De cómo seguimos el ideal caballeresco
Y dejó mudar de piel el libro. Allí estaba un 22 de Abril pero no de 1616. En ese otro tiempo unos ojos se cerraron pero su brillo permanecerá por siempre en la mirada de aquellos a los que lleguen sus letras. Miguel de Cervantes Saavedra partió hacia nuevas aventuras el mismo año que William Shakespeare por lo que ambos comparten aniversarios a los cuales no ponía una vela sino que las enfrentaba al viento para navegar en el conocimiento. No hay días donde no recordara todo lo que nos dejó en la punta de la lengua. Quién sabe si en los últimos momentos del gran escritor español sonaron las palabras de ¨ Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas¨ o simplemente un ¨rebuzne el pícaro¨. Lo cierto es que nunca un lenguaje tan exquisito trajo tantas enseñanzas, de tanta profundidad, de una manera tan amena y cómica a la par.
Pareciónos que este genio de la literatura universal nos dio a entender tantas gracias y donaires que dan crédito aún hoy al hombre honroso como señal de actualidad. Mantiene fresca una lectura cotidiana y atemporal, salvando las diferencias de formas y lenguaje, que no dejan de sorprender a quien se acerca por una ventana que entre sus páginas nos trae el aire de La Mancha y el Toboso.
¨A quien se humilla, Dios le ensalza¨ y ¨Amistades que son ciertas nadie las puede turbar¨ nos convierten en amigos de Cervantes con tan solo abrir una de sus obras. Y es que ¨ Don Quijote de la Mancha¨ nunca cabalgó solo ni en la obra ni en los pliegos pues el mundo cervantino se expande con ¨La Galatea¨, ¨Novelas ejemplares¨, ¨Viaje al Parnaso¨… Para ese latir uno no necesita estar en mitad de los molinos para sentirse parte de los sueños de Cervantes pues tiene el don de transportarnos con su fino estilo a sus muros. Pero del mismo modo nuestra lengua, tan americana como española, se mimetiza con el pensamiento de cuatrocientos años atrás para compartir los mismos sueños que hacen avanzar al hombre en la búsqueda de la verdad, ¿dónde se encuentra? ¨Donde está la verdad está Dios¨.
Esa persona que permanecía inmutable ante la adversidad no languidecía repitiendo eso de que quien no tenga hoy algo de Quijote se encuentra alejado de la realidad. ¨Don Quijote soy, y mi profesión la de andante caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. ¿Es eso, de tonto y mentecato?.¨
Y hoy no es solo cuestión del varón que llega a nuestra mente con el ideal caballeresco. Dulce, valiente y firme; Arlette celebraba la vida como caballero andante, mujer contra molinos levantados por tercos hombres, melena al viento como yelmo de Mambrino y combi por Rocinante. ¿Dónde estará su Sancho Panza? Celebraba esa dama tanto la vida que la mejor forma de homenajear a su amado Miguel de Cervantes Saavedra no era otra que leer unas líneas, tomar una pluma y escribir unas palabras, compartir una buena conversación con alguien querido, ¨deshacer algún entuerto¨ y no olvidar nunca esta frase:
<< Bien podrán los encantadores quitarme la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo será imposible.>>
