Desarrollo humano y social
La batalla del 2 de abril, Puebla y la restauración de la República.
28 marzo Por: Claudia Ramón
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Hecho poco conocido a nivel popular pero trascendente en la historia de México, y particularmente de los poblanos,  lo es el 2 de abril de 1967.  Eran los tiempos en que nuestro país vivía el enfrentamiento entre las tropas al servicio del Segundo Imperio Mexicano y las leales a la República. Napoleón III,  preocupado por la situación que tenía en Europa ante el recién unificado estado alemán,  había empezado a retirar su apoyo a Maximiliano de Habsburgo que entonces reinaba en México.

En febrero de 1866, Porfirio Díaz había recibido de la Secretaría de Guerra el nombramiento que le permitió asumir nuevamente el mando del Ejército de Oriente. Meses después,  el 03 de octubre de ese mismo año, Díaz libraba la batalla de Miahuatlán, Oaxaca en donde derrota a los conservadores; a decir del propio Porfirio, es la batalla más estratégica porque le permite abrir el camino hacia Puebla. Posteriormente, el 18 de octubre, Díaz derrota a un ejército imperial de 1300 hombres que se dirigía a Oaxaca, en lo que se conoce como la Batalla de La Carbonera. Para el 31 de octubre, toma la ciudad de Oaxaca, que estaba en manos de los imperialistas y asume el gobierno provisional del estado, destituyendo a las autoridades que habían sido nombradas por los imperiales.

Es el 10 de febrero de 1867 cuando Porfirio Díaz rechaza la invitación que el propio Maximiliano le ha extendido -por medio del Señor Bournof- para unirse al Imperio. Algunas tropas conservadores siguen leales al Emperador pero los comandantes franceses han abandonado el país. Desde el 9 de marzo de 1867, las tropas del general Díaz asedian la ciudad de Puebla, defendida por el general imperialista Noriega, que cuenta con tres mil hombres y dieciocho cañones. Díaz tiene una fuerza semejante y ha establecido su cuartel en el cerro de San Juan, mismo lugar donde en 1863 el Mariscal Forey había establecido el suyo. Con los fuertes de Loreto y Guadalupe en su poder, Díaz fue tomando una a una las calles de la periferia, destacándose el general Manuel González. 

Aunque los republicanos tenían mejores posiciones estratégicas, lo cierto es que el tiempo transcurría y se reducían las posibilidades de lograr el éxito. Además estaba el hecho de que  el general conservador Leonardo Márquez, jefe del estado Mayor de Maximiliano, había sido enviado a la ciudad de México para reunir tropas y dinero extra para auxiliar al emperador. Sin embargo, Márquez había decidido enfrentar al general Díaz en las afueras de Puebla por lo que existía el riesgo de un ataque conjunto de las fuerzas de éste con los defensores de la ciudad.  Otra posibilidad era que al salir al encuentro de Márquez, antes de que éste llegara a Puebla, los republicanos quedaran en medio de dos fuegos imperialistas. Ante ello, Díaz decide atacar la ciudad.

La batalla final se dio en la madrugada del 2 de abril de 1867, en el convento del Carmen, lugar donde se concentraban los imperialistas. Porfirio Díaz logra un triunfo importante para la causa republicana, por lo que para muchos la Batalla del 02 de abril de 1867 es el principio del fin para el Imperio de Maximiliano. Según Benito Juárez, el hecho contribuirá a la caída de Querétaro. Para González Lezama, la batalla del 02 de abril fue una acción bélica audaz y brillante: “a un plan juiciosamente concebido siguieron un ataque y un asalto ejecutados  con perfección”.  Asimismo señala que la diferencia fue “la férrea determinación de los soldados que intervinieron en el hecho de armas para alcanzar la victoria”. 

El 10  de abril se emprende la acción de San Lorenzo donde el Gral. Díaz vence a las tropas imperialistas de Márquez y de Karl Kevenhüller. Márquez huye  junto con lo que quedaba de sus hombres a la ciudad de México, seguido del Gral. Díaz. El 13 de mayo, Díaz llega a la Ciudad de México e impone sitio; mientras tanto, Maximiliano junto Miramón, Mejía y Méndez se encontraban sitiados en la ciudad de Querétaro.  El 15 de mayo, el Gral. Mariano Escobedo le informa a Díaz de la caída de la ciudad de Querétaro y de la prisión del emperador Maximiliano. 

Será el 20 de junio cuando se rindan los últimos imperialistas, encabezados por el General Ramón Tavera y el día siguiente, 21 de junio, cuando se dé la entrada solemne del Ejército de Oriente  en la Ciudad de México, momento culminante en que vuelve a erigirse las banderas de la República en la capital. Díaz se hace cargo del gobierno de la capital y espera la llegada del presidente  Benito Juárez, el cual arriba el 15 de julio. 

La vida de Porfirio Díaz continuará en su natal Oaxaca desde donde trabajará hasta llegar a la Presidencia de la República. 

Si el cinco de mayo es fundamental  para las armas mexicanas en la lucha contra el invasor, el 02 de abril resulta determinante en la caída del Imperio y la restauración de la República y con ello en el fin del proyecto geopolítico francés. Puebla es elemento fundamental en ambos sucesos. 

 

 

Fuentes

González, R. Los héroes del 2 de abril de 1867. México, INEHRM. Disponible en http://www.inehrm.gob.mx/work/models/inehrm/Resource/486/1/images/%C3%A2%C2%80%C2%9CLos%20h%C3%83%C2%A9roes%20del%202%20de%20abril%20de%201867%C3%A2%C2%80%C2%9D_%20Ra%C3%83%C2%BAl%20Gonz%C3%83%C2%A1lez%20Lezama,%202009_texto.pdf consultado el 26 de marzo de 2017.

Serrano, P. (2012) Porfirio Díaz y el Porfiriato. Cronología (1830-1915). México, INEHRM. Disponible en: http://www.inehrm.gob.mx/work/models/inehrm/Resource/437/1/images/porfirio_porfiriato.pdf consultado el 26 de marzo de 2017.

La batalla del 02 de abril. Consultado en: http://mr.travelbymexico.com/592-la-batalla-del-2-de-abril/ consultado el 26 de marzo de 2017.

 

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