Los Cachupines de Laredo
En algunas ocasiones hemos escuchado el término ¨gachupín¨ asociado a un peninsular español afincado en territorio mexicano. ¿Cuál es la realidad del origen de este término?
El término fue acuñado por Jorge de Montemayor en su obra pastoril ¨La Diana¨ (1559) en el fragmento ¨… os prometo a fe de hijodalgo –porque lo soy, que mi padre es de los Cachopine de Laredo-, que tiene don Felis, mi señor, de las mejores condiciones que avéis visto en nuestra vida, y que nos haze el mejor tratamiento que nadie haze de sus pages¨ (Jorge de Montemayor, Los siete libros de la Diana, ed. F. López Estrada, Clás. Cast. Madrid, 1962, pp.113-114 citado en Historia de la palabra gachupín, Antonio Alatorre,Scripta philologica : in honorem Juan M. Lope Blanch / coord. por Elisabeth Luna Traill, Vol. 2, 1991 (Lingüística española e iberoamericana), ISBN 968-36-2588-6, págs. 275-302)
Procede por tanto de un apellido hidalgo de esta zona norteña española, cántabra, fruto de la emigración. Afirma Antonio Alatorre que ¨el linaje de los Cachopines existía realmente en tiempos de Montemayor. Existía aún en 1626 cuando la Real Chancillería de Valladolid se ocupó de un pleito de hidalguía entablado por un tal Sebastián Cachopín, vecino de la villa de Laredo, que, diciéndose ¨rebisniesto de Rodrigo Cachopín…siempre fue una de las casas más principales y calificadas que ay en las dichas montañas, y de notorios cavalleros hijosdalgo¨.
Posteriormente brotará la acepción americana de ¨Cachopín¨. J. de Cárdenas en ¨Problemas y secretos maravillosos de las Indias¨ (1591) dice «Y sea assimesmo el cachupín o rezíen venido criado en aldea» y «no hay hombre, por ignorante que sea, que luego no eche de ver quál sea cachupín y quál nacido en Indias»
El término es usado por Miguel de Cervantes «Aunque el mío [linaje] es de los Cachopines de Laredo, […] no le osaré yo poner con el del Toboso de la Mancha, puesto que, para decir verdad, semejante apellido hasta ahora no ha llegado a mis oídos».
Beberá por tanto el término de los indianos del norte peninsular que emigraron y regresaron enriquecidos de América ¨abolengos y alcurnias de los asturianos y montañeses¨ usando así este nombre que en la Nueva España se daba a los castellanos llegados para aplicarlo a los que regresaban a España desde América que a su vez se transformará en el tiempo
Es curioso por tanto que un término nacido en Castilla, en Laredo, fruto de un apellido de una familia de la que emigraron alguno de sus miembros a las Indias, luego pasa a ser el castellano que se fue a las Indias pero que regresó a su tierra de origen desde América, no al que llegó y se quedó en las Indias; que luego pasaría a ser el contrario, el que se quedó allí en las Indias.
El término seguirá evolucionando en siglos posteriores, pero esa, es otra Historia.
Mtro. David Sánchez Sánchez Director Académico de la Maestría en Estudios Históricos UPAEP |