentes fue importante esta imagen, sino ha sido evidente que es un emblema nacional que surge del nacimiento de la misma nación mexicana.
Cuando se da el proceso de conquista de estas tierras por los españoles, había muchos pueblos divididos con diferentes lenguas, culturas y creencias, y por ello, entre otras cosas, no se podía considerar una Nación. Para que exista una nación se requiere varios elementos que la identifiquen, es decir que le den identidad como son la unidad de territorio, de lengua, de costumbres y de religión, principalmente, y en Mesoamérica no había esto. Es entonces cuando se aparece la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac, cuando empieza a consolidarse la unidad en todos estos elementos, propiciando la identidad de los mexicanos. Por ello podemos decir que con Ella inicia la conformación de la Nación Mexicana, por eso también se dice que Ella es la madre de la Nación Mexicana. A partir del Acontecimiento Guadalupano es que se puede hablar de una Nación, y esto les queda claro a los habitantes de estas tierras, de manera que para los inicios del siglo XIX cuando inicia la independencia resulta natural que sea elegida Ella como la bandera, como el baluarte, como la representación de la Nación.
Hoy nos conviene volver los ojos a lo que nos ha dado unidad. Conviene, ante las amenazas que tenemos, buscar la unidad, ayudarnos, protegernos, los unos a los otros, buscar el mejor camino para nuestra Patria, trabajar por el bien común y retomar ese factor que nos ha unido en otros momentos y ese factor, ese emblema es Nuestra Señora de Guadalupe.
| Mtro. Gerardo Valle Flores Centro de Estudios Guadalupanos UPAEP |
