Desarrollo humano y social
Los grandes exportadores mundiales de armas
15 marzo Por: Herminio Sánchez de la Barquera Arroyo
Pin It

Cada año, el “Stockholm International Peace Research Institute” (SIPRI) publica un informe acerca de los gastos militares del mundo. En su más reciente estudio, podemos leer que los Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania y China son los más grandes exportadores de armas del mundo. De hecho, entre 2015 y 2019, esos cinco países comercializaron más de tres cuartas partes de las armas en todo el planeta. Entre estos años, el comercio mundial de armamento creció un 5.5%, comparado con el lapso 2010-2014. Los países que en mayor medida aumentaron sus exportaciones fueron los Estados Unidos (23%) y Francia (¡72%!).

Pero China no se queda atrás: al contrario, pues ya ocupa el segundo lugar en la lista de los países con el mayor gasto militar, en lugar de Rusia, que ahora está en el tercer puesto, a gran distancia. Es interesante señalar que, a fines del siglo XX, el gasto militar chino era comparable al de España, pero ahora es mayor que el gasto militar de todos los países de la Unión Europea juntos. Podemos decir que ese acelerado crecimiento ha convertido al país asiático en una superpotencia militar. Hay algo que los chinos han hecho mejor que, por ejemplos, los árabes saudíes: en lugar de comprar simplemente grandes cantidades de armas, han reconvertido su industria, fabricándolas ellos mismos. Lo difícil de este proceso, para quienes estudian los temas de armamento en el mundo, es poder vislumbrar y sopesar la importancia real de las empresas chinas productoras de armamento. La información está muy bien escondida. Al parecer, existen cuatro grandes fabricantes chinos, todos ellos entre los 20 mayores del mundo y tres incluso entre los primeros 10. Se calcula que entre las cuatro tienen ventas por alrededor de 40 000 millones de euros, aunque lo más seguro es que la cifra real sea muy superior.

De algunas empresas de armamentos en China se carece de datos suficientes como para poder publicar información más o menos precisa. Por ejemplo, en el caso de las construcciones navales, la información disponible acerca de las dos empresas líderes es tan deficiente, que no se pueden formular cálculos confiables sobre sus niveles de producción y de ventas, pero sí se sabe que los chinos ya venden, en los mercados mundiales, más corbetas, fragatas, destructores y submarinos que Estados Unidos, por lo menos si nos remitimos a los datos disponibles en 2017. El año pasado inició el proceso de fusión de ambas empresas, lo que seguramente la convertirá en la más grande del mundo. Por eso es comprensible que los expertos del SIPRI consideran, aún sin datos confiables, que las empresas chinas están entre las primeras del mundo en cuanto a volumen de ventas. El modelo chino se está orientando hacia un esquema en el que las empresas privadas, más pequeñas, se concentren en la producción de componentes sencillos, mientras que las empresas grandes (hay una con más de cuatrocientos mil empleados) se dedican a la innovación, robo de tecnología occidental y desarrollo de tecnología de punta.

Con la información más reciente, podemos decir que, de las 100 compañías productoras de armas en el mundo (no considerando a las chinas), 76 son estadounidenses, europeas occidentales o rusas, acaparando el 90% de la venta total de armas. Las primeras cuatro son de Estados Unidos.

En cuanto a la producción francesa de armas, ha sacado provecho de la demanda existente en Egipto, Qatar e India. La demanda por adquirir armamento estadounidense, por su parte, puede deberse al deseo de comprar aviones de combate en Europa, Australia, Japón y Taiwán. Es interesante señalar que alrededor de la mitad de todas las armas estadounidenses exportadas van a dar a una región muy concreta y explosiva: el Medio Oriente, y la mitad de esas armas tiene como destino a Arabia Saudita. Este último país se ha convertido en el mayor comprador de armas a nivel mundial: si comparamos sus compras entre los periodos 2010-2014 y 2015-2019, sus importaciones casi se duplicaron. En la lista de compradores le siguen India, Egipto, Australia y China.

El comercio de armas a nivel mundial nos muestra claramente que, en cuestión de negocios, no importa quién sea el cliente ni quién el vendedor. Lo importante es la ganancia. Así, aunque los países occidentales condenen la guerra en Yemen y la intervención de los sauditas, los Estados Unidos y la Gran Bretaña le venden armas a Arabia Saudí en grandes cantidades. Los Emiratos Árabes Unidos, igualmente enfrascados en dicho conflicto y en la guerra de Libia, importan armas de Australia, Brasil, Canadá, China, España, Francia, Rusia, Sudáfrica, Suecia, Turquía y, obviamente, de Estados Unidos y de la Gran Bretaña. Como dijo el emperador Vespasiano: “El dinero no huele”.

Otro ejemplo: en el conflicto armado entre Armenia y Azerbaiyán, ambos tratan de fortalecerse militarmente. Rusia, amablemente, les ayuda a los dos: casi todo el armamento que tiene Armenia es de origen ruso, así como un tercio del de Azerbaiyán, que importa el resto desde Israel.

Otros datos importantes del estudio de SIPRI: Rusia ha visto caer en un 18% sus exportaciones de armas, entre otras razones, porque India ahora le compra menos; Turquía ha reducido sus importaciones, en parte porque algunos países ya no le quieren vender, en parte porque ahora produce más armamento propio. Las exportaciones de Alemania crecieron en un 17% en estos años (2015-2019), mientras que Egipto triplicó sus importaciones; por cierto, también este país está inmerso en la guerra en Libia. En los 5 años recientes, Israel ha aumentado sus exportaciones de armas en un 77%, mientras que Corea del Sur lo ha hecho en un 143%, por lo que ya se cuenta entre los 10 países que más armas comercializan en los mercados internacionales.

Brasil ha disminuido sus importaciones en casi un tercio, pero sigue siendo el mayor importador de América Latina y el exportador número 24 del mundo. Las importaciones de Venezuela se derrumbaron en un 88%, debido a la severa crisis económica por la que atraviesa esa nación. En cuanto a México, el segundo importador de la región, ocupa el lugar 36 entre los importadores mundiales de armas. Como se sabe, este país no las exporta, aunque cada vez produce más y de mejor calidad, pero exclusivamente para consumo de sus propias fuerzas armadas. Un 64% de lo que importa es de origen estadounidense, mientras que un 9.5% proviene de España y un 8.5% de Francia. México compra el 70% de las armas que se importan en la región de América Central y El Caribe, pero un porcentaje que debe rondar el 17% de estas compras no tiene necesariamente carácter militar, sino policíaco, pues está asociado al papel protagónico de las fuerzas armadas en contra de la delincuencia organizada.

Dr. Herminio S. de la Barquera A.
Decano de Ciencias Sociales
UPAEP

Galerías