Por: Alejandra Ramírez Sánchez
Quizás muchos de nosotros hemos dicho alguna vez: “de nada nos sirve leer” o “eso es sólo para los que quieren cultivar su conocimiento”… pero en realidad no es así, la lectura es para todos, sean grandes o sean pequeños, sean hombres o mujeres.
La lectura tiene el poder de transportarte a un mundo mágico y diferente. En los libros eres tú el protagonista y el que vive la historia; también te puede abrir muchas puertas del conocimiento y un nuevo campo de visión. Es importante leer ya sea un artículo, una leyenda, un periódico, una revista e, incluso, un cuento, ya que cada uno de ellos nos permite aprender algo y comprender diferentes puntos de vista.
Puede que a muchos nos cueste tomar un libro y terminarlo. Sin embargo, hay que entender que, como alumnos, tenemos que aprender a desarrollar habilidades en el campo de la lectura y escritura. Sólo así podremos enfrentarnos con éxito a nuestra vida académica y laboral.
Todos tenemos diferentes gustos y personalidad. Por esta razón es importante conocer nuestros gustos para, así, elegir un libro de nuestro agrado. Muchas personas se desaniman con los libros porque piensan que tratan temas de ficción, sin embargo, cualquier buen libro –sea un cuento de hadas o un título de divulgación científica– nos ayuda a comprender la realidad que nos rodea y, sobre todo, interactuar con ella de una manera inteligente y crítica.
Si nosotros les preguntamos a personas de nuestro entorno si les gusta leer o no, nos daremos cuenta de que realmente son pocos los que leen. Incluso te dicen que sólo lo hacen porque cuenta para su calificación o por obligación; los que leen por placer son una minoría. Por esta razón, los estudiantes tenemos el deber de fomentar la lectura ya que si queremos que nuestro país crezca y mejore, debemos de estar informados y tener la mente abierta a nuevas ideas y proyectos de mejora.
Según estudios del INEGI, en el último año los mexicanos han leído un promedio de 3.8 libros al año, mientras que otros países latinos como Chile que leen 5.4 libros, o Argentina con 4.6, Colombia con 4.1 e incluso Brasil con 4. Actualmente no es muy difícil conseguir un libro ya que están al alcance de todos. Podemos ir a una librería, pedirlo prestado en una biblioteca e, incluso, descargarlo a un aparato electrónico (celular, tableta o computadora). Lo único que hace falta son las ganas de querer leer.
Para tener el hábito de la lectura se necesita fomentarlo desde la familia, los padres tienen la obligación de acostumbrar a sus hijos a leer desde pequeños, ya que cuando son pequeños es mucho más fácil inculcarles hábitos. Así como muchas personas tienen hábitos como levantarse temprano, lavarse los dientes, llegar puntual a sus compromisos y dirigirse con respeto a sus vecinos y amigos, también deberíamos tener la costumbre de leer más seguido.
A veces siento que mi generación no es muy cercana a la lectura. Siempre somos pocos los interesados por los libros. Desde que era niña me han gustado muchos libros que me provocan una reflexión interesante. Uno de los que más me ha llamado la atención es Fahrenheit 451, una novela escrita por Ray Bradbury. El autor nos cuenta de un país en el que nadie puede leer porque es ilegal. Los bomberos, en lugar de combatir el fuego, llegan a los pocos hogares que aún conservan libros y los incendian con lanzallamas. Pero un bombero empieza a sentir curiosidad de por qué son tan importantes los libros y por qué la gente se arriesga a leerlos. Al final él comprende el poder que tiene la lectura y su capacidad para transformarnos. Este libro me dejó el mensaje de que, sin los libros, viviríamos en un mundo muy pobre, ajeno a la imaginación y al pensamiento.