Desarrollo humano y social
EL AMOR QUE SIEMBRA LA FAMILIA
13 noviembre Por: Prepa Santiago
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por: Alejandra Ramírez Sánchez

La familia ha existido desde el inicio de la humanidad. A pesar de muchas dificultades se mantiene como el núcleo de la sociedad. El tiempo ha transcurrido y, por supuesto, la familia ha sufrido cambios. Sin embargo, a pesar de todo, sigue siendo el lugar más importante de formación para el ser humano.

Las familias han tenido que adaptarse a circunstancias adversas. Por ejemplo, durante la segunda Guerra mundial, las familias no tenían una figura paterna debido a que los hombres debían ir a pelear por su nación, razón por la cual las madres debían de cuidar a sus hijos. Incluso, muchas de ellas tenían dejaban a sus hijos con otras personas para ir a trabajar y poder ganar dinero.

A veces se cree que la familia solo es una familia si está ligadas por vínculos de sangre. Un ejemplo claro es la familia de los reyes. La familia real tenía privilegios y podían convertirse en reyes sólo si eran descendientes directos de la realeza. En la actualidad, hay familias que no comparten un lazo de sangre pero sí uno de amor: hay matrimonios que adoptan a niños que perdieron a sus padres. Hay niños que viven con algún pariente como sus abuelos, sus tíos e incluso sus primos. Cuando los padres se divorcian y se vuelven a casar se crean nuevos lazos.

La familia es la primera escuela que todos conocemos. Además nos da calor humano, es decir, nos enseña valores como el amor, la amistad, la aceptación, la comprensión, el respeto. De igual manera, es una escuela de relaciones interpersonales. En nuestra familia se nos enseña a poder comunicarnos y escuchar respetuosamente a los demás, pero sobre todo a aceptar y valorar a lo que nos rodean. También la vida de familia es iniciación a la vida en sociedad. En la familia aprendemos a convivir y colaborar con otras personas de nuestro entorno. Además nos da seguridad material como por ejemplo el alimento, vestido, educación, atención médica, entre otras cosas. En el aspecto religioso la familia es la primera escuela de vida cristiana.

Un claro ejemplo de que la familia va más allá de los lazos de sangre es la vida de Jesucristo. Los discípulos de Jesús eran parte de su familia así como la gente que lo escuchaba. Con ellos compartía alegrías y tristezas. Yo pude comprobar la esencia familiar que llevó a la práctica Jesús con la historia de uno de mis amigos: Cuando él tenía meses de haber nacido su madre se fue de su casa dejándolo al cuidado de su padre y sus abuelos. Después de un par de años su padre se casó con otra mujer y ella lo aceptó como si fuera su propio hijo cuidándolo, reprendiéndolo cuando era necesario, celebrando sus logros y, lo más importante, dándole el amor materno y el calor familiar que él no pudo tener con su madre biológica. Ese amor desinteresado, la búsqueda del bien de otra persona, hace que la familia trascienda y siembre una semilla que florecerá a través del tiempo.

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