Por: Martha Elena Schiaffini Figueroa
Uno de los problemas globales más grandes y comunes en el mundo es la contaminación. A pesar de que es un asunto urgente, la mayoría de las personas no toma acciones para acabar con esto y sigue manteniendo las mismas costumbres nocivas para el planeta..
Hace aproximadamente un mes, el director de Preparatoria UPAEP plantel Santiago, Fernando Durán, dio una plática y reflexión sobre el tema a todos los alumnos. Nos habló de cómo nos ha afectado la contaminación, en este caso, en nuestra escuela.
Señaló que diario se pueden ver envolturas de comida tiradas en el piso, en las bancas o incluso en los salones. Por otra parte, en la cafetería de la escuela se utilizan platos, cubiertos y vasos desechables diariamente. De los más de 400 alumnos en la escuela, por lo menos una cuarta parte consume productos de la cafetería cotidianamente. Todo el plástico que se usa en sólo unos minutos va directo a la basura.
Una de las medidas que se tomó en prepa UPAEP Santiago, coordinados por la maestra Guadalupe Márquez, fue cambiar los platos desechables por platos plásticos reutilizables. La responsabilidad de alumnos y maestros es cuidarlos y devolverlos. Esto reduce considerablemente la gran cantidad de desperdicio que se produce diariamente en la escuela.
A pesar de que esta medida resuelve una buena parte del problema, no se puede decir que ha acabado por completo. Aún hay personas que dejan basura tirada. En lo personal, creo que este detalle por más “mínimo” que parezca, demuestra tu calidad como persona, así que hay que trabajar para hacer conciencia entre todos y, así, contaminar lo menos posible.
Recientemente visité otro plantel educativo de la ciudad y el primer detalle que noté fue que había mucha basura tirada. Es increíble que personas mayores de edad que se están formando y cursan ya sea una licenciatura, maestría o doctorado, tiren basura en la calle o en el lugar donde toman clases. Es triste que una persona reciba educación, estudie una carrera y tenga la madurez para cursarla, y que no pueda realizar una acción tan simple como depositar la basura en un bote. Creo que es decepcionante que ésta sea nuestra realidad, por lo menos en muchos lugares de nuestro país.
Los buenos hábitos deben empezar en uno mismo. Si cada quien hace lo que le corresponde, como debe ser, disminuiría la contaminación en nuestros lugares de trabajo y no produciríamos tanta basura. Con el compromiso de cada uno construiremos una mejor sociedad.
Comparto algunas recomendaciones que pueden servir: si vemos que alguien tira su basura en donde no debe, creo que no cuesta un gran trabajo el pedirle que la levanten o nosotros mismos levantarla. El objetivo de todo esto es sumarnos como alumnos responsables y ayudar. Por lo menos pasamos una tercera parte de nuestro día en la escuela, es nuestro segundo hogar y hay que cuidar de él.
