De destacadas mujeres en la investigación arqueológica
¿Qué vínculo podemos realizar entre algunos de los descubridores de los restos fósiles más antiguos correspondientes a la garganta de Olduvai, del estudio de la escritura jeroglífica egipcia, la antigua Babilonia, de la expedición subacuática del Faro de Alejandría, de la arquitectura de Pompeya, de las líneas de Nazca, del primer poblamiento americano en Yucatán, de las estelas mayas de Piedras Negras y Yaxchilán o de las investigaciones sobre la esclavitud en América del Norte?
Todos estos estudios fueron realizados por mujeres.
Cuando en el mundo, el 8 y 9 de marzo, se celebraron diferentes actos en voz de la mujer no debemos dejar de desenterrar del paso del tiempo a grandes mujeres especialistas en la evolución de la Historia. En este espacio rendimos homenaje a algunas de las grandes arqueólogas y antropólogas que han quedado bajo una pequeña niebla incluso para muchos especialistas en estas disciplinas.
Una de las mujeres que más tempranamente me impactó como arqueóloga por su trabajo fue Mary Leakey. Esta antropóloga y arqueóloga tiene su sitio en la Historia vinculada a la garganta de Olduvai y las huellas de Laetoli. Desde 1934 su vida se centró en la búsqueda de los primeros rasgos del proceso de hominización desde hace 2 millones de años. Fue miembro de la Real Academia de las Ciencias de Suecia, de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias y de la Academia Nacional de Ciencias. Recibió diferentes distinciones internacionales que sin lugar a duda no llegaron a eclipsar la dedicación pulcra en su trabajo bajo los atardeceres de sus décadas en las planicies del Serengueti.
Y mientras nos llegan las últimas noticias de las reconstrucciones en 3D de Digital Giza. Visualizing the Pyramids recordamos a Margaret Murray, nacida en la India de nacionalidad británica, que es considerada la primera mujer egiptóloga y experta en escritura jeroglífica. A finales del s.XIX fue una pionera intrépida que inspiró a importantes egiptólogos posteriores. No tuvo tanto éxito en sus interpretaciones de la brujería.
En el ámbito de la Península Italiana destacamos a Tatiana Warsher, arqueóloga rusa investigadora de Pompeya, que en 1937 realizó el Codex Topographicus Pompeianus analizando la arquitectura de dicha ciudad.
Honor Frost, en la segunda mitad del s.XX fue pionera de la arqueología subacuática, experta en mundo fenicio y directora de la expedición de la UNESCO para prospectar el Faro situado en el Puerto de Alejandría. No debemos dejar de lado a la experta Pilar Luna, arqueóloga subacuática mexicana, con distinciones de la Sociedad de Arqueología Histórica de Estados Unidos y la Sociedad Geográfica Española cuyos trabajos en el Caribe y Yucatán han traído nuevos testimonios científicos sobre el primer poblamiento americano y el comercio virreinal.
Maria Reiche, llegada de Alemania a Perú en la década de los treinta del siglo veinte, desde 1946 encontró su pasión en el estudio de las líneas de Nazca que lograría en 1994, la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad. De igual forma Tatiana Proskouriakoff tuvo como gran aportación al estudio de la civilización maya el determinar que las inscripciones de Piedras Negras y Yaxchilán describían acontecimientos históricos reales y no solo mitológicos. Ambas son dos ejemplos de mujeres internacionales que buscaron sus rumbos en lejanas tierras que harían de ellas patria propia luchando por sus identidades, patrimonios y culturas.
Otras destacadas investigadoras son Lamia Al-Gailani Werr, estudiosa de Babilonia y defensora del patrimonio arqueológico en tiempos de la Guerra de Irak y Theresa Singleton, la primera afroamericana en doctorarse en Arqueología, que realiza investigaciones sobre la esclavitud en América del Norte.
Por último no puedo dejar de recordar a la prehistoriadora, la Doctora Mª José Iriarte-Chiapuso, cuyo esfuerzo pude compartir en las excavaciones de Irikaitz en Zestoa; ella es para mí el rostro de todas las arqueólogas, el ejemplo de lucha diaria, el modelo de académico responsable y profesional, a quien siempre querría tener como responsable de equipo en la búsqueda de la verdad.
A todas ellas y a las que están por llegar, gracias.
| Mtro. David Sánchez Sánchez Director Académico de la Maestría en Estudios Históricos UPAEP |
