Al final de cuentas ¿cuál es la cifra de la pandemia del Covid-19 que va a dejar la mayor huella en la memoria de las naciones, así como en la de las familias? No es el número de respiradores o camas disponibles en hospitales, sino el número de muertes.
En este sentido, siempre me ha parecido una insensatez que las autoridades mexicanas presenten a diario una cifra de muertes “oficiales” que, según el dicho de las propias autoridades, se encuentra ampliamente subestimado. “La epidemia es ocho veces más grande de lo que se ve” recitaba Hugo López Gatell en abril pasado. Aun así, desde ese entonces las autoridades han seguido comunicando cifras inexactas sobre la pérdida de ciudadanos.
Ante ello, como lo argumenta el analista Jorge Castañeda, es aún más insensato que los medios de comunicación mexicanos repliquen la “cifras oficiales” de número de muertes, cuando se supone que la tarea de los medios es proveer información fidedigna y no ser voceros irreflexivos de un gobierno que trasmite información convenientemente subestimada.
En muchos países las cifras de infectados y muertes por Covid-19 tienen algún grado de subestimación, que en México posiblemente es más amplio por la poca cantidad de pruebas que se aplican. Sin embargo, se ha llegado a un consenso internacional sobre una metodología para detectar cifras que reflejen de forma más realista, el número de muertes generadas por el potente virus.
La metodología de las muertes excedentes, realiza una comparación entre muertes registradas en un periodo de tiempo de la pandemia, con el promedio de muertes registradas en el mismo rango de tiempo de años anteriores (cuando no había pandemia). Si de tal comparación, el excedente de muertes resulta alto — y no existe algún fenómeno catastrófico adicional — las muertes deben de ser atribuidas al Covid-19 aunque oficialmente no hayan sido registradas como tales.
La revista The Economist, muestra un seguimiento a las cifras de muertes excedentes de más de 30 países. De acuerdo a ese reporte, los números que muestra México son preocupantes, puesto que, las muertes excedentes que reporta la Ciudad de México (el reporte no tiene información de otras entidades federativas) son tres veces mayor a los números oficiales, lo cual la posiciona como la región con más muertes por COVID -19 por cada 100 mil habitantes, de la muestra.
| Ranking del The Economist de muertes excedentes por Covid-19 (primeros cinco lugares, al 28 de agosto del 2020) |
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| País/Ciudad | Muertes excedentes por cada 100 mil habitantes | |
| 1 | Ciudad de México | 326 |
| 2 | Perú | 169 |
| 3 | Ecuador | 166 |
| 4 | Río de Janeiro | 148 |
| 5 | Gran Bretaña | 96 |
Fuente: https://www.economist.com/graphic-detail/2020/07/15/tracking-covid-19-excess-deaths-across-countries.
Lo anterior nos lleva a cuestionarnos ¿por qué las autoridades mexicanas no presentan las cifras aplicando esta metodología, que produce números más cercanos a la realidad? Sin lugar a dudas, como ciudadanos mereceremos contar con cifras más realistas y transparentes sobre el estado de las cosas. El mismo reclamo aplica para las autoridades del estado de Puebla, las cuales reportan un universo de muertes por Covid-19 igualmente subestimado.
Cualquiera que sea la razón de tal falta de transparencia, y en caso de que las autoridades estatales persistan en ello, la comunidad universitaria poblana tiene una responsabilidad ineludible en tratar de generar esas cifras que informen, con más apego a la realidad, el tamaño y gravedad de la crisis que colectivamente estamos enfrentando.
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Dr. Derzu Daniel Ramírez |
